«Por favor, 2012, que Joey Barton no haga de las suyas». Este fue, a buen seguro, uno de los propósitos que Neil Warnock, técnico del QPR, le pidió al año que acabamos de empezar. Ni 48 horas ha sido capaz de cumplirlo.

 

Y es que Joey Barton, de 29 lunáticos años, podría ser perfectamente el protagonista de una de las películas de Woody Allen en las que mezcla tan brillantemente el drama con la comedia. Desde que en 2004 apagara un cigarro en el ojo de su compañero en el Manchester City, Jamie Tandy, sus extravagancias fuera del campo han sido casi tan habituales como las provocadas dentro de él. Su fuerte temperamento le ha hecho titular prácticamente allá donde jugara, pero también le ha llevado a desencadenar terribles entradas, como la efectuada sobre Xabi Alonso en 2009, así como a sucesos como el que se produjo el 27 de diciembre de 2007, cuando golpeó hasta 20 veces a un hombre en un restaurante de la popular cadena McDonald’s.

 

Esta doble faceta de Barton, la de líder temperamental y la de hombre irracionalmente violento, la de héroe y la de villano, volvieron a resurgir este lunes en Loftus Road.

 

El encuentro no pudo empezar mejor para los locales, dirigidos por su capitán Barton. Él fue el autor del primer gol del encuentro, que llegó en el minuto 11 tras una preciosa jugada colectiva en la que participaron el fino medio centro argentino Alejandro Faurlín y el lateral Clint Hill para que Barton mandara el balón al fondo de la red.

 

Barton «el líder temperamental» ya había hecho acto de presencia. Ahora faltaba el otro Barton, «el irracional». No se hizo esperar. Tan solo veinte minutos después de su gol, en un rifi-rafe con Johnson en el centro del campo, Barton golpeó al centrocampista del Norwich con la cabeza. No fue un golpe fuerte pero fue suficiente para que el árbitro, Neil Swarbrick, lo expulsara. Con una hora por jugar, el capitán del QPR dejaba a su equipo con uno menos, algo que pagaría caro.

 

Pilkington empató el partido justo antes del descanso con un gran zurdazo y Paul Lambert decidió ir a por el partido en la segunda parte. El magnífico técnico escocés realizó un triple cambio ofensivo a falta de 25 minutos, y uno de los recién ingresados, Steve Morison, anotó el definitivo 1-2 en el minuto 83. Ni Federico Macheda, que debutó con el QPR tras su cesión procedente del Manchester United, pudo evitar la derrota de su nuevo equipo.

 

La derrota deja al QPR realmente tocado, y sin poder contar con su capitán en los tres próximos partidos, algo que no está claro si es positivo o negativo. Ya solo están dos puntos por encima del descenso y las sensaciones no son buenas. En cambio, la situación del Norwich es totalmente opuesta. Llevan tiempo demostrando que son un equipo divertido de ver y con una actitud más que loable, pero no ha sido hasta ahora que empiezan a consolidarse en la zona media de la tabla, en la que ya están novenos.