FA Cup
West Ham | 2 |
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Liverpool | 1 |
Ficha técnica |
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2 – West Ham: Randolph; O’Brien (Moses, 83), Reid (Collins, 65), Ogbonna, Cresswell; Noble, Obiang, Antonio, Kouyaté (Carroll, 75), Payet; Valencia. |
1 – Liverpool: Mignolet; Flanagan, Leiva, Ilori, Smith; Stewart, Chirivella (Milner, 101), Teixeira (Origi, 59), Ibe, Coutinho (Sturridge, 59); Benteke. |
Goles: 1-0, m.45: Antonio. 1-1, m.48: Coutinho. 2-1, m.121: Ogbonna. |
El West Ham se ganó el derecho a enfrentarse al Blackburn Rovers en la quinta ronda de la FA Cup gracias al postrero gol de Angelo Ogbonna cuando el partido parecía abocado a la suerte suprema de los penaltis. Sin embargo, el partido se cobró su peaje en los Hammers, que sufrieron las lesiones de Joey O’Brien, Winston Reid y Cheikhou Kouyaté, sustituidos los tres de forma obligada por Slaven Bilic.
Salió más entusiasta el Liverpool de inicio, aunque el primero en avisar con seriedad fue el West Ham, ya que en el minuto quince Joey O’Brien estrellaba un balón al palo tras ser desviado por Lucas Leiva, que ocupó hoy la posición de defensa central junto a Tiago Ilori, en un once joven y experimental de Jürgen Klopp, que volvía a los banquillos tras ser operado de apendicitis.
El partido era intenso por ambas escuadras, pero las oportunidades brillaban por su ausencia, ya que hasta el minuto treinta no volvería a ocurrir nada reseñable. El remate de Joao Carlos Teixeira se fue desviado tras cazar un balón suelto en el área. Un puñado de minutos después llegó la ocasión más clara de los de Merseyside, cuando Philippe Coutinho se encontró con la madera tras una buena maniobra por la izquierda de Christian Benteke. Sin tiempo para respirar, el propio Benteke cabeceó en el segundo palo un córner que provocó que Darren Randolph se empleara al máximo para repeler por bajo la intentona de los Reds.
Los dos sustos consecutivos activaron a los Hammers, que tomaron más posesión de balón. En el minuto treinta y siete, hicieron mérito en dos veces para anotar, pero la falta de Dimitri Payet se fue directa al poste y el rechazo de Enner Valencia fue desviado por un buen Simon Mignolet. En el cuarenta y cinco sería el intenso Michail Antonio quien mandó a guardar el servicio desde la siniestra de Valencia en la última jugada de la primera parte.
Solo tardaría tres minutos en empatar el Liverpool, cuando Coutinho ejecutó con maestría una falta por bajo engañando a la barrera y a Randolph. El gol dejó a los Hammers en la lona, pero los visitantes no aprovecharon la zozobra local y los de Bilic se recompusieron con el paso de los minutos, haciéndose dominadores de la pelota. Incluso reclamaron un claro penalti sobre Valencia, que fue claramente agarrado por Tiago Ilori.
El más activo de los rojos era Benteke, que llevaba el peligro hasta botando una falta que hizo que Randolph volara para evitar el gol en el ochenta. Pero pese a eso, las últimas oportunidades fueron para los Hammers, como el cabezazo de Valencia, la volea durísima de Mark Noble o el chut de Andy Carroll a la media vuelta. Pero como ninguno consiguió atinar a perforar la red de Mignolet, el partido se vio abocado a la prórroga.
En la primera parte del tiempo extra el miedo fue el leit motiv de ambas escuadras, siendo lo poco reseñable por el West Ham un disparo llegando desde la izquierda hacia dentro de Noble, mientras que por parte de los de Klopp, Benteke seguía siendo el estilete ofensivo. En un minuto pudo marcar hasta en dos ocasiones, pero ni la volea desde el punto de penalti ni el mano a mano ante el portero irlandés acabaron entre los tres palos.
Ya en la segunda parte, un recién ingresado Daniel Sturridge cerca estuvo de sentenciar en una de las múltiples contras de las que dispuso el Liverpool, aprovechando la descomposición del centro del campo de los Claret & Blue. Pero aunque los visitantes rondaron el gol una y mil veces, los que acabaron marcando fueron los capitalinos, cuando en el primer minuto del descuento un imperial Ogbonna se catapultó para cazar en el cielo de Upton Park un maravilloso servicio lateral de Payet. Un gol que vale una clasificación. Un gol que da el billete a visitar Ewood Park el 21 de febrero.