Ilie Oleart

Michael Johnson o el talento desaprovechado

El Manchester City ha anunciado que ha rescindido el contrato de Michael Johnson, que no ha jugado un partido desde 2009. Considerado en su día como el jugador más prometedor de la cantera del club, su afición a la noche, el alcohol y el juego acabaron con su carrera.

 
A menudo, para recalcar la importancia del esfuerzo y el sacrificio en la carrera de un futbolista, Lee Sharpe recuerda una historia de los días en que jugaba en el Manchester United. Cuenta que estaba sentado un día en la cantina del club y escuchó un ruido repetitivo fuera. Tras un buen rato, decidió salir y le sorprendió encontrarse con Gary Neville, solo, chutando un balón contra la pared del gimnasia. «Tan fuerte como podía, una y otra vez», recuerda Sharpe. «La idea de diversión de Gary Neville era practicar desplazamiento largos».
 
Más que diversión, Neville era consciente de que debía practicar, esforzarse y extraer el máximo de su (limitado) talento. Y su sudor tuvo sus resultados. Neville jugó casi 600 partidos con el club y 85 con Inglaterra. Como Neville ha afirmado siempre, hace falta más que talento para desarrollar una carrera en la élite.
 
El mejor ejemplo es el de Michael Johnson. Hoy en día, el ya exjugador del Manchester City debería ser una figura consolidada en la Premier League. En su lugar, es un joven desempleado con problemas de alcohol y, eso sí, un buen puñado de libras en la cuenta. Hasta que se agoten.
 
Johnson jugaba con tal elegancia, control e inteligencia que los aficionados del City le llegaron a comparar con Colin Bell, considerado como el mejor jugador de la historia del club. «FEC», le solían llamar: Future England Captain. Futuro capitán de Inglaterra.
 
El Liverpool, campeón de la Champions League en aquel momento, quiso fichar a Johnson por diez millones de libras. Sven-Goran Eriksson llegó a apostar 50 libras a que Johnson jugaría al menos en una Copa del Mundo y a afirmar que «no lo cambiaría ni por Gerrard».
 
Desde su irrupción con 18 años, Johnson ha sufrido un rosario de lesiones, pero existen más motivos por los que Johnson no ha vuelto a jugar un partido desde octubre de 2009, cuando salió en la segunda parte de un partido de Copa de la Liga ante el Scunthorpe. Es conocida su afición a los nightclubs y los casinos. Es famosa la historia de aquella vez en que los empleados del club estaban tan avergonzados por su aspecto que pidieron al fotógrafo que volviera más tarde para hacerle una fotografía mientras firmaba su nuevo contrato.
 
Con el tiempo, los técnicos del City concluyeron que Johnson no tenía mentalidad para ser futbolista profesional. Fue cedido una temporada al Leicester hace dos años, que pagó un millón de libras, pero regresó a mitad de año. Desde entonces, no se volvió a oír hablar de él hasta el pasado mes de mayo, cuando su Mercedes chocó a las cuatro de la madrugada contra otro coche.
 
Johnson firmó un contrato por cinco años en 2009, que ahora ha sido rescindido por el Manchester City. Es el capítulo final de una historia que demuestra lo que sucede cuando un joven futbolista tiene el talento pero carece de la actitud.
 
Antes de Navidad, el City ofreció al exjugador una propuesta de rescisión de contrato. A pesar de llevar cuatro años sin jugar, Johnson seguía cobrando 40.000 libras semanales. El club decidió no hacer público este asunto pero ha salido finalmente a la luz tras aparecer en Internet una fotografía actual de Johnson, que aparece pasado de peso.
 
Johnson fue condenado por conducir ebrio en dos ocasiones el pasado mes de septiembre. La multa fue de 5.500 libras y la prohibición de conducir durante tres años.
 

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