Soñar es bonito, aunque la realidad suele ser bien diferente y acaba por imponerse. No es el caso del Newcastle, un equipo que, tras perder a cuatro de sus mejores jugadores de la temporada pasada (Carroll, Nolan, José Enrique y Barton), ha logrado 12 puntos de 18 posibles hasta ahora.

 

No contento con eso, además se permite el lujo de ganar con estilo. Clara muestra de ello es que hoy tuvo el 63% de la posesión y disparó 11 veces sobre la portería rival, nueve más que el Blackburn.

 

El recital de las «urracas» comenzó en cuanto se puso a rodar el balón. Tioté, Obertan, Leon Best y Gutiérrez crearon peligro en la portería rival, pero no fue hasta que Demba Ba decidió enchufarse en el partido que los locales tomaron el control del mismo.

 

Primero en el 27 y posteriormente a la media hora clavada, el delantero francés materializó el dominio de los de Alan Pardew, ayudado por la pésima labor defensiva llevada a cabo por el Blackburn Rovers. El primer gol lo anotó tras controlar de espaldas a la portería, darse la vuelta y definir con precisión. El segundo llegó tras un centro que prolongó Steven Taylor y que Demba Ba cabeceó por encima de Robinson.

 

El partido parecía sentenciado a la media hora, pero ya conocemos la faceta zombi del Blackburn, un equipo que, cuando parece muerto, resucita. En esta ocasión no resucitó solo, sino que contó con la colaboración de Ryan Taylor, que regaló un balón a Olsson en su propio campo para que el sueco pusiera un gran pase a Hoilett, que definió con precisión desde dentro del área ante Krul.

 

El Newcastle tuvo un par de ocasiones claras antes del descanso, pero primero Best y después Obertan erraron en su intento de aumentar la distancia en el marcador.

 

Sin cambios al descanso, el Blackburn salió a buscar el empate, pero se encontró con otro gol en contra, y de nuevo con el mismo protagonista. Un centro de Tioté fue cabeceado por Demba Ba que envió de nuevo su remate por encima de Robinson. Hat-trick para el delantero, que todavía no se había estrenado como goleador con el Newcastle.

 

Y ya se sabe que las desgracias nunca vienen solas. A falta de 20 minutos, Martin Olsson fue expulsado por doble amarilla, ambas por protestar al árbitro. Con esta expulsión se acabó el partido, puesto que el Newcastle se conformó con el resultado y el Blackburn se mostró impotente.

 

La victoria consolida a las «urracas» en la zona alta de la tabla pero, más allá del resultado, las sensaciones que deja son muy positivas. Lógicamente, Demba Ba ha sido la estrella de su equipo, pero también ha brillado, y ya van varios encuentros consecutivos, el doble pivote formado por Tioté y Cabaye, que está haciendo olvidar a Kevin Nolan en la medular. Estas «urracas» apuntan alto.