Newcastle necesitaba ganar y esperar resultados en los partidos del Arsenal y Tottenham para clasificarse para la Champions League. Al final, ninguno de ellos acabaría dándose.

 

A las «urracas» les esperaba un partido duro desde un comienzo. Los «toffees» lograron empatar a cuatro frente al Manchester United y poseen a un Nikica Jelavic muy prendido. El partido desde un principio mostró a un Everton mucho mas tranquilo y el Newcastle no logró exhibir su mejor cara, la que la ha permitido acabar en un lugar de tanto privilegio.

 

A los 16 minutos, Steven Pienaar logró abrír el marcador gracias a un disparo lejano, al aprovechar la descolocación de un Newcastle que estaba siendo superado y defendía de una forma muy desordenada. El gol dejó tocados a unos jugadores que mostraron en todo momento el grado de nervios que llevaban. Yohan Cabaye empujó a un joven recogepelotas  en una de las muestras más claras.

 

Las estrellas de las «urracas» que brillaron toda la temporada no conseguieron hacerlo en este partido. Hatem Ben Arfa no pudo ganar un mano a mano en todo el encuentro, Cabaye no pudo dar un pase claro y hasta Papiss Cissé  erró un gol dentro del área, algo que parecía imposible hasta este encuentro.

 

Jelavic lograría agrandar la diferencia a los 27 minutos tras controlar el balón con la mano. Newcastle no pudo recuperarse del golpe, algo que le costó durante toda la temporada.

 

Para el segundo tiempo, Alan Pardew, elegido como técnico del año por la Premier League esta semana, envió a cancha a Sylvain Marveaux y Ryan Taylor. Newcastle se mostró más prolijo, logró manejar el balón pero se nubló en los últimos metros de la cancha. El partido se convirtió en ida y vuelta, donde el Newcastle podía descontar en cualquier momento, como también el Everton darle el golpe final. Y así fue.

 

John Heitinga conectó con la cabeza un centro y liquidó el encuentro. Newcastle siguió intentando y tuvo muchas chances, aunque no muy claras. En cambio, el Everton cada vez que llegaba al área, Tim Krul se teniá que lucir para sacar el peligro. A los 73 minutos, tras un centro que parecía no entrañar peligro, Tony Hibbert buscó al arquero con un pase de cabeza, pero este quedó a contrapié y la pelota ingresó al arco de los «toffees».

 

El partido terminó 3-1 a favor del Everton, que no pasó muchas turbulencias en los 90 minutos. Tim Cahill se fue expulsado luego de agarrar del cuello a Cabaye, pero por suerte el asunto no pasó a mayores.

 

El balance de la temporada para Newcastle United, a pesar de no entrar a la Champions League, es magnífico. Mostró en gran parte del torneo un excelente juego que hizo las delicias de propios y extraños. En mayo de 2009, Damien Duff (actualmente en el Fulham) metía un gol en contra frente al Aston Villa y provocó que el Newcastle descendiera al Championship. Lejos quedan aquellos tiempos. El equipo tiene ahora otro aire, otra forma de jugar. Muchos creían que el mercado estival fue negativo para Newcastle, que las «urracas» no tendrían un alto vuelo y lo esperaba codearse con el descenso. El Newcastle prescindió de jugadores figuras o de nombre pesados. Lo que sí tuvo fue un gran espíritu que logró pasar por arriba mucho rivales, jugadores que supieron brillar individualmente y, sobre todo, supieron como aportar al equipo para brillar en conjunto.

 

Las «urracas» jugarán en Europa League, nada mas ni nada menos, contra ilustres europeos como Inter de Milán. Ahora se viene el partido más díficil para el Newcastle, durante el cual tratará de conservar a la columna vertebral de su equipo. Lloverán ofertas por muchos de sus jugadores (Cabaye, Ben Arfa, Cissé, Tiote, Demba Ba, Simpson…) y el Newcastle deberá convencerles de que este equipo puede lograr grandes metas. Bienvenido a Europa, Newcastle United.