El Crystal Palace ha cerrado el fichaje más caro en toda su historia futbolística, adquiriendo al jugador francés Yohan Cabaye, un viejo conocido de la Premier que regresa por la suma de 11 millones de libras (14 millones de euros), cifra récord para las águilas del sur de Londres. Bastaron dos temporadas en el Paris Saint-Germain para darse cuenta que no fue una acertada decisión, por lo que el francés ha respondido a la llamada de Alan Pardew, un técnico que lo conoce perfectamente y que le extrajo el máximo rendimiento cuando ambos eran empleados del Newcastle United.

El Crystal Palace sabe el significado de darle a Pardew la posibilidad de incorporar jugadores que conoce muy bien, que sabe que pueden rendir y que contagian al resto del equipo en la meta de obtener una regularidad que les permita ostentar posiciones más altas en la tabla. En la temporada 2013/2014, los Eagles finalizaron en la 11ª posición, mientras que en la pasada 2014/2015 llegaron al 10° puesto. Son resultados que ya dictan la hora de pedirle al águila que vuele más alto y mire el palacio de cristal desde más metros de altura. Varios han cuestionado la decisión de Cabaye de ir al Crystal Palace, presumiendo que es un retroceso para su carrera y que el no puede ofrecerle los mimbres para desarrollar su mejor fútbol. Una afirmación que puede revelarse errónea:
1. El buen socio en defensa…: Como pivote defensivo, Cabaye es correcto en el marcaje, la entrada y es intuitivo a la hora de interceptar balones contrarios y tener fuerza en la lucha individual a pesar de ser un jugador de poca estatura (1’73m). Sus otros compañeros en esa posición, Mile Jedinak (1’88m) y Joe Ledley (1’83m) son jugadores de mayor presencia física, más típicos de la Premier League. Sin embargo, ese factor no afecta a Cabaye, quien con sus habilidades puede congeniar fácilmente con cualquiera de los jugadores del Palace que tenga la tarea defensiva en el centro del campo.
2. …y grandioso en el ataque: La calidad de juego de Cabaye es incontestable. El francés es idóneo para cualquier tipo de juego que Pardew le ordene al equipo, porque puede adaptarse bien a un contraataque con pases magistrales, ya sea al ras o balón largo, y pases entre líneas para romper esquemas de defensa fuertes. El virtuosismo de Cabaye es tal que no sería descabellado presenciar el resurgir a Marouane Chamakh o Frazier Campbell.
3. Goles importantes y con variedad de catálogo: Un mediocampista con llegada a gol es sinónimo de alternativa positiva para conseguir los tres puntos, como también lo es aparecer en el momento donde más se necesita anotar. Cabaye es un as bajo la manga por sus visitas constantes al área para recibir un pase que lo ponga en posición privilegiada para anotar, como también cazar un rebote que le permita marcar. Por no mencionar sus dotes como lanzador a balón parado, una tarea que venían desarrollando hasta ahora Jason Puncheon o Yannick Bolasie.
4. Química de juego con buenos jugadores: El francés expresó al llegar al Crystal Palace que había fichado porque «hay grandes jugadores aquí», cosa que la prensa atribuyó a sus ansias por quedar bien. Pero si algo nos ha demostrado el fútbol es que un club no necesita tener un nombre muy laureado para tener grandes jugadores con un rendimiento envidiable, jugadores que son muy infravalorados por no estar en un club top. El Palace cuenta con jugadores como los ya mencionados Mile Jedinak, Joe Ledley y Jason Puncheon, además de la revelación Yannick Bolasie, el prometedor Wilfried Zaha o el goleador Glenn Murray. U otros veteranos como el arquero Julián Speroni y los defensas Joel Ward, Brede Hangeland y Paddy McCarthy.
El fichaje viene respaldado con un espaldarazo de confianza que motiva a Pardew y a sus dirigidos a hacer campañas más fuertes y prometedoras, en donde entrar entre los diez primeros es poco para los logros que puede alcanzar este equipo que ha venido en alza desde que ascendió hace dos temporadas atrás. Grandes tiempos se vienen para los del Selhurst Park en esta segunda parte del encuentro Cabaye-Pardew, esta vez para que el Crystal Palace despegue y logre completar su mejor temporada en la cima del fútbol inglés.