Nunca es plato de buen gusto jugar en Grecia en competición europea y el Tottenham lo vivió en sus carnes esta noche. Los Spurs saltaron al campo con miles de aficionados chillando y saltando sin camiseta y encendiendo alguna que otra bengala. Antes, durante el descanso, los aficionados griegos ya les habían dedicado diversos cantos burlones a los numerosos cambios que Redknapp había introducido en el equipo, enseñándoles que el Toumba no es un campo fácil y que deberían sufrir para sacar algún punto de allí.

 

El partido empezó algo perezoso, con los visitantes intentando acoplarse a tantas caras nuevas en el once y los locales tanteando a un equipo que por calidad y tradición estaba un escalón por encima de ellos. Tuvimos que esperar hasta el minuto 15 para ver la primera ocasión clara. Livermore irrumpió en el área dejando atrás al portero y puso un buen pase al español Iago Falque, que debutaba hoy, pero su remate fue despejado sobre la misma línea por el capitán del PAOK, Pablo García.

 

Pocos minutos después, y con todo el estadio rugiendo, sabedor de que los suyos necesitaban apoyo, el PAOK se despertó y Vierinha probó fortuna, pero se encontró a Corluka en el medio, desbaratando sus posibilidades.

 

En el minuto 28 hubo una de las jugadas polémicas del partido cuando Contreras derribó a Kane dentro del área, pero el árbitro Mirolad Mazic no señaló la pena máxima. El lance tomó más trascendencia cuando, solo dos minutos mas tarde, el colegiado sí dictaminó penalti de Cudicini sobre Athanasiadis. La ejecución desde los once metros tampoco estuvo exenta de polémica ya que el árbitro anuló el primer lanzamiento que Lino ya había marcado por interpretar que un jugador del PAOK había entrado antes de tiempo en el área. En la repetición, Lino no estuvo tan acertado y su disparó no vio puerta, para disgusto general de los seguidores locales.

 

Pavlyuchenko tuvo la última oportunidad de la primera mitad en el minuto 41 mediante un tiro libre que por poco no rompió las tablas en el electrónico.

 

En la reanudación, el PAOK salió con confianza, reforzado por el apabullante ambiente que se vivía en el estadio. Buscó la portería mediante Salpingidis, pero su buen pase a Fotakis fue bien interceptado por Livermore antes que el delantero griego diera el toque de gracia.

 

En el otra área, Iago Falque y Pavlyuchenko seguían siendo los más activos y fruto de una combinación suya casi llegó el primer gol, pero el español no definió bien cuando tenía la portería de cara y al guardameta del PAOK Kresic casi vencido. Su disparo se marchó desviado.

 

Con el partido agonizando, la tensión fue en aumento y el juego se volvió más brusco. Los griegos, sabedores de que sus opciones de clasificación pasan por hacerse fuertes en su estadio, no cesaron en su ímpetu por conseguir el gol y a falta de diez minutos para el final pusieron toda la carne en el asador. Y ahí fue donde se erigió la figura del hombre del partido: Carlo Cudicini.

 

Primero, el portero del Tottenham realizó dos excelentes atajadas a Ivic y Athanasiadis, y finalmente, en el tiempo de descuento, protagonizó una excelente parada ante Vierinha. El portero italiano permitió al Tottenham volverse de Grecia con un valioso punto, pese al ensordecedor ambiente que tuvieron que vivir y, sobre todo, al once suplente que alineó Harry Redknapp.