Si algo ha demostrado el Chelsea en los últimos meses es que es un equipo que se crece ante las adversidades. Así lo hizo en el Camp Nou cuando se quedó con diez tras la expulsión de Terry y acabó accediendo a la final. Y cuando logró empatar en Múnich ante el equipo local en los últimos minutos para acabar cosechando una improbable victoria en su trofeo más anhelado.

 

El panorama en Leeds era casi igual de desolador. Benítez no podía contar con Oriol Romeu y John Terry, lesionados, ni con Gary Cahill, Obi Mikel y Ramires, sancionados. Unas bajas que obligaron al técnico español a situar a Oscar en el medio centro junto a Lampard. El alemán Marko Marin ocupó el lugar de Hazard en la media punta mientras Ryan Bertrand hizo lo propio con el de Ashley Cole en el lateral izquierdo. Todo con el objetivo de minimizar los efectos de un viaje desde la otra punta del mundo.

 

Para acabar de rematarlo, la incesante lluvia que cayó sobre Elland Road agravó el cansancio acumulado por los jugadores visitantes. Pero el patido todavía depararía otro revés al Chelsea, que vio cómo el argentino Luciano Becchio adelantaba al Leeds en la primera parte. Las perspectivas para el Chelsea al descanso se antojaban negras. Pero la reacción fue fulgurante.

 

Un despertar que coincidió con la entrada en el terreno de juego de Eden Hazard en la media hora final. El belga aporta junto a Mata un plus de calidad en este equipo. Aunque contó con la ayuda inestimable de Victor Moses, cuya ascendencia sobre el juego del equipo crece en cada partido. Esta vez culminó su actuación con un magnífico gol gracias a un disparo potente desde fuera del área.

 

El gol inicial del Leeds llegó tras el tradicional error de David Luiz, que perdió el balón fuera de posición y permitió el contraataque fulminante del Leeds. El centro de Jerome Thomas desde la izquierda fue rematado a placer por Becchio. Los habituales cánticos de «You’re getting sacked in the morning» dirigidos a Rafa Benítez arreciaron en Elland Road.

 

En la segunda parte, el Chelsea fue otro. Al minuto de la reanudación, Mata puso el empate  tras una pared con Moses. El guardameta Ashdown pudo haber hecho algo más ante un disparo que no llevaba excesiva potencia.

 

El Chelsea se adelantó por medio de un córner lanzado por Lampard que remató de cabeza Ivanovic al primer palo. Inmediatamente después llegaría el mejor gol de la noche, el de Moses, que sentenciaba el encuentro a falta de media hora.

 

A falta de diez minutos, Hazard marcó tras un contraataque lanzado por Luis y Torres puso el quinto cuando ya los espectadores estaban abandonando el estadio.

 

Benítez siempre afirmó que su objetivo era ganar títulos con el Chelsea. Tras el fracaso de Japón y con el Chelsea eliminado de la Champions League, la Copa de la Liga se antoja como la opción más factible.