Como un ciclón salió el Everton, aunque no era capaz de cercar la portería de Adrián. Hasta el minuto 22 no llegó la primera ocasión de verdadero peligro para los Toffees, gracias a un gran pase al espacio que filtró entre los centrales Gareth Barry. El chut en el primer palo de Steven Naismith, que siguió ejerciendo de delantero, lo desvió a córner Adrián.

 

El susto le dio alas durante varios minutos al West Ham, pero toda la réplica que atinaron a armas los de Sam Allardyce fue un disparo lejano de Matt Taylor.

 

El ritmo del partido cada vez era más farragoso y menos vistoso para el espectador y solo una genialidad del hoy titular Gerard Deulofeu, que arrancó desde campo propio para encarar, dejar rivales a su paso y chutar desviado, levantó de sus asientos a los aficionados congregados en Goodison Park. Ese fue el colofón final a una tediosa primera parte, sin apenas ocasiones.

 

Todo pudo cambiar de golpe nada más reanudarse el partido, ya que una internada por la derecha de Leighton Baines sirvió para que Steven Pienaar estrellara el balón al palo. Ahí no acabó la ofensiva, puesto que el rechazo le cayó a Deulofeu, que no acertó a darle de lleno al cuero. Poco después volvía a avisar un activo Pienaar.

 

Como sucedió en la primera mitad, tras la mejor ocasión local, los londinenses se vinieron arriba y en el minuto 55 un latigazo de Andy Carroll, que regresaba tras sus tres partidos de sanción por el codazo a Chico Flores, tras una indecisión del joven John Stones fue desviado con apuros por Tim Howard. Un minuto después era Kevin Nolan el que probaba suerte tras una buena combinación. Su remate se marchó lamiendo el palo tras rozar en un defensa.

 

Esa fue la respuesta del West Ham, que volvió a acularse sobre su área debido al nuevo cambio de tendencia del partido. Pero su solidez defensiva no le dejaba muchos resquicios al Everton, que pese a dominar la posesión con mano dura no martilleaba la portería de Adrián. Una de las pocas ocasiones claras que tuvieron los de Roberto Martínez tuvo la firma de Baines, que con un centro medido puso en aprietos al portero sevillano, pero que Sylvain Distin no consiguió empujar a gol a bocajarro.

 

El juego hammer cada vez era más “decimonónico” y solo un tenaz Carroll generaba peligro para Howard. El espigado delantero consiguió bajar todos los balones aéreos y cuando no cedía a las llegadas desde segunda línea, se fabricaba su propia ocasión de gol.

 

En el minuto 81 se produjo el único fallo defensivo del West Ham y acabó con el balón dentro de las mallas. Un servicio raso encontró absolutamente libre de marca a un letal Romelu Lukaku, que regresaba tras su lesión. La defensa se despistó y Lukaku disparó para no fallar.

 

Y poco después lo volvía a intentar el potente ariete belga a la media vuelta desde dentro del área. Sin precisión, se le marchó alto. El gol dejó grogui al West Ham y certificó una victoria para el Everton que sigue con su persecución sobre el Tottenham por los puestos europeos. Por su parte, los hammers frenan su racha de victorias aunque siguen en una posición cómoda.