«El único deber que tenemos con la historia es reescribirla.» Oscar Wilde
Los hombres vivimos en un mundo cambiante. La realidad cambia de un instante para otro. Lo que ayer era de una forma, hoy lo es de otra. Esto es precisamente lo que hace tan apasionante la vida, la impredecibilidad que de ella emana.
El fútbol no es una excepción, tal y como pudimos comprobar los amantes del fútbol inglés a lo largo de la tercera ronda de la FA Cup.
De entrada, estaba el derbi de Manchester, el City-United. Ya de por sí era un auténtico partidazo, pero el hecho de ver a Paul Scholes, retirado al final de la pasada campaña, en el banquillo de los «red devils» le dio un punto histórico y romántico al encuentro que lo hizo todavía más interesante. No vuelve como técnico, ¡vuelve como jugador! Se ha hablado mucho de los posibles fichajes del United en enero, pero pocos esperaban que fuera Paul Scholes, de 37 años, el contratado. Fuera de Scholes, que jugó media hora, ¿qué decir de los 90 minutos?. No hay palabras para describir lo ocurrido en ellos. Solo puedo decir que si los «citizens» hubieran empatado en el último minuto, algo que estuvo cerca de ocurrir, después de ir perdiendo 0-3 al descanso y con un hombre menos, se seguiría hablando de este partido dentro de 30 años.
Para los que no tuvieran suficiente con el retorno de Scholes y la casi remontada del City en un partido épico, ayer tuvieron suerte. El Arsenal disputaba la tercera ronda de la FA Cup contra otro histórico del fútbol inglés, el Leeds United (último campeón de la liga inglesa antes de llamarse Premier League), en el Emirates. Algunos podrían pensar que era un partido más, pero nada más lejos de la realidad. Uno de los tres «gunners» que tienen una estatua fuera del campo, Thierry Henry, cedido por los New York Red Bulls, volvía a debutar con los de Arsene Wenger. Tras cuatro años y medio lejos del Arsenal, entró en el partido en el minuto 68, con 0-0 en el marcador. Diez minutos más tarde, marcó el gol de la victoria en su primer partido. El jugador que lideró el Arsenal de los «invencibles» anotando 30 goles en la Premier League 2003-04 llevó a los londinenses a una nueva victoria y quién sabe hasta qué punto puede ser importante en los dos meses que va a estar bajo las órdenes de Wenger.
Más allá de la vuelta de Scholes al Manchester United y la de Henry al Arsenal, ayer en el Emirates Stadium, un lunes a las 8 de la tarde y bien pocos grados de temperatura, no cabía un alfiler. El campo estaba lleno. Todo ello define perfectamente al fútbol inglés: un cóctel de tradición, romanticismo, pasión y emoción. Afortunadamente, no parece que esto vaya a cambiar, a pesar de la impredecibilidad de la vida. La apasionante historia del fútbol inglés se reescribe constantemente. Larga vida al fútbol inglés.