Jean Claudel

Los suplentes del United despachan al Leeds (0-3)

Dos goles de Michael Owen y otro de Ryan Giggs dieron la victoria a los «red devils» que, pese a jugar con muchos jugadores poco habituales, no sufrieron en ningún momento y siguieron con la misma contundencia que muestran en la Premier.

 

Carling Cup

Leeds 0
Manchester Utd. 3
Ficha técnica
0 – Leeds: Andy Lonergan, Darren O’Dea, Aidan White, Leigh Bromby, Tom Lees, Adam Clayton, Jonathan Howson, Andrew Keogh (Mika Väyrynen, 52), Robert Snodgrass, Ross McCormack (Ramón Nuñez, 66), Luciano Becchio (Mikael Forssell, 52)
3 – Manchester United: José Ben Amos, Ezekiel Fryers, Fabio, Antonio Valencia, Ryan Giggs (Paul Pogba, 45), Park Ji-Sung, Michael Carrick, Michael Owen, Federico Macheda (Larnell Cole, 78), Dimitar Berbatov, Mame Biram Diouf (Danny Welbeck, 70)
Goles: 0-1: Owen (15), 0-2: Owen (32), 0-3: Giggs (45)
Lejos quedan los tiempos en que el Leeds era un grande de Inglaterra y los equipos visitaban Elland Road con el miedo en el cuerpo. Un Manchester United plagado de titulares despachó al Leeds sin muchos problemas, como si de los teóricos titulares se tratara. Los hombres de Ferguson pasaron por encima de un Leeds que dejó atrás ya hace tiempo sus noches de gloria en en Inglaterra.
 
El histórico Michael Owen, que formó dupla en ataque con el olvidado Berbatov, anotó dos de los goles. En ambos demostró que, pese a los años, sigue siendo conservando aquel olfato goleador que le hizo convertirse en uno de los baluartes de la selección inglesa y en flamante balón de oro. Respecto a Berbatov, se mostró bastante pasivo durante todo el partido y acabó jugando de defensa central en una de las anécdotas de la noche. Después del partido, Rio Ferdinand explicó en Twitter que en los entrenamientos le gusta jugar en esa posición.
 
Giggs fue el encargado de sentenciar, cuando el Leeds ya solo buscaba el pitido final y sabía que conseguir la machada frente al United era más que imposible. Los hombres de Ferguson saben a qué juegan, tienen un estilo claro y definido y, aunque con los titulares el fútbol parece más fácil, los reservas tienen telegrafiado el camino a seguir para llevar adelante el partido. Pocas plantillas podrían presumir de tener a Park Ji-Sung como suplente y el United lo hace.
 
También fue destacable la presencia de Michael Carrick, que ocupó el eje de la zaga. El mediocentro sabe que cuando Cleverley esté recuperado de su lesión, la pareja que controlará la zona de maquinas de los “red devils” serán la joven promesa del United y Anderson. Pero aún así, Carrick se resiste a abandonar el once y frente al Leeds dio muestras de ser un jugador serio que entiende igual un partido de Carling que una semifinal de Champions League.
 
También conviene destacar la defensa que propuso Ferguson, con los poco rodados Diouf y Fryers, que contuvo en todo momento el ataque del Leeds y matuvo la portería de Ben Amos segura en todo momento.
 
Fue momento de volver a ver a Federico Macheda y a Antonio Valencia, que ocupó el lateral derecho. El joven delantero, que recuerda a los inicios de Cristiano Ronaldo en su época en Manchester, tiene calidad de sobras para marcar el futuro del United si su cabeza y su ego le permiten estar a la sombra hasta que Ferguson decida que es el momento. A Valencia en cambio, el partido le sirvió para acumular minutos. Young y Nani están muy finos y el ecuatoriano sabe que deberá dar todo de si para poder quitarle el puesto a cualquiera de esos dos grandes extremos.
 
En la segunda parte tuvimos ocasión de ver al francés Paul Pogba, una de las grandes promesas de la cantera del United, mientras que por el lado del Leeds salió el hondureño Ramón Nuñez, que poco pudo hacer en los minutos que jugó.
 
Finalmente, hacer una breve mención del Leeds. Nunca es agradable tener que ver a un histórico en esa situación y comprobar la diferencia que hoy en día existe entre el United y ellos. Partidos como el de hoy nos recuerdan la volatilidad del fútbol actual, que el Leeds, un equipo dominador en Inglaterra en los años 70 y que resurgió en la década de los 90, ha sufrido en sus carnes.
 

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Jean Claudel