Premier League
Manchester City | 4 |
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Manchester Utd. | 1 |
Ficha técnica |
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4 – Manchester City: Hart; Kolarov, Kompany, Nastasic, Zabaleta; Fernandinho, Touré, Navas (Milner, 71), Nasri; Agüero (Javi García, 86), Negredo (Dzeko, 75). |
1 – Manchester United: De Gea; Evra, Vidic, Ferdinand, Smalling; Carrick, Fellaini, Ashley Young (Cleverley, 52), Valencia; Rooney, Welbeck. |
Goles: 1-0, m.16: Agüero. 2-0, m.45+1: Touré. 3-0, m.47: Agüero. 4-0, m.50: Nasri. 4-1, m.87: Rooney. |
Citizens y Red Devils llegaban al derbi con un buen saco de dudas a sus espaldas y tras finalizar, se extraen dos conclusiones bien sencillas: que el mayor rival del Manchester City en Inglaterra es el propio Manchester City y que el United sigue siendo horriblemente liviano en la medular, un problema que ya arrastra desde hace varias temporadas. Carrick y Fellaini para contrarrestar a Touré y Fernandinho suena realmente palmario. Aunque solo sea por nombre, los retos le vienen bien a este Manchester City, tantas veces acomodado y necesitado de acicates que le obliguen a dar lo mejor de sí mismo. Y es que algunas cuentas quedaban pendientes.
Como no podía ser de otra forma, los de Pellegrini comenzaron dominando frente a un Manchester United que hacía aguas en el centro del campo, tan solo sostenido arriba por Wayne Rooney. Escalonados, Fernandinho guardaba la posición y Touré mandaba a sus anchas a lo largo y ancho del tapete, conectando a unos móviles y participativos Nasri y Agüero. Al cuarto de hora y con un United muy atrás, Valencia se despistó y no siguió el avance de Kolarov. El centro del serbio lo remató de manera soberbia el Kun, jaqueca constante para Ferdinand y Vidic. Con un fantasmal Fellaini en el eje, el City mandaba a placer y poco después una volea de Nasri sacó astillas al larguero. La lluvia arreciaba para los Red Devils, pero la tormenta aún estaba por llegar, incapaces de alcanza zonas de peligro Citizen cuando estos replegaban en dos líneas de cuatro, con un Fernandinho eficaz en labores más oscuras.
Hacia la media hora, los locales optaron por bajar el ritmo y activar el modo control, conocedores de las debilidades rivales. Ordenados y un extraordinario Kompany mediante, cualquier intentona visitante quedaba difuminada como lágrimas en la lluvia. Más aún cuando al poco de llegar el descanso, Negredo peinó un balón en un córner botado por Nasri que Touré remachó con su rodilla derecha, propinándole un crochet al United del que ya no se levantaría, si es que los de Moyes tenían alguna posibilidad.
Una vez reanudado el encuentro, los Citizens decidieron ajusticiar por la vía rápida. Habilitado por un muy buen Nasri, Negredo aguantó fenomenalmente un balón ante Vidic y asistió al Kun, quien de nuevo no perdonó ante De Gea, con Fellaini de testigo presencial. Logrado el tercer gol local el torrencial no amainó, sino que con metros por delante, Jesús Navas empezó a hacer de las suyas. Un imperial y expeditivo Kompany interceptó un ataque del United en su propia área y la envió para Navas, quien tras una formidable carrera de cuarenta metros centró para que Nasri pusiera el cuarto en el marcador y el delirio en las gradas del Etihad Stadium.
Para entonces, intentando que escampase, Moyes recurrió a su viejo plan del Everton. Testimonial y desubicado en la divisoria, colocó a Fellaini por detrás de Rooney y a Welbeck en banda, sacrificando a Young por Cleverley e intentado de paso fortalecer su convaleciente centro del campo. Pero si lo logró, fue porque el City, terminados los deberes, decidió tomarse libre lo que quedaba de día. Con Negredo y posteriormente Dzeko buscando su gol y con Fellaini ya arriba, el United pudo comenzar a husmear el área Citizen. En un córner, Evra la mandó al palo y finalmente Wayner Rooney, el único superviviente al naufragio, mandó de manera magistral un libre directo a la escuadra izquierda de Joe Hart, cuando faltaba ya poco para la conclusión.
Con el final del partido, las carencias del Manchester United quedaron de nuevo al desnudo y a la vista de todos. Desde el deceso de Scholes sigue sin existir un centrocampista que acompañe a Carrick y que erija en su mariscal de campo, quedando huérfanos de ideas los Red Devils, basando todo su potencial en su consabido oficio y su puño de acero en ambas áreas. Poca cosa si el rival que hay enfrente es un equipo de la categoría del City, que parece aprenderse el abecedario y empieza a conocer el manual de Pellegrini. Un equipo con ases como Touré, Agüero, Kompany o Hart, con la mejor plantilla de Inglaterra y que de no agostarse en la autosuficiencia, tiene elementos de sobra para gobernar la Premier e intentar extender sus dominios por Europa. La goleada del Etihad así lo certifica.