Ilie Oleart

Martínez-Cleverley, parte dos

No es sencillo identificar el momento preciso en que Tom Cleverley pasó de ser la gran promesa inglesa a convertirse en el hazmerreír de los aficionados ingleses. Pero sí lo es detectar la etapa de su carrera en la que irrumpió en el panorama futbolístico de las Islas: durante su cesión en el Wigan de Roberto Martínez.

 
Cinco años más tarde, el entrenador español y el jugador inglés se vuelven a encontrar en circunstancias muy diferentes. Cuando Cleverley llegó cedido a Wigan procedente del Manchester United era un joven de 21 años recién cumplidos en busca de su primera experiencia en la Premier League. Tras dos fructíferas cesiones en segunda división en Leicester y Watford (donde fue elegido mejor jugador de la temporada), el jugador de Basingstoke se consideraba preparado para dar el siguiente paso en su carrera y fue Roberto Martínez, entonces un técnico que apenas se estaba dando a conocer en la élite, quien le ayudó.
 
Como todas las temporadas que permaneció en primera división, el Wigan afrontó aquella campaña 2010-11 con el objetivo de evitar el descenso. Los Latics arrancaron sorprendentemente bien para sus estándares habituales (dos victorias, dos empates y tres derrotas en las cinco primeras jornadas) pero no tardaron en hundirse en la zona propia del equipo durante aquellos años: el fondo de la tabla. Una pésima racha en enero de siete partidos sin ganar durante la cual sumaron tres puntos de 21 posibles, abocó al equipo a una situación desesperada.
 

En Wigan, irrumpió en escena como un extremo de la mano de Martínez

El caos del United acabó convirtiendo a «El Clevz» en un cabeza de turco

No se antoja una situación idónea para que un joven que está dando sus primeros pasos en el profesionalismo pueda lucirse. Sin embargo, aquella fue la temporada de irrupción de Cleverley. En el 4-2-3-1 o el más común 4-3-3 de Martínez, Cleverley solía ocupar el extremo izquierdo, posición desde la cual sumó 4 goles y 3 asistencias en 25 partidos (19 de ellos como titular). El inglés fue el autor del gol de la victoria ante los Wolves en Boxing Day y de nuevo volvió a marcar un gol crucial en la victoria por 2-1 ante el Birmingham en marzo. Una inesperada racha de tres victorias, dos empates y solo una derrota en las seis últimas jornadas permitió al Wigan mantener la categoría. Las victorias in extremis en las dos últimas jornadas ante West Ham y Stoke permanecerán para siempre en el recuerdo de los aficionados del club.
 
Cleverley regresó al Manchester United y Sir Alex Ferguson le hizo un hueco en la plantilla. En 2011-12 solo jugó 10 partidos de liga pero la temporada siguiente logró consagrarse en la élite tras disputar 22 encuentros y alzarse con el título de liga.
 
Pero la marcha de Ferguson acabó con la carrera de Cleverley en el United. David Moyes aterrizó en Old Trafford y el club se sumió en el caos, lo cual frenó en seco la progresión de Cleverley. El propio jugador no se ayudó con unas declaraciones a Oliver Holt en el Daily Mirror en que mostró su desdicha por haberse convertido en el «cabeza de turco» del Manchester United y daba a entender que era un incomprendido que sería más valorado en el fútbol español. A partir de entonces, el Mirror le rebautizó en tono sarcástico como «El Clevz».
 
Por aquel entonces, Cleverley ya se había convertido en el hazmerreír de los aficionados al fútbol. Especialmente famosas fueron las bromas que le gastaron durante una sesión de preguntas y respuestas a Michael Carrick a través de Twitter. Una de las preguntas era: «Si tuvieras que desconvocar a un jugador, ¿cómo se lo dirías a Cleverley?».
 
La situación en el United se tornó insostenible y con la llegada de Louis van Gaal era evidente que el futuro de Cleverley se hallaba lejos de Old Trafford. Aterrizó en Villa Park, donde se convirtió en un fijo (3 goles en 31 partidos de liga) y alcanzó la final de la FA Cup.
 
Los Villanos deseaban hacerse con su fichaje pero Roberto Martínez hizo valer su ascendencia sobre el jugador para convencerle de reencontrarse con él en el Everton. En la etapa más negra de Cleverley en el United, a principios de 2014, Martínez salió en su defensa en los medios de comunicación. «Hay pocos jugadores en Inglaterra que han sido formados como se hace en Holanda, España o Francia. Tom es uno de ellos. No entiendo esta campaña contra él, no es la mejor forma de ayudar a los jóvenes». En Goodison, Cleverley será una pieza clave de un equipo que apostará una vez más por un estilo asociativo y ofensivo que se adapta como anillo al dedo a las características de Cleverley. James McCarthy, Romelu Lukaku, Gerard Deulofeu o Kevin Mirallas son compañeros ideales para que el inglés recupere su mejor fútbol. A los 25 años, tratará de reconducir su carrera de la mano del entrenador que la lanzó.
 

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Ilie Oleart