Champions League
Manchester Utd. | 1 |
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Real Madrid | 2 |
Ficha técnica |
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1 – Manchester United: David De Gea, Patrice Evra, Rio Ferdinand, Nemanja Vidic, Rafael (Antonio Valencia, 87), Nani, Danny Welbeck (Ashley Young, 81), Tom Cleverley (Wayne Rooney, 73), Michael Carrick, Ryan Giggs, Robin van Persie. |
2 – Real Madrid: Diego López, Álvaro Arbeloa (Luka Modric, 59), Raphael Varane, Fábio Coentrão, Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo, Mesut Özil (Pepe, 71), Sami Khedira, Xabi Alonso, Ángel Di María (Kaká, 45), Gonzalo Higuaín. |
Goles: 1-0, m.48: Ramos (p.p.). 1-1, m.66: Modric. 1-2, m.69: Ronaldo. |
Es una pena que el gran protagonista del partido acabara siendo el árbitro turco Cüneyt Çakir por culpa de la rigurosa expulsión de Nani. Ese protagonismo inmerecido evitará que nos dediquemos a hablar sobre los mil partidos de Ryan Giggs, la excelente estrategia de Sir Alex Ferguson, la irrupción imparable de Raphael Varane o la magnífica media hora final de Luka Modric. Pero todavía hay algo peor. La decisión del colegiado nos privó de media hora más de fútbol de alto voltaje, con fundamento, del que solo estos grandes choques de la Champions League pueden proporcionar.
El United fue mejor casi siempre antes de la expulsión y un buen rato después. Los Red Devils se adelantaron tras la reanudación con un gol en propia puerta de Ramos pero no fueron capaces de resistir el empuje del Madrid con uno más. Cuneyt Cakir expulsó a Nani con roja directa por plantar sus tacos sobre el costado de Álvaro Arbeloa involuntariamente y Luka Modric se encargó del resto.
Mourinho dio entrada al croata inmediatamente tras la expulsión y Modric puso el empate con un potente disparo desde fuera del área. Solo tres minutos después, Ronaldo decidió la eliminatoria al rematar en el segundo palo un disparo desde la derecha.
La estrategia de Ferguson fue tan sorprendente como acertada. El escocés dejó en el banquillo a Wayne Rooney en beneficio de Danny Welbeck, que realizó un magnífico partido, controlando a Xabi Alonso en defensa y contragolpeando con peligro. Ferguson consideró que Welbeck, que solo suma dos goles en toda la temporada, era el hombre idóneo para replicar la estrategia de Jürgen Klopp con Mario Götze que tan buenos resultados le dio al Dortmund en la fase de grupos, cuando ganó cuatro de los seis puntos al Madrid.
Otro de los nombres propios del once fue el de Ryan Giggs, que alcanzó los mil partidos oficiales en su carrera. A sus 39 años y con un inicio de calvicie, Giggs realizó un despliegue físico encomiable, ayudando a Rafael a controlar a Cristiano Ronaldo, a quién la megafonía anunció como «el magnífico número siete».
El United, como se esperaba, cedió la iniciativa al rival pero abrazó con entusiasmo la posibilidad de contragolpear cada vez que se presentó la ocasión. Welbeck demostró que posee cualidades para llegar al máximo nivel pero todavía debe trabajar su finalización. El inglés debió haber embocado después de que le cayera el rechazo de Diego López tras un disparo de Robin van Persie.
Welbeck jugó un papel determinante en el gol inicial. El inglés no pudo disparar con comodidad tras el pase de Rafael. Robin van Persie tampoco pudo aprovechar el balón suelto, que fue recogido por Raphael Varane. El francés se hizo un lío y Nani le robó el balón sobre la línea de fondo. El portugués centró raso y Ramos se encargó de enviarlo al fondo de las mallas.
Acto seguido llegó la jugada que decidió la eliminatoria. Nani, en su intento por controlar un balón en el aire, levantó su pie más de la cuenta e impactó sobre el costado de Arbeloa, al que no llegó a ver. El árbitro le expulsó y Mourinho realizó una jugada maestra dando entrada a Modric.
El croata dictó el tempo del partido e igualó con un magnífico disparo. Tres minutos después, Modric y Ozil ayudaron a Higuaín a encontrar espacio para disparar. Ronaldo empujó el balón al fondo de las mallas.
El United recurrió a la épica y estuvo a punto de igualar en varias ocasiones pero Diego López evitó el gol.
El pitido final desencadenó algunas escenas que recordaron a otro arbitraje polémico en un estadio inglés en Champions League. Rio Ferdinand dedicó unos aplausos sarcásticos al colegiado ante sus mismas narices, mientras Giggs le cantaba las cuarenta. El disgusto de Ferguson era tal que se negó a acudir a la rueda de prensa. En todo caso, es fácil imaginar su opinión.