Premier League
Sunderland | 1 |
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Manchester City | 0 |
Ficha técnica |
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1 – Sunderland: Mignolet; Gardner, Kilgallon, Cuéllar, Rose (Bardsley, 89); Colback, Larsson (Campbell, 79), A. Johnson, McClean; Sessegnon; Fletcher. |
0 – Manchester City: Hart; K. Touré (Barry, 87), Kompany, Nastasic, Zabaleta; Y. Touré, J. García (Lescott, 89), Milner, Silva; Tévez, (Dzeko, 73) Agüero. |
Goles: 1-0, m.53: Adam Johnson. |
Kolo Touré. Adam Johnson. Ambos son la viva imagen de las limitaciones que tiene Roberto Mancini como entrenador de fútbol. Eso sí, como «antrenador» es imbatible.
Kolo, aquel fantástico central que hizo pareja con Sol Campbell en el invencible Arsenal de la temporada 2003-2004 ha sido reconvertido por Roberto Mancini frente al Sunderland en un lateral derecho pasado de kilos. Parece ser que las pastillas para adelgazar de su esposa que le costaron una sanción de varios meses sin jugar no han funcionado. Lo más absurdo de todo es que Mancini pudo haber utilizado a Joleon Lescott, uno de los mejores jugadores la temporada pasada. Lescott observó cómo su equipo hacía el ridículo durante 89 minutos, momento que Mancini creyó oportuno para darle entrada… ¡como delantero centro!
Todo lo contrario ocurre con Adam Johnson. Mancini fue la persona que recomendó el fichaje del extremo inglés en el invierno de 2010, pero inexplicablemente nunca le dio minutos. Este verano, la situación se hizo insostenible. Johnson llegó a insinuar que Mancini apenas le dirigía la palabra. Por fortuna para los aficionados al fútbol en general y los del Sunderland en particular, ahora está mostrando su mejor cara. Hoy lo hizo ante su exequipo. Bendita justicia poética. Su fantástico partido fue culminado con el único gol del encuentro, en el que Johnson contó con la inestimable ayuda de Joe Hart.
Más allá de estos dos casos concretos, Roberto Mancini volvió a hacer gala de algunas de sus carencias. El City dominó la primera parte y el guardameta Simon Mignolet se erigió en la estrella del partido. Sin embargo, a partir del gol, el City cada vez encontró menos soluciones para llegar hasta la portería rival. Adam Johnson puso el 1-0 en el electrónico en el 53, pero Mancini no hizo el primer cambio hasta veinte minutos después. Tampoco funciona la sala de máquinas, el centro del campo. Milner, Javi García y Yaya Touré son jugadores mucho más físicos que técnicos, lo cual provoca que David Silva tenga pocos jugadores con los que combinar. De hecho, la lista contaba hoy con dos nombres: Tévez y Agüero. Tévez fue el primer sacrificado por Mancini, en beneficio de Dzeko, mientras que Agüero se encontró demasiado aislado en la punta de ataque. Además, como frente al Sunderland, el hecho de que la primera solución de Mancini sea colgar balones al área no es algo que beneficie a sus mejores jugadores. Ni Agüero ni Silva ni Tévez, los tres jugadores más talentosos del City, sacarán provecho de ese tipo de juego.
Todo ello provocó un resultado que es mucho más que una derrota para los Citizens. Fuera de Europa, de la Copa de la Liga, a siete puntos del United en la Premier League y con Kolo Touré de lateral derecho, el City está en crisis. Ni siquiera su jugador más consistente en las dos últimas campañas, Joe Hart, está rindiendo al nivel que se espera de él. No funciona ni la defensa, ni el centro del campo, ni la delantera. No funciona nada. Mancini dijo que había que «cambiar algo» tras su visita a Sunderland. Quizás esté insinuando a los directivos que deberían despedirle. Posiblemente, a Txiki Begiristain y Ferran Soriano no les falten ganas.
Para rematar su actuación, después del partido, como ya es costumbre tras las derrotas, Mancini no hizo autocrítica. El italiano se limitó a buscar una víctima a la que echarle la culpa. En esta ocasión fue Kevin Friend, el árbitro. El italiano dijo que Friend «comió demasiado en Navidad, no estaba en buena forma». Quizás Mancini debería preocuparse menos de la forma física de los árbitros y más de la de sus jugadores.
En el otro lado de la balanza está el Sunderland de Martin O’Neill, que empieza a ver la luz al final del túnel. Tras un horrible arranque de campaña, acumula tres victorias en sus últimos cuatro encuentros. Además, la sensación del equipo es fantástica. Frente al Sunderland, Mignolet fue el mejor, pero no hay que olvidar el magnífico trabajo llevado a cabo por Cuéllar, Kilgallon, Rose o Gardner. El centro del campo todavía no funciona, pero McClean y Johnson están recuperando su mejor forma. Y en cuanto al ataque, Sessegnon por fin ha despertado del sueño profundo en el que ha vivido los primeros tres meses de competición. Fletcher ya no juega solo en la delantera. El Sunderland ya cuenta con siete puntos de ventaja respecto al descenso. De seguir así, no sufrirá lo más mínimo para volver a jugar el Boxing Day en la Premier League la temporada que viene.