El próximo 18 de agosto arrancará la Premier League 2012-13. A pesar de que queda menos de un mes, la mayoría de los grandes todavía tiene los deberes por hacer. Una curiosidad: varios jugadores internacionales como Michael Owen, Owen Hargreaves o Emile Heskey siguen sin trabajo.
La entrada en vigor de las normas de juego limpio financiero de la UEFA, que limitarán las inyecciones directas de capital de los propietarios, así como la grave situación financiera de algunos de esos clubes han provocado que el mercado esté más parado de lo habitual por estas fechas. Si a esto sumamos que el mercado doméstico se alimenta en buena parte de los desembolsos de los grandes, nos encontramos con una situación de estancamiento casi total del mercado inglés.
Man City y Chelsea son los que más sufrirán con las nuevas normas
El éxito de Rodgers dependerá de lo que logre ingresar por ventas
Manchester City y Chelsea son los dos clubes más afectados por la entrada en vigor de las normas UEFA. El campeón no ha fichado a nadie a estas alturas y resulta difícil que lo haga a menos que venda a algún jugador. El Chelsea ha fichado a Hazard y Marin, pero ha dejado ir a Drogba, que tenía un sueldo desorbitado, gracias en buena medida a los ingresos derivados de la consecución de la Champions League.
El Manchester United está lastrado por sus descontroladas deudas, originadas con la compra del club por parte de los Glazer. Sir Alex Ferguson ha incorporado a Shinji Kagawa y a Nick Powell y todavía deberá incorporar un lateral izquierdo. Pero barato, porque las arcas no dan para más a menos que haya ventas. Y la única que puede haber es la de Berbatov.
Arsenal y Tottenham son dos clubes bien gestionados, con una cuenta de resultados equilibrada, pero que no pueden permitirse gastar mucho más de lo que ingresan. El Arsenal ha incorporado a Podolski y Giroud. El dinero de van Persie se invertirá en uno o dos jugadores, posiblemente un delantero y un medio centro.
El Tottenham fichará definitivamente a Adebayor pero no harán ninguna otra inversión a menos que se venda a Modric. En ese caso, Villas-Boas dispondrá de 35 o 40 millones de libras para fichar a su recambio y a otro jugador, posiblemente de ataque.
El que deberá acometer un cambio más radical será el Liverpool. Brendan Rodgers necesita jugadores con unas características específicas para aplicar su sistema. Pero antes deberá vender a todos los que no le sirven. Y son unos cuantos, comenzando por Andy Carroll. De lo hábil que sea con las ventas dependerá su presupuesto de fichajes y, en última instancia, su éxito como entrenador.