Borja Velasco

A la Premier, por su nombre

Cualquier aficionado del planeta fútbol sabe que en el Reino Unido los apelativos para referirse a los diferentes equipos están a la orden del día. Echando la vista atrás, ¿de dónde viene cada uno de los nombres que identifican a los equipos de la Premier League?

 
Inglaterra. Ese país donde se inventó este deporte y que puede presumir de tener más experiencias que ningún otro en el ámbito del balompié. De su intrahistoria se derivan, entre otras cosas, algunos apodos con origen en la fundación de los clubes y que perduran hasta el día de hoy. El aroma del fútbol británico es diferente, algo que se extrapola hasta una cosa tan simple como la forma de referirse a los diferentes equipos que componen sus respectivas categorías.
 
Centrándonos exclusivamente en Premier League, podemos hacer una primera clasificación a partir de aquellos clubes que reciben el apelativo como fruto de sus colores. Es el caso de, por ejemplo, un Chelsea cuyos integrantes reciben el nombre de Blues debido al color azul que tiñe su vestimenta desde 1905: primero fue un azul similar al que luce el Manchester City a día de hoy y, a partir de 1920, pasó a ser el tono que actualmente predomina en Stamford Bridge. Los londinenses son también conocidos como Pensioners por los veteranos de guerra que se encontraban en el hospital de Chelsea tras la Segunda Guerra Mundial.
 
En esta línea de clasificación por colores, encontramos el apelativo que define al Liverpool: los Reds. El club de Merseyside se basa en el rojo que lucen sus atuendos para ser conocido de esa manera, caso idéntico al de los Sky Blues del Etihad Stadium y los Lilywhites de White Hart Lane, dos conjuntos que también tienen cabida en esta clasificación debido al azul cielo y al blanco impoluto de sus colores locales.
 
Precisamente, Manchester City y Tottenham pueden presumir de tener otros dos apelativos: Citizens y Spurs respectivamente. En el primer caso, el apodo de ciudadanos rinde homenaje al nombre del club y se contrapone a un Manchester United que fue fundado en Newton Health, a cuatro kilómetros de Manchester. Por su parte, los Spurs deben su nombre a un noble del siglo XIV llamado Sir Henry Percy que aparece como Harry Hotspur en «Enrique IV» de William Shakespeare. Sus descendientes eran propietarios de unos terrenos cercanos al primer terreno del club en Tottenham Marshes.
 
Al hilo de la categoría que sigue los parámetros de los colores, surge la división de apelativos referidos a animales. Es el caso de los Black Cats (gatos negros) del Sunderland, conocidos así por un fetiche producido en la final de Copa de 1937, la primera conquistada por el club, donde uno de los aficionados de Wearside llevó un gato negro para dar suerte a su equipo. En 1997, cuando abandonó Roker Park para mudarse al Stadium of Light, el club sometió a votación el apodo a sus aficionados, que eligieron por mayoría Black Cats, tras haber sido conocidos como Rokerties hasta entonces a causa del nombre de su estadio.
 
Los Magpies de Newcastle reciben tal nombre por el blanco y negro de una equipación que recuerda a un ave de la familia de las urracas, mismo caso que los Canaries de Norwich, cuyos colores verde y amarillo le asimilan inevitablemente a un canario. Los Hornets de Watford son conocidos como abejorros por el amarillo y el negro que da tono a los colores del club de Vicarage Road.
 
Apartando esta clasificación, existe un grupo de clubes que reciben apelativos exclusivamente de animales; sin colores de por medio. Los Eagles del Crystal Palace son conocidos como tal debido al águila que empezó a decorar su escudo en 1973. También se les denomina Glaziers por el hecho de que fueron los propios decoradores del edificio Crystal Palace –que también da nombre al equipo- quienes fundaron el club.
 
Por su parte, los cisnes (Swans) de Swansea reciben su apelativo en homenaje a la ciudad; rinden tributo a este animal en su escudo y en sus colores. Siguiendo esta línea, encontramos a los Foxes de Leicester, un apodo que encuentra su origen en el gran número de zorros que merodeaba el condado de Leicestershire y la caza practicada en la zona.
 
El bloque más numeroso es aquel que recibe el apodo a partir de su fundación. El Arsenal, por ejemplo, recibe el nombre de Gunners por la fábrica de armas Royal Arsenal de Woolwich, localidad situada al sudeste de la capital inglesa. Los trabajadores decidieron cambiar en 1886 el nombre del Dial Square FC por el del actual Arsenal. El escudo de los londinenses dibuja un cañón en recuerdo a la fábrica de armas que puso la primera piedra de la historia Gunner.
 
Vinculado al ámbito industrial, situamos a los Potters del Stoke y a los Hammers del West Ham. En el caso de los primeros, reciben el nombre de alfareros debido a la gran industria cerámica existente en Stoke-on-Trent ya desde el siglo XIX, cuando se fundó el club. Por otro lado, los londinenses encuentran el origen de su apodo en una empresa metalúrgica, la Thames Ironworks Shipbuilding Co. El martillo, además de darle nombre popular al club, tiene presencia en el escudo desde 1895.
 
El Villa Cross Wesleyan Chapel fue un equipo de cricket que puso la primera piedra hacia la fundación del actual Aston Villa, cediéndole además el apelativo de Villans. Por otra parte, los Cherries de Bournemouth reciben su nombre del campo de cerezos que existía junto a Dean Court. Antes de que en la década de los 70 se impusiera una equipación al más puro rossonero de Milán, el color de las cerezas era pleno protagonista de la indumentaria.
 
Si hay un apodo peculiar entre los clubes de la Premier League ese es el que da nombre al Everton. El apelativo de Toffees se remonta a una tienda de caramelos situada en las inmediaciones de Goodison Park y cuya dueña premiaba a los aficionados que acudían al estadio a animar al Everton. A su paso por la puerta de la Noblett Toffee Shop, los más fieles recibían puñados de dulces para disfrutar mientras animaban al equipo de Merseyside.
 
Otros que no se quedan cortos de originalidad son los Baggies del West Brom. El cuadro de las Midlands es conocido como tal por las bolsas donde recogían la recaudación los porteros de los diferentes accesos al estadio. Los motivos religiosos también tienen cabida en este repaso a los apelativos de los equipos Premier, y es que en Southampton recibieron el apodo de Saints después de que los miembros de la iglesia de Saint Mary bautizaran así al club.
 
El Manchester United encuentra el origen de Red Devils en la figura de Matthew Busby, técnico mancuniano entre 1945 y 1969, y entre 1970 y 1971. El escocés decidió adoptar el apelativo de un equipo de rugby de Salford tras coincidir con ellos en una concentración. Antes de ello, se les había conocido como ‘Busby babes’ por el hecho de que el técnico se apoyaba mucho en los chicos de la cantera, mote que quedó caduco cuando gran parte de la plantilla murió en la tragedia aérea de Múnich en 1958. En 1970, se incluyó en el escudo la figura de un diablo. 
 

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