La gamba Sammy (Southend United)
Sammy es el mejor ejemplo de que no siempre es buena idea utilizar el mote del equipo para diseñar la mascota. No contentos con asustar a los aficionados más jóvenes del Southend con una gamba del tamaño de una ballena, los alegres dirigentes del club decidieron acompañar a Sammy de un amigo con forma de anguila, Elvis J Eel. Si invitan a un par de amigos más, ya podremos preparar una paella.
Sammy es el mejor ejemplo de que no siempre es buena idea utilizar el mote del equipo para diseñar la mascota. No contentos con asustar a los aficionados más jóvenes del Southend con una gamba del tamaño de una ballena, los alegres dirigentes del club decidieron acompañar a Sammy de un amigo con forma de anguila, Elvis J Eel. Si invitan a un par de amigos más, ya podremos preparar una paella.

Toby Tyke (Barnsley)
El perro, el mejor amigo del hombre, no podría ser una mala mascota. Aunque se trate de un bulldog con pinta de que incluso los gatos más tontos del barrio le hacen bullying.

El conejo Scunny (Scunthorpe)
¿A quién no le gusta un conejo, ese animal pequeño y adorable? Pues a sus propios aficionados. En efecto, los hinchas del Scunthorpe United lanzaron una petición en Internet para sustituir a este pobre animal indefenso por Iron Lion, el león de acero. De momento, Scunny ha sobrevivido a los intentos de sus propios aficionados de degollarle el pescuezo. Literalmente.

Las urracas Maggie y Monty (Newcastle)
Una costumbre común del ser humano es tratar de paliar la (mala) calidad con la (abundante) cantidad. Así, es común ver parejas de mascotas. Cuando esto sucede, suele ser mala señal. Es el caso de este par de urracas.

Hammerhead (West Ham)
Una cosa no se le puede reprochar al West Ham: coherencia. El apodo del club es «los Hammers» (los martillos). El nombre de la mascota es Hammerhead, cabeza de martillo. ¿Y su diseño? Bueno, pues una cabeza… con forma de martillo.

La gaviota Gilbert (Torquay United)
Si los mariscos son mal material para una mascota, las aves no se quedan atrás. Para colmo, Gilbert no tiene buenas pulgas (nótese la metáfora animal), como pudimos comprobar la temporada pasada. Según el reputado Torquay Herald Express, el comportamiento de la mascota provocó «un altercado con aficionados y un intercambio de palabras poco propio de una gaviota amistosa». Un testigo del incidente dio más detalles sobre lo sucedido: «Todos pensamos que estaba de broma pero entonces nos llamó «panda de cabrones». Tras intercambiar opiniones, se fue a la otra grada pero, al finalizar el partido, volvió y nos estuvo provocando hasta que salimos».

Gunnersaurus (Arsenal)
La mascota del Arsenal se ha ganado a pulso un lugar en el olimpo de las mascotas. Quién lo habría imaginado cuando hace 20 años, el club convocó un concurso para crear una mascota y el joven Peter Lovell se llevó al gato al agua (nótese, de nuevo, la metáfora animal). Sus fotos junto a Arsène Wenger forman parte de la historia de las mascotas.

Harry el sombrerero (Luton Town)
¿A qué niño no le emociona una mascota que dedica su vida al noble arte de proteger testas? La mascota del Luton vivió su momento más duro en 2008, cuando su cabeza fue robada justo antes de un evento en la cadena Debenham’s.
¿A qué niño no le emociona una mascota que dedica su vida al noble arte de proteger testas? La mascota del Luton vivió su momento más duro en 2008, cuando su cabeza fue robada justo antes de un evento en la cadena Debenham’s.

El águila Pete (Crystal Palace)
Si Gunnersaurus es un icono del fútbol mundial por su candidez y sus formas redondeadas, Pete es un gurú de la moda. Una fama que se ha ganado a pulso gracias principalmente a las gafas de sol que luce en cada ocasión.
Si Gunnersaurus es un icono del fútbol mundial por su candidez y sus formas redondeadas, Pete es un gurú de la moda. Una fama que se ha ganado a pulso gracias principalmente a las gafas de sol que luce en cada ocasión.

Moonchester (Manchester City)
En ocasiones, pensar demasiado puede resultar contraproducente. En un intento por dotar a la mascota de una historia propia, los creativos del Manchester City fueron demasiado lejos. Esta es la historia de Moonchester (la unión de Moon y Manchester): es una alienígena que vivía en una luna azul y que oyó hablar de un «gran club de fútbol». Fue entonces cuando decidió mudarse (se desconoce el medio de transporte que utilizó) al norte de Inglaterra. Pero no lo hizo solo. Le acompañó su novia, Moonbeam.

Jolly Green Giant (Yeovil Town)
Algunos clubes optan deliberadamente por evitar los animales y dan rienda a suelta a su imaginación. Es el caso del Yeovil, cuya mascota es un gigante verde. Pensándolo bien, ¿qué tiene de malo un tigre?

El caballo blanco Billie (FA Cup)
Existen ciertas dudas sobre si una competición debería tener mascota. Viendo la de la FA Cup, esas dudas se esfuman. La respuesta es no.

Bodger (Wycombe Wanderers)
El Wycombe quiso honrar su glorioso pasado como centro de fabricación de mobiliario con su mascota. El resultado fue Bodger (chapucero), un tipo con cara afable y una cabeza del tamaño de un meteorito pequeño.

La leona Bella (Aston Villa)
Los felinos tienen fama de fieros. La leona nos demostró lo equivocados que estamos tras la cariñosa acogida que le dispensó a Tim Sherwood esta temporada. Dicen sus allegados que Gunnersaurus quedó gratamente impresionado por Bella.

Mención de honor: Mr. Testicles
De esta guisa se presentó Mr. Testicles en Goodison Park. Eso sí, lo hizo por una buena causa: una campaña contra el cáncer en los hombres.
