Tal y como demuestran en cada partido internacional, ya sea amistoso u oficial, a los italianos no les gusta perder ni a las canicas. Esto ha vuelto a quedar patente en el encuentro disputado en el Estadio do Dragao, donde Roberto Mancini alineó su once de gala ante el Oporto, a pesar de ser la Europa League, una competición menor en relación con la inversión económica llevada a cabo en los «citizens».

 

Sea como fuere, lo cierto es que el City, a pesar de salir con todo su arsenal, no mereció ganar. El vigente campeón de la Europa League, el Oporto, se adelantó a la media hora tras un excelente balón de Hulk, que aprovechó Silvestre Varela para poner a los suyos por delante. El gol no frenó el ímpetu de los portugueses, que asumieron el control de las operaciones, aunque no lograron aumentar la renta antes del descanso.

 

La segunda parte siguió la misma tónica, con un Oporto dominante. Sin embargo, Micah Richards ya puso sobre alerta a Helton a los cinco minutos de la segunda mitad, cuando el fornido lateral inglés remató un balón al palo, en lo que sería un preámbulo de la igualada. El tanto del empate llegó de forma desafortunada. Álvaro Pereira no escuchó a Helton, que abandonó alocadamente su portería, y acabó introduciéndose el balón en su propia portería.

 

Pero la fortuna volvió a ponerse del lado de los de Mancini. Ya en la recta final de la segunda parte, en la que el conjunto inglés tuvo que recurrir a las infracciones para detener la avalancha de juego local, como demuestran las cinco tarjetas amarillas que recibieron, culminaron la remontada. Lo hicieron a cinco minutos para el final, tras una excelente jugada de Touré Yaya, que regaló el gol a Agüero.

 

La jugada le salió redonda a Mancini. Consciente de que el fin de semana no tienen partido porque ya están eliminados de la FA Cup, el italiano alineó a todos los titulares y logró su objetivo de dejar la eliminatoria encarrilada, para poder dar descanso a algunos titulares en el partido de vuelta, que se celebrará el próximo jueves. Lo que no está tan claro es si continuar con vida en esta competición será algo positivo o negativo para el City. Al menos le queda el consuelo de que su máximo rival está exactamente en la misma situación.