«Abuelos» ha sido lo más bonito que le han dicho al Fulham esta temporada, y es que los del sudeste de Londres poseen una de las plantillas con más edad de la Premier League. Jugadores como Giorgos Karagounis (36), Damien Duff (34), Dimitar Berbatov (32), Scott Parker (33), John Arne Riise (33) o Aaron Hughes (37) dan motivos más que suficientes para considerar a los Cottagers más como un asilo que como un equipo de fútbol profesional.
Deportivamente, hay que decir que la temporada está siendo muy complicada, nada menos que 10 derrotas en 15 jornadas de liga han hecho que el equipo se sitúe en la parte baja de la tabla, peleando por no descender junto con el desastroso Sunderland, el resucitado Crystal Palace (ahora con Tony Pulis al mando), el prehistórico West Ham de Sam Allardyce o el Cardiff City. Los malos resultados culminaron con la derrota ante el West Ham, un rival directo por la permanencia, del pasado 30 de noviembre, que supuso la quinta derrota consecutiva del equipo. Esto tuvo como consecuencia directa la destitución del técnico holandés Martin Jol y su sustitución por parte de su compatriota René Meulensteen, en quien se ha depositado la confianza para sacar al equipo de la zona de descenso. Meulensteen llega avalado por su magnífico trabajo en el Manchester United a las órdenes de Sir Alex Ferguson aunque posee escasa experiencia como primer entrenador.
Las aspiraciones eran otras cuando Shahid Khan compró el club en verano
La estrella del equipo, Berbatov, ya ha anunciado su intención de marcharse
Volviendo a la plantilla hay que decir que, por nombres y calidad, el Fulham no debería encontrarse donde está. Sus aspiraciones a principio de temporada eran mayores. El nuevo dueño, Shahid Khan, posiblemente aspiraba a situar al equipo en la parte media-alta de la clasificación cuando adquirió el club en verano. El problema probablemente radique en la avanzada edad de la plantilla, que en sus últimos partidos ha mostrado un once titular con una media superior a los 30 años de edad. Reducen la media Pajtim Kasami (21), Alex Kacaniklic (22) y Adel Taarabt (24), pero la gran mayoría de los jugadores se encuentra entre los 28 y los 36 años, unas edades en las que los jugadores empiezan a perder la ambición de ganar títulos y de pelear por cosas importantes, además del inevitable declive físico.
Con esto no se pretende desprestigiar a los jugadores veteranos, ya que en cierta medida es necesario tener jugadores con experiencia en un equipo. Pero lo del Fulham es un caso extremo, un equipo necesita juventud con hambre de victorias, espíritu combativo y aspiraciones, no se puede tirar la casa por la ventana y traer únicamente jugadores por nombre.
En fin, el desafío que tiene por delante Meulensteen es complicado y deberá pelear con muchos gallos en el vestuario para salvar al Fulham. Dimitar Berbatov ya ha expresado su descontento en el club y su deseo de marcharse en enero. Similares ansias expresó ya en verano Riise, que tampoco parece muy comprometido con la salvación, una tarea que se antoja complicada a pesar del buen partido que completaron los Cottagers ante el Aston Villa. De la habilidad de Meulensteen en el mercado de invierno dependerá en buena medida el futuro de su equipo. Renovarse o morir.