Los resultados financieros del Queens Park Rangers de la pasada temporada demuestran la difícil situación en la que se encontraría el club en caso de descenso. La nómina se duplicó incluso antes de la llegada de los últimos fichajes.
Las cuentas, que corresponden al ejercicio que acaba el 31 de mayo de 2012, muestra que los sueldos del club casi se duplicaron, pasando de 27,6 millones de libras a 58,5 en su primera temporada en la Premier League.
Gracias a los derechos de televisión, los ingresos pasaron de 16,2 a 64 millones de libras. Pero la inversión inicial en jugadores como Shaun Wright-Phillips y José Bosingwa (a los que siguieron Bobby Zamora y Djibril Cissé en enero de 2012) supusieron que la nómina absorbiera el 90% de los ingresos incluso antes de los fichajes de los dos últimos mercados. De los clubes de la pasada Premier League, solo los descendidos Bolton y Blackburn tenían un porcentaje más elevado.
En enero, llegaron los fichajes récord Loïc Rémy y Chris Samba, que se estima que habrán disparado todavía más el gasto en sueldos.
El dueño Tony Fernandes reconoce en la presentación de los números que hay que controlar el gasto pero afirma que «los resultados financieros muestran que el objetivo del club es lograr el éxito deportivo».
El club, limitado por el tamaño reducido de Loftus Road, registró unas pérdidas antes de impuestos de 22,6 millones de libras.
El blogero SwissRamble, especializado en finanzas, ha calculado que el QPR ha requerido inyecciones de tesorería superiores a 104 millones de libras durante los últimos cuatro años, entre préstamos e inyecciones de capital para cubrir unas pérdidas totales de 80 millones durante ese periodo. Solo durante 2011-12, sus dueños invirtieron 39 millones. La deuda neta del club asciende a 88,9 millones.
Fernandes confirmó que el club continúa buscando un nuevo estadio más grande y que confía en que Harry Redknapp logre la salvación. A pesar de ganar en Southampton el pasado fin de semana, el club sigue en última posición a cuatro puntos de la salvación.