Ilie Oleart

La mediocridad ampliada

El Manchester City y Manuel Pellegrini recibieron una avalancha de críticas tras su eliminación en semifinales de la Champions League ante el Real Madrid. ¿Exageración o realidad? 

 
Uno de los efectos más perniciosos de las redes sociales es su capacidad para generar tormentas en un vaso de agua. Mediante el efecto de bola de nieve, un comentario mesurado puede acabar transformándose en una cascada de comentarios que buscan superar el nivel de crítica de su predecesor. Y en pocos ámbitos es más cierto que en el fútbol. Pongamos un ejemplo.
 
Tras la tímida actuación del Manchester City en su eliminatoria de semifinales de la Champions League ante el Real Madrid, una persona con cierta influencia sobre el público (lo que los horteras dirían un «trend setter») hace un comentario del tipo «qué eliminatoria tan triste del Manchester City». Uno de sus seguidores recupera el argumento y lo traduce en «este es el nivel real de la Premier League». Y el último eslabón de la cadena lo transforma en «el Manchester City lucharía por no descender en la liga española».
 
Con diez años, el fútbol es un sueño. Con veinte, es una pasión. Con treinta es un pasatiempo. Con cuarenta, es un sector industrial más, como la industria algodonera o el sector automotriz. ¿Alguien siente pasión por la industria algodonera? Pues eso. Esta distancia permite analizar los eventos desde la cámara frigorífica de la razón mientras otros pegan berridos entre las llamas de la pasión. Disculpen la licencia poética.
 
¿El Manchester City disputó una buena eliminatoria? No. ¿La UEFA debería prohibirle la entrada en cualquier competición europea futura y emprender acciones penales contra Pellegrini por su planteamiento? Quizás tampoco. El Real Madrid ganó la eliminatoria por 1-0 con un autogol tras 180 minutos. No parece exactamente un baño. Recordemos también de paso que el City eliminó al Paris Saint-Germain en cuartos de final. Recordarán al PSG porque es ese equipo que está cuarto en la Football Money League de Deloitte. ¿El primero? El Real Madrid.
 
El Manchester City no ha llegado a estas alturas en las mejores condiciones. En liga, tanto antes de la ida como de la vuelta, se vio obligado a alinear a sus jugadores titulares para tratar de certificar el cuarto lugar que permitiría a Pep Guardiola no estrenarse este verano en partido oficial en la Europa League. El domingo, el Manchester City estaba jugando en Southampton un durísimo partido mientras ya hacía más de 24 horas que el Real Madrid había ganado en San Sebastián sin necesidad de la mitad de los titulares.
 
Pellegrini se plantó en Madrid sin David Silva, con la sombra de Yaya Touré y se quedó sin Vincent Kompany a los siete minutos. Son los tres jugadores, junto con Agüero, que han transformado la historia reciente del club. Pocas alforjas para un viaje tan lejano.
 
Una última reflexión: imaginen que el Manchester City marca en el descuento en un saque de esquina, un penalti o una pifia de Sergio Ramos (las tres principales vías ofensivas del equipo de Pellegrini durante la eliminatoria) y accede a la final. ¿Los comentarios habrían sido los mismos?
 

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