El único partido de Premier League del sábado acabó convirtiéndose en un partido emotivo y con un nombre propio. Frank Lampard marcó sus goles 202 y 203 con la camiseta del Chelsea y superó a Bobby Tambling como máximo goleador del Chelsea en sus 108 años de historia. Y su renovación sigue sin sellarse.

 

El partido también tuvo su cuota de emotividad por el bando local. Villa Park rindió un sentido homenaje a Stilyan Petrov, que anunció entre semana que dejaba el fútbol debido a la lucha que mantiene contra la leucemia. Desde hace un año, los aficionados del Villa en el minuto 19 de cada partido explotaban en un estruendo de aplausos dedicados al búlgaro en muestra de apoyo y solidaridad.

 

En cuanto al partido, el Chelsea logró una remontada que aseguró su participación en la próxima Champions, mientras que el Aston Villa sigue sin sellar su salvación. Si el Wigan ganara al Arsenal el martes, se jugarán la permanencia en el DW en la última jornada.

 

Los Villanos pusieron todo en el asador, especialmente arriba con Christian Benteke y Gabriel Agbonlahor, que venía de anotar un doblete ante el Norwich. Mientras, los Blues llegaban con intención de sellar su pase directo a Champions pero también pensando en la final de la Europa League en Ámsterdam de la próxima semana ante Benfica, por lo que Benítez dejó en el banquillo a David Luiz, Ivanovic, Oscar y Torres.

 

Los Villanos iniciaron dominando pero el Chelsea fue emparejando el encuentro y la pelota solo transitaba en el medio campo sin avanzar con peligro hacia las áreas. El partido demandaba de un jugador que rompiera el esquema y en esas apareció Benteke. El belga recibió la pelota y avanzó y avanzó ante la pasividad de la defensa visitante. Con un amague se deshizo de Cahill y definió a placer.

 

Con el gol, el ritmo del partido decayó y lo más emocionante llegó al finalizar el primer tiempo cuando Ramires se equivocó de deporte y en un balón divido levantó la pierna como si de un karateka se tratara y se llevó la segunda amarilla y el pase a los camerinos antes de tiempo.

 

La remontada con uno menos se antojaba complicada para los Blues. Pero todo cambió en el minuto 58, cuando Benteke decidió imitar a Ramires, esta vez contra Terry, y emparejó las cosas. Con diez por banda y más de 30 minutos por jugar, los de Benítez se lanzaron en busca del gol.

 

Tres minutos después de la expulsión de Benteke, Lampard empató con un zapatazo al borde del área que le permitía igualar con Tambling como máximo goleador de la historia del club. Pero todavía no había dicho su última palabra.

 

En el minuto 88, Villa Park fue testigo del gol 203 de Lampard. Un gol que, más allá de colores y camisetas, representa un premio a una carrera que parece que tiene todavía más para dar. Incluso en el Chelsea. La posible llegada de Mourinho al club podría suponer la continuidad de Frankie en el club, algo que parecía impensable meses atrás.

 

En la última jornada, el Chelsea recibirá a Everton con la Champions virtualmente garantizada en lo que supondrá un merecido homenaje a Frank Lampard y la despedida de Rafa Benítez como técnico local. El español ha logrado el objetivo prioritario, clasificar para la Champions, y está a un paso de lograr un título europeo. Buen bagaje para ser un técnico interino.