El mercado del fútbol propicia, cada vez más, que se produzcan enfrentamientos entre entrenadores o jugadores contra sus antiguos equipos. Este baile de traspasos, ventas o despidos es la tónica del fútbol actual y ha llegado a dos equipos que vivieron ajenos a este ajetreo durante muchos años.
Hablamos de Manchester United y Everton, dos equipos que durante muchas temporadas apostaron por un proyecto longevo basado en la figura carismática y en la idea de dos hombres, Sir Alex Ferguson y David Moyes. El término de la temporada 2012/13 puso fin a dos exitosas etapas; de 26 temporadas la que ligaba a Ferguson y al United, y de once temporadas en el caso de Moyes y el Everton.
El retiro de Ferguson dejó un hueco enorme en Old Trafford y abrió el debate sobre quién sería su sustituto pero Fergie lo tenía claro. Veía en Moyes al entrenador ideal para encargarse de la complicada tarea de suplirle. Moyes evidentemente no pudo rechazar una oferta que suponía un gran salto en su carrera y recorrió los algo más de 50 kilómetros que separan Liverpool de Manchester.
Este miércoles 4 de diciembre, en partido correspondiente a la decimocuarta jornada de Premier League, tendrá lugar el esperado encuentro entre David Moyes como técnico Red Devil y sus ex, el Everton. Será, sin duda, un encuentro de emociones encontradas para el técnico escocés por tener enfrente a los que fueron sus pupilos durante tantos años. Pero Moyes tiene mucho más en juego en este encuentro. La situación de su United no es para nada cómoda. Sin ir más lejos, el Everton está por encima de ellos en la clasificación y la distancia respecto al liderato que ostenta el Arsenal es ya de nueve puntos.
Los comienzos de Moyes en Manchester están siendo complicados, los resultados no son satisfactorios y las sensaciones que muestra el equipo no son positivas. Un equipo en el que se evidencia la mala planificación realizada en el mercado de fichajes y que en muchas ocasiones parece obligado a sobrellevar los partidos únicamente gracias a las apariciones de sus estrellas, especialmente de otro exjugador del Everton, Wayne Rooney.
En el Everton, sin embargo, parece que no echan demasiado en falta a Moyes. Roberto Martínez se ha adaptado a la perfección al conjunto de Liverpool y los jugadores han asimilado rápidamente la idea de juego que trata de imponer el entrenador catalán. El juego tan directo que practicaba Moyes ha dado paso a un fútbol basado en el control del balón, del que ahora disfrutan en Goodison Park y que tan buenos resultados está dando.
El otro que tomó esta temporada el puente Everton-Manchester fue Marouane Fellaini. El belga fue la apuesta del Manchester United y de Moyes para reforzar el centro del campo. En teoría esa es la posición que el United necesitaba cubrir, pero se ha evidenciado que la decisión de fichar a Fellaini no fue la más acertada. El belga no acaba de encontrar su sitio y estamos lejos de ver su mejor versión, la que se vio en Everton la temporada pasada.
Un duelo con mucho morbo, con mucho aliciente. Mucho más que tres puntos están en juego. Old Trafford acogerá el primer enfrentamiento entre Moyes con su pasado más reciente. Habrá que esperar a la segunda vuelta para que el entrenador escocés vuelva a Goodison en el que puede ser, si ambos equipos mantienen el nivel, un partido clave para dilucidar las aspiraciones de unos y de otros.