Premier League
Arsenal | 0 |
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Swansea | 2 |
Ficha técnica |
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0 – Arsenal: Szczesny; Gibbs, Vermaelen, Mertesacker, Jenkinson; Arteta, Wilshere (Rosicky, 79), Cazorla; Gervinho (Chamberlain, 66), Podolski (Giroud, 66), Walcott. |
2 – Swansea: Tremmel; Davies, Chico, Williams, Rangel; Britton, Ki, De Guzmán (Tiendall, 74), Dyer, Michu; Schecter (Moore, 66). |
Goles: 0-1, m.87: Michu. 0-2, m.90+1: Michu. |
Un lavado de cara o incluso una reinvención son cada vez más urgentes para el Arsenal, como quedó demostrado esta tarde contra el Swansea, cuando no supo o no pudo intentar tocar otra partitura para levantar la contienda, repitiendo una y otra vez las mismas notas. Con la baja de Sagna y con Gervinho y Podolski intercambiándose el rol de delantero centro, encaraban los de Wenger a un Swansea muy seguro de sí mismo, agarrado al saber hacer de Britton y a la gigantesca presencia de Michu.
El dominio comenzó siendo para los galeses, siempre timoneados por un gran Leon Britton, clarividente como ancla, tanto para iniciar como para deshacer los trenzados del rival. Amansaba el balón en sus pies el Swansea y optaba por replegar hasta la zona de tres cuartos en defensa, de manera que el Arsenal era incapaz de calentarse las manos. Cazorla, muy atrás, era el único auxilio de Arteta, mientras que de Wilshere, poco se supo. Sí hubo noticias de Gervinho arriba: igual de errático que de costumbre.
Galeses y londinenses solo saben vivir a través del balón, pero durante el primer tiempo ni unos ni otros lo supieron utilizar con malicia, discurriendo el partido por cauces sosegados. Pocas ocasiones se pudieron ver, salvo algún disparo de Cazorla, una llegada de Ángel Rangel y muy especialmente un peligroso contraataque que Vermaelen abortó en el último suspiro, ya cerca de la media hora de juego, en los pies de Nathan Dyer. Walcott sin espacios parecía morir, aunque curiosamente por su banda era por donde lograban percutir los gunners, mediante internadas de Jenkinson. Estériles, eso sí. La última ocasión del primer tiempo nació en un centro del lateral zurdo, Gibbs, que la cabeza de Gervinho no pudo atinar a gol.
Debió haber bronca de Wenger en el descanso, ya que el Arsenal salió con nuevos y renovados bríos, alcanzando el carril del diez con asiduidad. Llegaron situaciones de peligro, en los pies de Cazorla, pero que no supusieron ningún problema para Tremmel. Acosaban los londinenses inútilmente el área galesa, pero acabando en centros laterales sin ninguna posibilidad de éxito, más aún cuando Giroud aún no había pisado el césped. Los de Wenger, empeñados en seguir el manual de instrucciones hasta las últimas consecuencias y sin probar ningún tipo de plan B, acabaron por ofuscarse, no sin recibir algún aviso del Swansea, de nuevo en las botas de Rangel y de Michu.
Tocó zafarrancho Wenger, introduciendo a Chamberlain, Giroud e incluso Rosicky, en un desesperado intento de agilizar trámites, pero el Arsenal de estos días anda escaso no solo de pólvora, sino de alternativas en su guión. Un guión monocorde que se convertiría en el de una película de terror cerca del final. Solo Giroud pudo inquietar al Swansea, pero la puntera crucial de Chico evitó que se quedase frente a Tremmel. Se pidió penalti, pero Mark Clattenburg no pudo estar más acertado ayer. Lindando con el final, parecía que los de Laudrup hacían pasar el tiempo manteniendo la posesión. Sin embargo, cuando los locales se dieron cuenta del engaño, Michu ya estaba celebrando el gol, tras recibir al espacio y encarar a Szczesny. No contento, se aprovecharía de un error garrafal de Jenkinson y del consiguiente envío de Dyer para certificar su segundo tanto y el décimo en lo que va de Premier.
La derrota socava sobremanera los ánimos de unos gunners que parecen desnortados, escasos de mordiente arriba y sin más sostén que su conocido libreto de juego. Partidos así se ganan con algo más que estilo y academicismo, exigendo un plus que el Arsenal parece estar lejos de dar. Para los de Laudrup , con un Michu imperial en su vanguardia, supone un espaldarazo definitivo, constituyéndose no ya como una de las revelaciones de la Premier, sino como un estupendo equipo que en todo momento sabe lo que hace cuyos horizontes parecen ensancharse. Quién sabe si hacia Europa.