Juan Antonio Parejo

La clave era Carrick (3-0)

Fácil victoria local para el United en un emotivo regreso de Scholes ante su parroquia, adornado con un gol. Flojo Bolton que en ningún momento supuso una amenaza. Notable partido de Carrick, que manejó en todo momento el encuentro y anotó el tercer gol. 

 

Premier League

Manchester Utd. 3
Bolton 0
Ficha técnica
3 – Manchester United: Lindegaard; Evra, Ferdinand, Evans, Rafael; Scholes (Giggs, 68), Carrick, Nani (Park, 68), Valencia; Rooney, Welbeck (Chicharito,71).
0 – Bolton: Bogdan; Steinsson, Wheater, King, Ricketts; Muamba (Pratley, 80), M. Davies, Reo Coker, Petrov (Tuncay, 86), Eagles (Riley, 68); N’Gog.
Goles: 1-0, m.45+1: Scholes. 2-0, m.71: Welbeck. 3-0, m.82: Carrick.
Sencillo y buen partido del Manchester United, ante un débil y simplón Bolton, sumido en las catacumbas de la clasificación y lastrado por una defensa tan rígida como ineficaz. Más allá de la victoria, sin embargo, Ferguson podrá sacar interesantes conclusiones. Una de las más evidentes será Michael Carrick, probablemente ese centrocampista que a gritos piden los “red devils”.
 
Sir Alex colocó a Paul Scholes junto a Carrick en su regreso a Old Trafford, en lo que se podría considerar como toda una declaración de intenciones. En los costados, dos puñales como Nani y Valencia, autor de un excelente partido, y arriba Rooney y Welbeck, en constante movimiento. Con Carrick y Scholes, los locales ganaron en racionalidad y concreción en su juego, con salidas limpias desde atrás. Quizá no se trate de un jugador sobresaliente, pero el ex del West Ham y del Tottenham posee la tan poco frecuente virtud de saber elegir siempre lo correcto, de hacer en todo momento aquello que la jugada demanda. Además, posee una habilidad excelente como pasador, como atestiguó Welbeck nada más comenzar el encuentro, desaprovechando un fantástico envío del mediocentro.
 
Mucho más armonioso que en otros encuentros anteriores, se desplegaba y combinaba con facilidad el United, con posesiones más largas, llegando con asiduidad al área de Bogdan, con un brioso y veloz Valencia en banda derecha. A ello se sumaba Johnny Evans, incorporándose con frecuencia al ataque, siempre con criterio y sentido, rompiendo las líneas de presión de los “trotters”. Solo el desacierto local les alejaba del gol, llegando Rooney a fallar un penalti hacia la media hora de juego, espléndidamente repelido por un Bogdan que fue, de largo, el mejor de su equipo. Con una defensa tan rígida a la que continuamente desnudaban los pases interiores de Carrick, Scholes o Rooney, el gol no era sino cuestión de tiempo.
 
Y tardó, pero acabó llegando justo antes del descanso. Lo logaría Paul Scholes, el héroe que regresaba a su hogar, remachando un centro raso de Nani desde la banda derecha. Olas de emotividad se percibían en Old Trafford, que a punto estuvo de caerse tras el gol del magnífico pelirrojo, posiblemente el mejor volante que hayan dado las Islas en un par de decenios.
 
Tras el descanso, salió algo más decidido el Bolton, aunque con escasa fortuna, buscando a N’Gog, que dispuso de una clara ocasión al poco de reanudarse el encuentro. Que un jugador como el francés haya podido jugar en todo un Liverpool demuestra hasta qué punto puede llegar a ser generoso el fútbol. Poco más aportaban los de Owen Coyle, más allá de algunas galopadas de Martin Petrov y el saber hacer de Mark Davies.
 
La posesión de balón llegó a igualarse y los locales optaron por replegar líneas moderadamente y ceder algo de posesión, esperando una contra que cerrase el encuentro. Ya con Giggs y Park sobre el césped, Welbeck acabó con el partido a veinte minutos del final tras una buena combinación con Rooney. Sabor agridulce sin embargo para el delantero inglés, que al punto se lesionó en su remate a puerta. Malas noticias para Sir Alex Ferguson, al que la movilidad y el entusiasmo de Welbeck parecen gustar más que el oportunismo matador de Chicharito Hernández y el genio pasivo de Berbatov, siempre a la deriva. Ya con el partido muerto, Carrick consiguió redondear su buena actuación con un zurdazo raso a la base del poste derecho de Bogdan, que nada pudo hacer para evitar el tercer gol.
 
No dio más de sí el partido, que ofrece una lectura positiva para Sir Alex Ferguson. Tras las derrotas ante Newcastle y Blackburn, la imagen ofrecida este sábado por los “red devils” fue de lo más satisfactoria. Buena parte de ello se lo debe a un centrocampista como Michael Carrick, que se antoja indiscutible en este equipo. Sin embargo, los designios de Sir Alex son siempre inescrutables.
 

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Juan Antonio Parejo