Era el verano de 2013 y en Europa el mercado se enfocaba sobre una negociación en particular, la de Gareth Bale desde el Tottenham al Real Madrid. Tras muchas idas y vueltas, Daniel Levy, dueño y presidente del club londinense, terminó vendiendo al galés por 86 millones de libras esterlinas. André Villas-Boas, técnico de los Spurs por aquel entonces, debió asumir la tarea de, en ese mismo receso, incorporar los jugadores necesarios para reemplazar a un jugador de la talla de Bale.
Villas-Boas sustituyó calidad por cantidad. Y no funcionó
El hueco de Bale fue ocupado por siete jugadores de diferente perfil
Tarea nada fácil, ya que Bale era más que el jugador clave del Tottenham. En muchos partidos de aquella temporada 2012-13 se convirtió en la salvación de los de Londres, que casi finalizan entre los cuatro primeros de la liga tras mantener una dura pugna con el Arsenal hasta la última fecha. El portugués debió ser consciente entonces que ningún jugador iba a ser capaz de reemplazar a Gareth (o, al menos, ninguno que los Spurs pudieran pagar y convencer de fichar). Pero sí debió considerar que la incorporación de varios jugandores podía dotar al equipo de un equilibrio suficiente como para no extrañar a su por entonces exestrella. En este contexto se encerraba algo positivo, la cantidad de dinero que dejó en el club una venta de tal magnitud. Unos fondos que permitieron al club entrar al mercado cual Atila en la batalla de los Campos Cataláunicos.
Los jugadores que llegaron en ese mercado a White Hart Lane generaron algo de dudas entre prensa y aficionados ya que estimaron que el precio abonado por alguno de ellos excedía su valor de mercado. Es el caso de Paulinho (17M£), Roberto Soldado (26M£), Etienne Capoue (9M£), Vlad Chiriches (9M£), Erik Lamela (26M£) y Nacer Chadli (7M£). Christian Eriksen (11M£) es el único que ha justificado su precio.
Demos un salto hacia delante en el tiempo. Ya estamos en 2015. Otro verano para los Spurs, dos años después de estos sucesos. Nos encontramos con que dos de estos siete fichajes ya han abandonado Londres (Capoue y Paulinho) y probablemente no sean los únicos. El rendimiento de Paulinho, Soldado, Capoue, Chiriches, Chadli y Lamela no fue el esperado y esto tiene sus consecuencias. Se excluye a un sólo jugador, y ese es Eriksen, el cual se convirtió en el mejor fichaje de estos siete, por precio y por rendimiento.
Hay un caso que quizás sobresale por los demás y es el de Soldado, ya que su precio fue de lo más discutido en esta camada de fichajes de Levy y Villas-Boas. Procedente del Valencia, fueron 26 millones de libras los que abonaron los Spurs por un delantero que ya tenía 28 años por aquel entonces. Al día de hoy sigue en el club pero en 77 partidos jugados sólo ha sido capaz de marcar 17 goles. Unas cifras paupérrimas que han provocado que perdiera el puesto de titular, primero con Adebayor y luego con Harry Kane.
Como dijimos anteriormente, hay dos jugadores que ya decidieron irse de los Spurs. Es el caso de Paulinho y Capoue, casualmente dos hombres de la medular. Ambos sufrieron el crecer de Nabil Bentaleb y Ryan Mason, dos jóvenes que Mauricio Pochettino mantuvo en el once durante la última temporada. Paulinho llegó de Brasil siendo la pieza clave del Corinthians campeón de la Copa Libertadores y con un precio de 17 millones de libras y fue vendido en 9,8 millones al Guangzhou Evergrande de China. Etienne Capoue, en cambio, decidió quedarse en la Premier League y convertirse en el pase récord del Watford, pero dejando más pena que gloria en los Spurs luego de arribar al Tottenham por una suma de casi 9 millones.
Solo dos años después, dos están fuera y más lo estarán pronto
Eriksen ha sido el único que ha justificado su precio. El resto, puro fracaso
Hay dos casos difíciles de analizar que son los de Chiriches y Chadli ya que no llegaron con expectativas de ser titulares en el equipo. Ambos venían de ligas poco competitivas como Rumania y Holanda y además su precio no fue desorbitado. En el caso del rumano, su rendimiento tuvo altos y bajos, pero nunca se asentó como titular y la temporada pasada, con las llegadas de Eric Dier y Federico Fazio, perdió consideración para Pochettino. La llegada de Toby Alderweireld todavía añade más competencia a un jugador que parece tener los días contados en el Lane. Chadli quizás fue quien más sorprendió, siendo el más barato de los siete. Su rendimiento no fue malo y, al fin y al cabo, siempre fue una opción para el técnico de turno. Los 95 partidos jugados son una muestra de eso, en los que convirtió 20 goles.
Y llegamos a Lamela. Sí, aquel jugador que llegaba con las mayores expectativas de todos, siendo figura en Roma y en River Plate. El argentino que cuando tenía 13 años Barcelona quiso llevarse a la Masía llegó como el verdadero reemplazante de Bale. Hasta el día de hoy se espera que tenga el rendimiento deseado. El argentino no ha logrado encadenar varios partidos en buen rendimiento. En su primera temporada su rendimiento se vio perjudicado por múltiples lesiones y el cambio de técnico en el equipo. Mientras que, en su segunda, completó 50 partidos pero nunca llegó a deslumbrar. Los rumores se han disparado sobre posibles transferencias a los históricos de Italia, como Milan AC e Inter y hasta Juventus quiere meterse en la discusión. Pero lo cierto es que el argentino todavía ilusiona en Londres. Pero no tiene margen de error y si se llega a quedar en Londres deberá demostrar lo que su potencial promete.
Llegamos al último de la lista. Y el mejor. Eriksen, el danés que llegó del Ajax se ha convertido en la estrella de esta serie de fichajes gracias a su precio y su rendimiento. Considerando su relación rendimiento-precio, ha sido una ganga para Levy. Además de convertir goles clave, fue pieza clave en ambas temporadas en la creación de juego, como su compañero de Harry Kane puede atestiguar.
No parecen quedar dudas algunas de que el balance es negativo. De siete jugadores, sólo uno fue una pieza importante para los Spurs con la chance de añadir a Chadli en esta lista. A Levy no le tembló el pulso a la hora de invertir más de 100 millones de libras en aquel mercado de 2013 pero las decisiones tomadas por él y Villas-Boas no fueron acertadas y, solo dos temporadas después, los jugadores de esta camada han empezado a emigrar lejos de White Hart Lane.