Premier League
Manchester City | 2 |
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Leicester City | 0 |
Ficha técnica |
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2 – Manchester City: Hart, Sagna, Demichelis, Mangala, Kolarov, Jesús Navas, Touré, Fernando, Silva (Lampard, 79), Bony (Milner, 72), Agüero (Dzeko, 85). |
0 – Leicester City: Schwarzer, Simpson, Morgan, Huth, Upson, Konchesky (Nugent, 57), Mahrez (Ulloa, 77), James, Cambiasso, Schlupp, Kramaric (Vardy, 58). |
Goles: 1-0, m.45: Silva. 2-0, m.88: Milner. |
El partido cumplió los parámetros del libro de dominador y dominado. El equipo que ataca de manera constante y con numerosos efectivos, entrando por las bandas y con la llegada de sus centrocampistas y mediapuntas desde segunda línea. El equipo que defiende se repliega con una defensa posicional y de cuando en cuando intenta buscar las transiciones.
En función de la solidez defensiva o de la amalgama de tretas para defender la portería propia, se puede considerar el partido dentro de un rango. Irrisorio en caso de entramados defensivos con carencias graves, salvable en caso de aguantar durante un buen tramo del encuentro sin recibir goles en contra o respetable si pone en serios apuros. El partido del Leicester se acerca más a lo irrisorio.
Como era de esperar, venció el Manchester City. Pero los Sky Blues no hicieron un partido brillante (para no variar), ni tuvieron demasiada pegada (más bien al contrario), ni destrozaron la defensa diseñada por Nigel Pearson a través del talento (continuos errores en la elaboración). Simplemente, el Leicester no tuvo la capacidad de competir. Sin hacer un buen partido el equipo de Manchester, los Foxes hicieron agua por todos lados. Permitieron el juego entre líneas, la llegada por bandas, desde atrás. Fue un horror.
Afortunadamente, en la portería estaba el veterano Mark Schwarzer para salvar los muebles. Y Wilfred Bony fallando todo lo que le caía en los pies. Con estos ingredientes, fue un milagro que el plato de Nigel Pearson sólo se hubiera llevado el gol de David Silva al descanso. Una sucesión de rebotes favoreció el gol del futbolista canario.
En el segundo tiempo hubo algún atisbo para sonreír. Un tiro al poste de Riyaz Mahrez al poste y alguna llegada a través del mordiente de Andrej Kramaric. Buen fichaje el del croata. La movilidad y su perspicacia en el desmarque es de las pocas armas que quedan por el King Power Stadium para creer en la salvación. Las otras, la experiencia de un campeón de Europa en el centro del campo llamado Esteban Cambiasso y la fiabilidad de Schwarzer. Poco más.
El City prosiguió con su monólogo ineficaz y de hartazgo para los aficionados Citizens. James Milner sentenció en los últimos instantes tras un centro de Jesús Navas. Ni unos ni otros ofrecieron nada más. Un equipo incapaz de competir por la Premier y otro de luchar por la salvación. Conclusiones, eso sí.