El Chelsea es el único equipo inglés que queda en Europa pero tras lo acontecido esta tarde, no está tan claro que puedan viajar por Europa la próxima temporada.

 

Los «blues» necesitaban ganar y nunca dieron la impresión de poder hacerlo. Juan Mata envió una falta al palo en la segunda parte, pero el Chelsea no creó peligro en duelo que ha dominado históricamente. Brad Friedel tuvo que hacer una sola parada a los 86 minutos, tras un disparo lejano de Frank Lampard. El Chelsea todavía tiene que visitar a Arsenal y Liverpool, y están a cinco puntos de la Champions League.

 

La ocasión más clara de la primera parte llegó en el tiempo añadido pero Van der Vaart fue incapaz de introducir un balón suelto en el área pequeña. Un preludio de la avalancha que vendría luego. Kyle Walker disparó al lateral de la red. William Gallas cabeceó a placer. Un disparo de Emmanuel Adebayor fue despejado sobre la línea por Gary Cahill y Gareth Bale estrelló un balón en el larguero. Luego puso a prueba a Petr Cech en una falta. El Tottenham no ha ganado en el Bridge desde 1990. Nunca tendrán una oportunidad igual de hacerlo.

 

Redknapp se mostró optimista al final. «Tenemos ventaja y seis victorias en ocho partidos debería ser suficiente». El objetivo para Di Matteo será recuperar a sus jugadores para el partido de ida de cuartos de final de la Champions League del martes ante el Benfica en Lisboa.

 

El Chelsea sufrió con el balón tanto como sin él. El Tottenham se sintió siempre cómodo atrás, donde Redknapp optó por no arriesgar a Ledley King y colocó a William Gallas junto a Younès Kaboul.

 

«El cuarto lugar es muy importante para el futuro de nuestro club y sigue siendo la máxima prioridad. Tenemos que ganar los ocho partidos que nos quedan», dijo Di Matteo.

 

Los Spurs habrían firmado el empate y Redknapp buscó la solidez y la disciplina con la entrada de Sandro para reforzar la medular. Esa solidez permitió a Bale, Adebayor e incluso al sobreexcitado Walker incorporarse al ataque con libertad. Adebayor estuvo especialmente bien tras regresar de su lesión.

 

La mejor oportunidad de la primera parte debió haber terminado en gol de Van der Vaart, que ocupó la banda derecha. El excelente Luka Modric pasó hacia el holandés que dentro del área y con metros de espacio, dirigió su disparo directamente al cuerpo de Cech. Van Der Vaart lo intentó de nuevo desde más cerca, pero Ashley Cole sacó el balón sobre la línea. Adebayor cabeceó el segundo rechazo por encima del larguero.

 

El Chelsea pidió un par de penaltis que no lo parecieron. Gallas derribó a Lampard a los 27 minutos pero el árbitro no pitó nada. Di Matteo se quejó todavía más del segundo, a los 65 minutos, cuando Benoît Assou-Ekotto derribó a Ramires. «Assou-Ekotto le empujó», dijo Di Matteo.

 

La segunda parte tuvo un ritmo frenético. El Tottenham se molestó cuando el Chelsea siguió jugando después de que Kaboul cayera lesionado. El juego solo se detuvo cuando los visitantes cometieron falta. Mata enviaría el balón al palo.

 

Pero además de una semioportunidad de Daniel Sturridge y el disparo final de Lampard, no se vio más del Chelsea. El Tottenham tuvo ocasiones más que suficientes para ganar. Gallas la tuvo de cabeza y Adebayor ya había regateado a Cech pero apareció Cahill. Bale también estuvo cerca. El punto, sin embargo, le puede valer al Tottenham.