Carling Cup
Brighton | 1 |
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Liverpool | 2 |
Ficha técnica |
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1 – Brighton: Casper Ankergren, Romain Vincelot, Gordon Greer, Íñigo Calderón, Steve Cook, Craig Noone, Alan Navarro (Ashley Barnes, 78), William Buckley (Vicente, 60), Matthew Sparrow (Kazenga Lua Lua, 78), Liam Bridcutt, Craig Mackail-Smith. |
2 – Liverpool: José Reina, Martin Kelly (John Flanagan, 86), Jack Robinson, Sebastián Coates, Jamie Carragher, Lucas Leiva, Jay Spearing, Maxi Rodríguez, Craig Bellamy, Luis Suárez (Steven Gerrard, 75), Dirk Kuyt. |
Goles: 0-1, m.7: Bellamy. 0-2, m.81: Kuyt (pen.). 1-2, m.90: Barnes. |
El Liverpool es el equipo que cuenta con más trofeos de la Copa de la Liga (hoy llamada Carling Cup), y hoy demostró el porqué. No necesita jugar maravillosamente al fútbol, le vale con su espíritu competitivo.
Dalglish llevó a cabo siete cambios respecto al encuentro del domingo, aunque parecieron más fruto del bajo rendimiento en la derrota ante el Tottenham (4-0) que por la escasa importancia concedida por Dalglish a la Carling Cup. Lo más destacable fue la aparición en la alineación titular del uruguayo Sebastián Coates y de Craig Bellamy, dos jugadores que todavía no habían iniciado un partido con el Liverpool. Más allá de los debutantes, el Liverpool salió con un clásico 4-4-2 con Lucas y Spearing en el centro del campo, Kuyt y Maxi Rodríguez en las bandas, y Luis Suárez y el citado Bellamy en punta.
Por su parte, el modesto Brighton & Hove Albion de Gustavo Poyet salió con un atrevido 4-3-3, consciente de la vulnerabilidad de la defensa de los «reds».
Segundos después de que el balón comenzara a rodar, el Liverpool fue en busca del gol y lo encontró. Gran combinación entre Suárez y Bellamy a los siete minutos de juego, que acabó con una sencilla y eficaz definición del propio Bellamy. No contentos con el 0-1, los «reds» apedrearon la portería rival durante toda la primera parte, aunque lo hicieron sin suerte.
No hubo cambios, pero el partido sí cambió en el inicio de la segunda mitad. El Brighton salió más incisivo y puso en serios aprietos a los de Dalglish, especialmente gracias a Craig Noone, un jugador que no hace tantos años reparó el techo de la casa de Steven Gerrard, cuando todavía no era profesional.
A pesar de la insistencia del Brighton, que alcanzó el 61% de posesión en la segunda parte, el marcador siguió sin moverse, por lo que Poyet decidió dar entrada al español Vicente Rodríguez a falta de media hora. Su entrada no supuso una mejora, más bien al contrario. El fuerte ritmo impuesto por el Brighton al inicio de la reanudación provocó un bajón físico que permitió un respiro a los de Dalglish, que sufrieron de lo lindo en el primer cuarto de hora de la segunda mitad, aunque los de Poyet todavía tenían tiempo y ganas para empatar.
Ante esta situación, Dalglish consideró que era el momento ideal para que, seis meses después, Steven Gerrard volviera a los terrenos de juego. Lo hizo en detrimento de Suárez, y, tan solo seis minutos después de su entrada, Kuyt sentenció el partido poniendo el 0-2 en el marcador después de una excelente jugada de Maxi y Bellamy.
El encuentro pareció acabarse aquí, aunque todavía quedaba la sorpresa final. Ya en el último minuto, Carragher llegó tarde y cometió falta sobre Vicente dentro del área. El penalti fue anotado por Barnes. Lejos de ponerse nerviosos con el 1-2, el Liverpool no concedió ninguna ocasión a su rival en el descuento, y así logró sellar su pase a la cuarta ronda de la Carling Cup.
Más allá del encuentro, hay diferentes conclusiones posibles. Por un lado, no hay duda de que el Brighton puede alcanzar los puestos de ascenso en el nPower Championship, tras haber puesto en un auténtico aprieto al Liverpool.
Por otro lado, ha quedado patente que este Liverpool necesita a su capitán. La mera presencia de Steven Gerrard dota a su equipo de alma, algo de lo que hoy no careció, a diferencia del pasado domingo ante el Tottenham.