Los 60 millones de libras invertidos por Kenny Dalglish este verano comienzan a surtir efecto. Esta tarde, el Liverpool ha presentado su candidatura al título, por resultado y por juego.
Charlie Adam, la ganga de este verano, por quién los «reds» desembolsaron 7 millones de libras al Blackpool, fue el mejor del partido. Además de colocar el centro del 2-0 para que rematara Skrtel y anotar el 3-0, hizo gala de una privilegiada visión de juego y de una precisión milimétrica en el pase. Otro recién llegado, Jordan Henderson, por el que el Liverpool pagó la nada despreciable suma de 20 millones de libras, también cuajó su primer gran partido con los «reds», logrando anotar su primer gol con la elástica del Liverpool y empezando a justificar el desembolso que el Liverpool hizo por él.
Sin embargo, la clave del éxito de los «reds» en el día de hoy ha sido la variante táctica utilizada por Dalglish. Visto que el 4-4-2 no acababa de funcionar y el 4-5-1 que utilizó la semana pasada ante el Arsenal con Carroll en punta tampoco, hoy se decantó por un 4-2-3-1 con Suárez como referencia. El doble pivote lo formaron Adam y Lucas, Henderson por delante, Downing y Kuyt por bandas, y Suárez arriba. Lo que hace verdaderamente exquisito este sistema es la polivalencia de Suárez, que puede aparecer por cualquier lugar de la zona de ataque, ya sea en cualquiera de las bandas o en la punta de ataque. Esto facilita la llegada desde segunda línea de Downing, Henderson y Kuyt, pues cualquiera de ellos puede intercambiar la posición con el uruguayo, un jugador exquisito con el balón y solidario sin él.
Clara muestra de ello es el primer gol de los «reds». Suárez cayó a banda izquierda, la de Downing, desde donde puso un medido centro con el exterior que remató Downing, con el que había intercambiado la posición. El balón fue rechazado por el portero, pero Kuyt se hizo con él y asistió a Henderson que, tras un rechazo, disparó de forma inapelable con la zurda.
Pese a ello, no todo son buenas noticias para los «reds». Por un lado, Martin Kelly salió del campo lesionado, por lo que habrá que estar atentos a cuánto tiempo estará de baja el joven lateral derecho. Por otro, Carragher cometió un grave error que propició el único gol del Bolton. Regaló un balón a Petrov que, pese a ser el último minuto y estar el partido sentenciado, un jugador del prestigio de Carragher no puede cometer.
Cambiando de punto de vista, tras el 0-4 de la primera jornada, la realidad parece caer sobre el Bolton. El Manchester City, pese a que el resultado no lo reflejó, ya advirtió al Bolton de que mucho tendría que cambiar para plantar cara a los equipos grandes. Pues bien, por si no se habían dado por aludidos el pasado domingo, el Liverpool se ha encargado hoy de repetir el aviso dado por el City.
Más allá del 3-1, los «trotters» nunca dieron la sensación de crear peligro en la meta defendida por Pepe Reina. Ni siquiera fueron capaces de mantener durante unos minutos la posesión de balón, viéndose superado por el empuje de los «reds», que tuvieron mucho más claro qué hacer con el balón en los pies.
La única buena noticia para los de Owen Coyle es que Ivan Klasnic sigue marcando, y ya van 3 goles en 3 partidos. Lo malo es que ninguno de sus goles ha dado puntos a su equipo.
Liverpool: Reina; Kelly (Skrtel, 30), Carragher, Agger, Enrique; Lucas, Adam; Henderson (Maxi Rodríguez, 77), Downing, Kuyt; Suarez (Carroll, 77)
Bolton: Jaaskelainen; Steinsson, Knight, Cahill, Robinson; Eagles (Sanli, 57), Muamba (M. Davies, 26), Reo-Coker, Petrov; K Davies (Pratley, 71), Klasnic
Goles: 1-0: Henderson (15), 2-0: Skrtel (52), 3-0: Adam (53), 3-1: Klasnic (90)