Tal vez, si algún desprevenido observa que estos dos equipos se iban a cruzar, puede llegar a pensar que seguramente estén disputando cosas importantes a esta altura de la temporada. Claramente no es el caso.

 

Los simpatizantes del Everton no están acostumbrados a verse en estos puestos de la tabla (estaban 14º, con sólo un partido ganado en todo el año), ya que desde la temporada 2005-06 que no bajan del octavo puesto. Los Toffees están sufriendo como nunca en la Premier League este año y ya están mirando más a los equipos que vienen por debajo que a los que vienen por encima. En la Europa League su suerte no es la misma, ya que en sólo nueve partidos habían conseguido la misma cantidad de victorias que en toda la liga hasta antes de este domingo, seis.

 

Los aficionados del Newcastle, en el momento en que Alan Pardew volvió de la muerte, llegaron a pensar que podían pelear por puestos europeos hasta fin de temporada. Pero su equipo entró en una nebulosa significativa que lo catapultó a la intrascendencia. Ahora, el único objetivo que tienen las Urracas es terminar por encima del Crystal Palace, club al que emigró Pardew para salvarlo del descenso. La visita a Goodison Park de este domingo seguro que no es de las más riesgosas de la temporada, pero el Everton es impredecible.

 

Los Blues necesitaban la victoria de manera desesperada. Al principio, el local dominaba pero no podía hacerse dueño del mediocampo. La defensa del Newcastle intentaba jugar al achique sin buenos resultados. Rápidamente los Toffees se encontraron con la ventaja a partir de un pelotazo de Jagielka a Romelu Lukaku quien la aguantó de forma estupenda y descargó con McCarthy, que remató de lejos y tuvo la suerte de encontrarse con una respuesta flojísima de Tim Krul. El primer tiempo transcurrió sin muchas más emociones, los visitantes lograban acercarse al arco de Howard pero sin demasiada profundidad. Es sensible la ausencia de Papiss Demba Cissé, quien tiene que cumplir siete fechas de suspensión por el episodio con Evans.

 

En el segundo tiempo todos esperaban una reacción de los muchachos de John Carver, pero no fue así. A los diez minutos del complemento, Lukaku estiró el marcador desde el punto penal tras una falta generada por Aaron Lennon. Dos minutos después del segundo gol, Coloccini se fue a las duchas por una patada al mismo que generó el penal. En este momento, se terminó el partido. El Newcastle intentó acercarse al descuento gracias al buen ingreso de Jonás Gutierrez pero sin muchos réditos, y el Everton tuvo muchas chances para ampliar el marcador. Krul pudo aguantar el 2-0 hasta el descuento cuando, tras una gran contra, Ross Barkley decretó la goleada.

 

El Newcastle sufrió su segunda goleada en los últimos cuatro partidos, y quiere que se termine la temporada lo antes posible. La escuadra de Martínez logró su segunda victoria en el año en la competición doméstica y respira. El jueves deberá visitar Kiev buscando los cuartos de final de la Europa League. ¿Será un punto de inflexión para el Everton esta goleada?