Cuando las cosas parece que no pueden ir peor, de repente dan un giro inesperado y confirman que siempre se puede caer más bajo. Este lunes se celebraba en Grosvenor House Hotel, un hotel londinense, una cena de final de temporada. En lugar de servir para aunar esfuerzos de cara al año que viene, la policía tuvo que intervenir para evitar que los presentes acabaran a golpes.
Parece ser que todo comenzó cuando el delantero Demba Ba se negó a firmar un autógrafo. Eso molestó a los aficionados, que increparon al jugador, que junto a otros jugadores, como Manuel da Costa, se enfrentaron con ellos. En la breve pelea que se organizó volaron platos y vasos, hasta que apareció el personal de seguridad del hotel y un grupo de aficionados salió corriendo
Las cosas se calmaron rápidamente y el incidente no pasó a mayores. En la cena estuvieron presentes casi todo el equipo del West Ham, los copropietarios David Gold y David Sullivan y el vicepresidente Karren Brady, a la cual los aficionados podían asistir previo pago.