Joey Barton, de 28 lunáticos años, podría ser perfectamente el protagonista de una de las películas de Woody Allen en las que mezcla tan brillantemente el drama con la comedia. Y es que la polémica rodea a Joey Barton desde las navidades de 2004, cuando apagó un cigarro en el ojo de su compañero en el Manchester City Jamie Tandy. Este incidente no solo le costó no cobrar seis semanas de sueldo, sino pagar cuatro (unas 60.000 libras).
Proclive a la polémica, en mayo de 2005, Barton rompió la pierna a un peatón mientras conducía su coche a las dos de la mañana en Liverpool. El incidente no fue a más, pero, tan solo dos meses más tarde, Barton volvió a aparecer en las portadas.
Esta vez fue en Tailandia, donde el Manchester City, su equipo por aquel entonces, viajó para disputar la pretemporada. Una noche, Stuart Pearce (entrenador actual de la selección sub-21 de Inglaterra y entonces entrenador del City) dio permiso a sus jugadores para cenar en la ciudad. Esta situación fue aprovechada por Barton para entrar en un bar, con tan mala suerte que fue a parar a uno lleno de aficionados del Everton, equipo en el que militó durante su etapa juvenil. Algunos de éstos bromearon con Barton, que se volvió feamente hacia ellos. Así las cosas, un niño de 15 años le pegó una patada, y Barton respondió con una bofetada que le costó 8 semanas sin cobrar.
No parece que el castigo recibido por la bofetada tuviera el efecto deseado. En septiembre de 2006 no se le ocurrió otra cosa que bajarse los pantalones en dirección a los aficionados del Everton, y enseñarles su trasero.
A pesar de sus excentricidades, fue convocado por Steve McClaren para acudir a la selección de Inglaterra en febrero de 2007. Sin embargo, Barton no cedió en sus constantes actos vandálicos. En marzo del citado año y tan solo un mes más tarde de su primera aparición con la selección de McClaren, fue arrestado como sospechoso de un asalto relacionado con un taxista, aunque él negó haber cometido delito alguno.
No contento con su carrera criminal hasta entonces, fue imputado por asalto debido a un altercado con su compañero en el Manchester City Ousmane Dabo en mayo de 2007. Logró esquivar la cárcel pero solo moméntaneamente.
Como no podía ser de otra manera, sus actos vandálicos y sus excentricidades acabaron teniendo su efecto en el campo. En noviembre de 2007 fue expulsado por una criminal entrada sobre Dickson Etuhu, entonces jugador del Sunderland.
El 2007, su «annus horribilis», no pudo terminar peor. El 27 de diciembre, tras beber unos cuantos litros de cerveza, fue cazado en un restaurante de la popular cadena McDonald’s encarándose con un hombre y golpeándole a puñetazo limpio hasta 20 veces. No contento con lo sucedido, atacó a un adolescente de 16 años, rompiéndole algún diente de un puñetazo. En mayo de 2008 fue condenado por este acto violento a seis meses de cárcel, aunque finalmente solo cumplió 74 días.
Un año más tarde y tras su periplo carcelario, en mayo de 2009, Barton volvió a las portadas debido a una terrible entrada sobre Xabi Alonso. No solo fue expulsado del partido, sino que su técnico de entonces, Alan Shearer, lo relegó el resto de la temporada tras una encarnizada discusión en la que Barton dijo a Shearer que era «un entrenador de mierda con tácticas de mierda».
Ya en noviembre de 2010, una cámara le cazó propinando un puñetazo en el estómago a Morten Pedersen durante un partido contra el Blackburn. Pese a la clara agresión, solo recibió una tarjeta amarilla.
El capítulo final de la polémica carrera de Barton comenzó en junio de 2011, mes en que se confirmó la marcha de Kevin Nolan, capitán del Newcastle hasta entonces, al West Ham de Sam Allardyce. Barton desató su ira a través de Twitter. El bueno de Barton ha encontrado en esta red social un canal idóneo para dar rienda suelta a sus frustraciones, su ira y sus opiniones sin ser arrestado. En esta ocasión escribió que «yo, José (Enrique) y Jonás (Gutiérrez) seremos los siguientes (en irse)».
Pero sus ataques a través de Twitter, para desgracia del Newcastle, no cesaron ahí. Este julio, tras serle denegada la visa para viajar de pretemporada a Estados Unidos con el Newcastle por llevar menos de cinco años sin problemas con la justicia, criticó las leyes de inmigración de los EE.UU.
En los «tweets» que le pusieron en la puerta de St. James’ Park acusaba al Newcastle de «falta de ambición».