Payet presenta su candidatura

 

 

Por ejemplo el año del Tottenham. Los Spurs seguirán al equipo de Leicestershire en la tabla con un año sólido, regular y eficaz. Mauricio Pocchetino ha hecho que los Lillywhites hayan tenido el sueño y la opción de competir por la Premier. Algo poco esperado por White Hart Lane a principio de temporada. Y también por Londres, ha pululado un mediapunta francés de aspecto jovial haciendo las delicias de los que pagan por sentarse en las gradas. O los que ven los partidos por televisión. O por Internet. De todos ellos. Dimitri Payet ha hecho disfrutar a cualquier aficionado al fútbol.

 

El jueves saldrán publicados los seis candidatos al mejor jugador del año en la Premier League. Sin duda, del Leicester estarán Riyad Mahrez, Jamie Vardy y quizá N’Golo Kanté. La heroicidad de los Foxes merece su reconocimiento en este tipo de galardones y observando el fracaso de temporada de entidades como Chelsea, Manchester United o Arsenal, el monopolio del séquito de Ranieri es presumible. Harry Kane como máximo goleador del torneo y mejor ariete entrará con toda probabilidad en la nómina de candidatos y el último podría ser Dele Alli. Contando en esta hipótesis con que Payet competirá también por el galardón. Las opciones de jugadores como Kevin De Bruyne (lesión),Sergio Agüero (número correcto de goles pero en pocos partidos), Mesut Ozil (de más a menos), Romelu Lukaku (mal año del Everton) u otros parecen reducidas viendo los diversos problemas a nivel individual o de sus respectivos clubes a lo largo de la temporada.

 

Payet merece ser el galardonado. Sin él, el West Ham sería un equipo con un buen entramado defensivo pero sin ningún tipo de creatividad ni imprevisibilidad en su juego de ataque. Manuel Lanzini no deja de ser un mediapunta que aporta destellos de fútbol de manera ocasional. Andy Carroll es un delantero de cuestionable calidad. Las escasas apariciones de Enner Valencia y Diafra Sakho han sido algo significativas gracias a los trucos del mago francés. Tan sólo el doble pivote parece el único con autonomía para reivindicar su importancia en el esquema de Slaven Bilic más allá de la clarividencia del 27 de los Hammers. Cheickou Kouyaté y Mark Noble si han tenido un nivel acorde a la superlativa superioridad del sonriente Payet. Y la irrupción de Michail Antonio en la segunda parte de la temporada también es digna de mención.

 

 

Estuvo lesionado dos meses en otoño. Se perdió ocho partidos de Premier. El West Ham empató seis (Manchester United, West Bromwich Albion, Stoke City, Swansea, Aston Villa y Everton) y perdió dos de esos ocho encuentros (Watford y Tottenham). Seis puntos de veinticuatro posibles. Observando la tabla clasificatoria y la influencia de Payet en el juego de los Irons, no es descabellado pensar que de no haber caído lesionado en esas ocho semanas, las opciones del equipo de Slaven Bilic habrían sido muy superiores a alcanzar el cuarto puesto.

 

Mahrez hizo un gran primer tramo de temporada pero lleva semanas sin aparecer. Parece desconectado física y mentalmente del perfecto organismo del Leicester. Vardy ha sido la punta de lanza y principal tótem goleador de los Foxes pero parece un escalón por detrás en merecimiento al argelino. Resultaría complicado que N´Golo Kanté fuera el ganador siendo un centrocampista a pesar de su gran año. Y Harry Kane estuvo sin aparecer durante numerosas jornadas al inicio de temporada. Las opciones de Payet para ser el galardonado son reales.

 

Ocho goles y nueve asistencias en el zurrón en su primera temporada fuera de Francia, de la Ligue 1. Una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo fútbol. Y siendo la sensación. Parece inaudito que el monto del traspaso desde el Olympique Marseille al West Ham fuera únicamente de quince millones de euros. Más allá de sus fabulosos golpeos a balón parado, en el último año de Boleyn Ground se ha visto la irrupción de un futbolista formidable. Con galones y libertad en el apartado ofensivo. Con capacidad de inventiva y continuidad en el juego. Un jugador que no necesita peinados estrafalarios ni excesivos alardes de márketing e imagen para seguir produciendo rostros de asombro en las gradas de los estadios de la Premier League.

 

Muy extraño sería que no fuera titular con Francia en la Eurocopa. A sus 29 años, Payet está en el momento álgido de su carrera. Un jugador basado en el talento de sus botas y no dependiente de su físico como otro perfil de futbolistas (Raheem Sterling o Víctor Moses por ejemplo). De la índole de genios como Francesco Totti, Dennis Bergkamp o Juan Carlos Valerón. Perderá, al igual que los mencionados, capacidad en el motor, pero el resto del coche seguirá intratable. Porque el mediapunta francés canaliza con los pies el fútbol que tiene en su cabeza. Lo que muy pocos pueden ver.

 

En su primer año en Upton Park, renovó con los Hammers hasta las cuatro temporadas. No parece posible su salida del East End rumbo a alguno de los grandes equipos de Europa. Payet es así, un jugador que disfruta con su trabajo. Que hace disfrutar con su trabajo. Con su fútbol. Sin demasiado ruido. Sin demasiada fama. No le hace falta. Todos lo sabemos. El cántico de “We,ve got Payet” resuena en Boleyn Ground pero no como propiedad exclusiva de los aficionados del West Ham. Sino de los aficionados al fútbol.