Matías Hermida

Mourinho y los suplentes: una historia de desafección

A lo largo de su exitosa carrera como entrenador, José Mourinho ha mostrado una tendencia constante en confiar en un grupo reducido de jugadores para confeccionar la columna vertebral de sus conjuntos. Los antecedentes no contribuyen al optimismo respecto a la participación de Radamel Falcao en el equipo.

 
La reciente llegada de Radamel Falcao al Chelsea nos trae decenas de preguntas a la cabeza que no van a ser respondidas hasta que empiece la temporada y veamos cuáles son los planes de José Mourinho para el colombiano. Luego de una temporada fatídica en Manchester, el “Tigre” tiene que pelear por meterse en un once muy definido por el entrenador, con Diego Costa como único punta, por lo que, a menos que haya un cambio de sistema, Falcao deberá arrebatarle esa posición a Costa.
 
Pero hay algo muy interesante para analizar ante esta situación. La historia reciente no habla bien sobre el rendimiento de los suplentes que formaron parte de los planteles de Mourinho. El portugués es un técnico conocido por la solidez de sus equipos, pero si repasamos los antecedentes, encontramos que suele decidirse por once jugadores que acaparan la mayoría de los minutos de la temporada y no es muy partidario de las rotaciones. Ojo, hubo situaciones en las cuales las condiciones de las propias plantillas no le permitían tal acción, pero en los últimos años, “Mou” tuvo que lidiar con varias situaciones de jugadores disgustados por su poco juego.
 
Si repasamos su última temporada en Oporto, vemos que varios jugadores sumaron entre 45 o 50 partidos por temporada: Ricardo Carvalho (48), Paulo Ferreira (52), Costinha (45), Maniche (50), Deco (45) y Benni McCarthy (47). Es cierto que en Oporto no gozaba de un plantel abundante en estrellas y no tenía el problema de tener que distribuir los minutos, así que confeccionó un once implacable que lo llevó a la consecución de Champions League.
 
Obviamente, tal hazaña lo llevó a los ojos del proyecto millonario de Chelsea y las cosas siguieron por el mismo rumbo, con un puñado de jugadores sumando muchísimos minutos encima. En su primera temporada, en que se terminó coronando como campeón de la Premier League, tuvo a varios jugadores con la misma cantidad de encuentros: Petr Cech (48), John Terry (53), William Gallas (46), Frank Lampard (58), Claude Makelele (50), Tiago (51), Joe Cole (46), Eidur Gudjohnsen (57), Damien Duff (48). Sobre once titulares, nueve jugadores suman una cantidad enorme de encuentros en la temporada. Y otros varios se encuentran en el umbral de los 40, como Paulo Ferreira, Mateja Kezman y Didier Drogba. En los siguientes años, la tendencia sería la misma, con varios jugadores superando esa barrera. En aquella época, Mourinho apenas tuvo que afrontar quejas de suplentes de nivel con pocas oportunidades.
 

La columna vertebral suele disputar en torno a 50 partidos por temporada

Entre siete y nueve jugadores acumulan la mayoría de los minutos

El Inter de Milán sería el siguiente paso para Mou y la tendencia se mantendría, especialmente en su segunda campaña, que finalizó con la consecución del triplete. Mourinho confeccionó un equipo de jugadores con mucha experiencia caracterizado por una defensa muy férrea. Jugadores como Julio Cesar (54), Lucio (48), Maicon (52), Javier Zanetti (55), Esteban Cambiasso (47), Samuel Eto’o (48) y Diego Milito (52) superaron o rondaron la cifra de los 50 partidos. Si a ellos sumamos a jugadores en el umbral de los 40 partidos, como Stankovic, Samuel, Thiago Motta, Sulley Muntari, Wesley Sneijder o Mario Balotelli, llegamos a los 13 jugadores a los que el luso recurrió preferentemente durante todo el año. Pero aquí se produjo el primer caso de un suplente que emprendió el declive de su carrera a causa de la falta de oportunidades, Ricardo Quaresma, que llegó del Oporto y vio cómo las oportunidades llegaron en cuentagotas. Otro jugadores, como Hernán Crespo y Nicolás Burdisso, decidieron irse del equipo antes de comenzar la temporada intuyendo las dificultades para entrar en el once.
 
