La explotación de marca es otro punto al que desde las Islas Británicas se recurre a menudo para obtener beneficios. El fútbol es un negocio con todo un universo alrededor. Esto permite ser un medio comunicador muy fuerte, hasta tal punto que los actuales derechos televisivos se han distribuido por un total de casi 5.500 millones de libras. Y es que dentro de todo este espectáculo de lo publicitario, la camiseta constituye uno de los espacios más valiosos por el que grandes corporaciones invierten millones de libras para aparecer en un pequeño trozo de tela. Si juntamos este escaparate con la función de producto como tal de cara al aficionado, obtenemos que la camiseta es uno de los puntos más importantes dentro del campo de juego.

Ejemplo de esto es el caso New Balance. La marca, desde su segmento de calzado deportivo, siempre se ha postulado como un referente en producción dentro de las fronteras anglosajonas. Para su nueva estrategia de comunicación, introduciéndose en el sector de las equipaciones deportivas, han seleccionado al Liverpool. Un club que casa perfectamente con lo que la marca pretende comunicar. Valores de historia y de pasión por unos colores. Y dejando de lado la cuestión de diseño, para gustos colores, New Balance ha sabido interpretar la necesidad que el club tenia y la ha adaptado. Y digo esto puesto que la compañía norteamericana ha creado equipaciones con detalles de esos que a los aficionados enamoran, como pequeños relieves en la parte baja recordando fechas claves o la tercera camiseta, que es un homenaje directo a las 96 víctimas de Hillsborough.

De este modo, también se ha producido una tendencia que rechaza esta forma de trabajar. A muchos de los pequeños clubes que no disponían de una gran infraestructura ni de una cuota de mercado suficiente, los contratos resultaban abusivos, por lo que nació el movimiento de autoproducción de las prendas deportivas. El Southampton es un vivo ejemplo de esto. Los Saints recurrieron la temporada pasada a un entorno completamente producido de manera interna. Por un lado, esto permitió que a mitad de temporada saliese una camiseta para un partido en concreto y por otro creó un auténtica galaxia de productos para el aficionado, lo que generó una mayor simpatía hacia al club en todos los aspectos de la vida diaria. El Southampton finalmente fichó por Adidas para esta campaña que va a dar comienzo.
