Tres tristes puntos, 8 goles a favor y 16 en contra en seis partidos parecían unos números que difícilmente podían ir a peor. Sin embargo, parece que en Bolton todo puede ocurrir.

 

Esta tarde, los de Owen Coyle han cambiado el formato de los partidos del fútbol profesional. Hasta ahora, éstos constaban de 90 minutos, pero el Bolton quiere apostar por un formato más corto, de media hora. Eso es lo que tardó el Chelsea en ponerse 0-4 arriba.

 

El cúmulo de despropósitos de los de Owen Coyle comenzó en el minuto dos, cuando Sturridge remató solo un córner lanzado por Mata desde el corazón del área. Alguien debería haber informado a los defensas del Bolton de que Sturridge ya no juega con los «trotters».

 

La zaga local, no contenta con haber regalado el primer gol a los dos minutos de juego, regaló también el tercero y el cuarto, cuando el joven cancerbero Bogdan, que debutaba esta temporada, no pudo detener dos disparos asequibles de Sturridge y Lampard.

 

Con el 0-4 se acabó el partido, hasta el punto de ver cómo a la media hora de encuentro algunos aficionados del Bolton se retiraban del Reebook Stadium, hartos del pésimo juego de su equipo.

 

Tras el descanso, el Chelsea salió dormido y permitió que los «trotters» recortaran distancias, aunque no cabía duda de que el encuentro estaba decidido hacía ya mucho. Lo único destacable de la segunda parte fue el quinto gol del Chelsea y el tercero de Lampard, en lo que venía a ser una petición para ir convocado con la selección inglesa esta semana. Su participación en el gol fue la única acción destacable de Didier Drogba, que volvió al once titular tras su feo golpe en el partido ante el Norwich City.

 

El Bolton ha sido una calamidad, especialmente en defensa, tanto en este partido como durante todo el arranque de temporada. Clara muestra de ello son las subidas desde la defensa de David Luiz hasta la frontal del área sin oposición alguna. Aunque también es cierto que los de Coyle ya se han enfrentado a City, Liverpool, United, Arsenal y Chelsea en las primeras siete jornadas de liga, por lo que resulta difícil hacerse una idea del nivel real de los de Owen Coyle.