Pero lo profundo del análisis arranca en el Real Madrid. Esa maquinaria de compras que se llama Florentino Pérez le entregó a Mourinho un plantel con una riqueza de jugadores inigualable y Mou se vio obligado a dejar alguna de esas piezas en la recámara. Si tomamos la segunda temporada de Mou en el Bernabéu, en la que conquistó la liga, ocho jugadores superan el umbral de los 50 encuentros: Iker Casillas (53), Ramos (51), Pepe (45), Xabi Alonso (52), Mesut Özil (52), Karim Benzema (52), Gonzalo Higuaín (54) y Cristiano Ronaldo (55). En este caso, existe una rareza. Tanto Benzema como Higuaín son el primer caso de rotación verdadera que detectamos en el análisis, quizás por su igualado nivel de juego y la necesidad de rotar a los jugadores de ataque, que dependen en mayor medida de su explosividad. Mourinho nunca terminó de decantarse por ninguno de los dos aunque a largo plazo, el ganador de la batalla sería Benzema. Higuaín acabaría haciendo las maletas con destino a Nápoles.
El Real Madrid es un punto de partida muy interesante para analizar la relación de Mourinho con algunos jugadores. En este sentido, resulta especialmente interesante el caso de Kaká. Algunas lesiones le impidieron ser parte del equipo pero, incluso cuando estaba en plenas condiciones, el portugués siempre prefirió a Özil en su lugar y nunca le terminó de dar la continuidad que el brasileño necesitaba.
 

La falta de rotaciones no supuso un problema hasta los últimos tiempos

Excepto en el caso Higuaín-Benzema, el nueve del equipo siempre fue fijo

La tendencia se ha mantenido constante en la segunda etapa de Mourinho en Stamford Bridge. En la última temporada, en que el Chelsea reconquistó el cetro inglés. Nuevamente encontramos una columna vertebral formada por siete jugadores: John Terry (49), Gary Cahill (48), Branislav Ivanovic (49), Cesc Fábregas (47), Nemanja Matic (49), Eden Hazard (52) y Willian (49). Conviene precisar tres situaciones en particular. En primer lugar, el caso de la portería, donde Thibaut Courtois fue el titular pero Mourinho ofreció a Cech minutos en las competiciones de copa. En segundo, el del lateral izquierdo, donde César Azpilicueta fue el titular indiscutible (40 partidos) pero Mourinho trató de darle algunos minutos a Filipe Luis. Y, por último, el caso de la delantero. Diego Costa fue el preferido pero, debido a las lesiones del brasileño naturalizado español, Didier Drogba acabó sumando 40 partidos por 37 de Costa. Aunque también vale aclarar que el marfileño entró en la mayoría de esas participaciones desde el banco de suplentes.
 
Además, el Chelsea fue un cementerio para varios jugadores desde la vuelta de Mourinho. Arrancando por jóvenes estrellas como Kevin de Bruyne o Romelu Lukaku, pasando por casos como los de Demba Ba y Juan Mata en la temporada 2013/2014 o como los de André Schürrle o Mohamed Salah en la última campaña. Lo mismo puede suceder este verano. Una vez confirmada la marcha de Petr Cech en busca de minutos, Juan Cuadrado y Loïc Remy podrían ser los siguientes en abandonar el Bridge para disfrutar de la titularidad en otros conjuntos.
 
Considerando lo anterior, ¿qué pasará con Radamel Falcao? Hay varias opciones. La más prometedora para Falcao sería que Mou decidiera volver a unir a los dos delanteros que triunfaron en el Atlético de Madrid. Otra, sería que Mourinho fomentara la competencia entre ellos como sucedió en el Real Madrid entre Benzema e Higuaín. Y, quizás la más probable, que Falcao ocupe el rol que jugó la temporada pasada Didier Drogba, es decir, un suplente de lujo para el delantero titular. Una duda que sólo se conocerá con el correr de la temporada pero lo cierto es que Falcao llega a Stamford Bridge con 29 años y tras una mediocre temporada en Manchester. Convencer a Mourinho de que es él quien debe ser parte de la columna vertebral se antoja una ardua labor.
 

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Matías Hermida