La maldición del «9»

 

Parece cosa de brujas, pero la verdad es que después de tres años desde el desembarco de Sulaim Al-Fahim y tras muchos millones invertidos, el Manchester City sigue sin encontrar a la persona que debe ser su referencia en la delantera.

 

Se han probado todos los perfiles de jugador: pequeños y habilidos, corpulentos, con buen desmarque, que sepan jugar de espaldas, buenos rematadores… Pero por diversos factores, ya sean futbolisticos o ajenos a la cancha de juego, los «citizens» tienen un vacío en la delantera que intentarán volver a llenar este mismo verano.

 

Sergio Agüero, después de cuajar cinco excelentes campañas en el Atlético de Madrid e ir trepando hasta convertirse en un excelente jugador reconocido mundialmente, intentará hacerse con el puesto que tantos quebraderos está dando a Roberto Mancini, y que anteriormente ya le dió a su predecesor Mark Hughes.

 

En el capítulo de decepciones, hay jugadores que han resultado mas bluff que otros, ya que, normalmente, el rendimiento aportado va muy relacionado con el dinero que desembolsó el club por ellos.  Los casos más flagrantes desde un punto de vista financiero han sido los de Jo y Roque Santa Cruz, que costaron 18 millones de libras cada uno, un coste muy superior a su valor de mercado. Luego está el caso de Bellamy, Robinho, Adebayor o Balotelli, que han generado más problemas fuera del campo que buenas actuaciones dentro de él.

 

 

Desde que Al-Fahim se puso a buscar un delantero de garantías, ha despilfarrado casi 185 millones de libras (sin contar los 35 que pagará por Agüero) y ha obtenido 100 goles en tres temporadas. Y eso considerando que, de estos 100, 43 son de Tévez. El «apache» es quizás el que mas se ha adaptado con garantias al puesto y quien más ha gustado a dirigentes y aficionados. Pero el siempre complicado carácter del argentino, sumado a la supuesta falta de adaptación de él y de su familia a la ciudad, hacen que Tévez a día de hoy parezca estar con la cabeza más fuera que dentro del City.

 

De todos estos delanteros, Robinho y Jo ya se fueron, mientras que Adebayor, Bellamy y Santa Cruz no entran en los planes de Mancini y están en venta. Balotelli y Dzeko siguen luchando por alcanzar el éxito en el club, pero en vista de sus actuaciones y sus números, tendrán que pelear más bien por ser el primer sustituto de Agüero.

 

Si Tévez acaba emigrando, quizás Al-Fahim y Mancini deberían comenzar a pensar en recurrir a la brujería. Que después de tantos jugadores, el único que ha triunfado se quiera ir por no gustarle la ciudad podría catalogarse como una maldición.