FA Cup
Manchester City |
2 |
Chelsea |
0 |
Ficha técnica |
2 – Manchester City: Pantilimon, Zabaleta, Clichy, Javi García, Kompany, Lescott, Milner, Yaya Touré, Jovetic Booked (Nasri, 61), Dzeko (Negredo, 81), Silva (Jesús Navas, 69). |
0 – Chelsea: Cech, Ivanovic, Azpilicueta, Matic, Cahill, David Luiz, Ramires (Torres, 61), Mikel, Eto’o (Salah, 5), Willian (Oscar, 71), Hazard. |
Goles: 1-0, m.16: Jovetic. 2-0, m.67: Nasri. |
Manuel Pellegrini es un hombre tranquilo. Sorprendentemente tranquilo, para lo que es habitual en el show business del fútbol actual. Lo demostró una vez más en el cruce de declaraciones durante la semana, entrando al trapo siempre menos de lo humanamente aconsejable. Aún así, debió entrarle un pequeño escalofrío al ver a su némesis, José Mourinho, enfilándose hacia el terreno de juego del Etihad bandera en mano con el objetivo de tomarlo por segunda vez en quince días. E imaginando las consecuencias.
No hubiera sido un escenario fácil de digerir a tres días del primer choque ante el Barcelona en la Champions. Es ahora ese momento de la temporada, que probablemente dura sólo veinte o veinticinco días, pero que acaba determinando el devenir de un equipo en varios frentes, y acaso de un entrenador. Una FA Cup que hasta cierto punto es irrelevante para el Manchester City, que opta también a todo lo demás, pero que, en forma de duelo a muerte con el Chelsea de Mourinho, adquiría toda la importancia del mundo y un poco más. Cada duelo con Mourinho deviene batalla ideológica para el chileno, convertido acaso en el Guardiola de esta nueva rivalidad.
El partido fue tan poco equilibrado como plano fue el Chelsea. También ayudó el City a que Hazard no estuviera eléctrico como acostumbra. Javi García se empleó con más acierto en el centro del campo que Demichelis hace dos semanas, aunque sería injusto achacar sólo al argentino las miserias de entonces. Pero sí, funcionaron los locales como deberían haber funcionado en aquel encuentro, seguramente visionado una y mil veces por el personal de Pellegrini. Probablemente resolvieron que era mejor no ofrecer la posibilidad del contragolpe a sus rivales, y tuvieron las cartas de cara con el gol de Jovetic al cuarto de hora, que permitió no volverse locos en ataque.
De tan sosegado que estuvo el City, el guión se volvió aburrido. El Chelsea no encontró ánimos ni espacios para desmelenarse, y fue dejándose llevar por los minutos sin ofenderse demasiado por la derrota. David Silva rompió la monotonía y justificó el precio de la entrada. Se llevó el honor de ser hombre del partido y fue co-autor del segundo tanto, de bella factura y embocado por un reaparecido Samir Nasri. Mataba así el City la opción del replay en Stamford Bridge.
José Mourinho ha construido una narrativa en la que no está obligado a ganar nada este año. Se ha apoyado en las supuestas miserias morales del Chelsea de Benítez para darse el lujo de disponer de un año de margen. Me habéis dado un equipo devastado, y claro. Y todo el mundo le ha creído. Aunque la FA Cup hubiera sido un bonito trofeo para abrir boca, nadie le reprochará demasiado al portugués la eliminación en el Etihad. La batalla sigue pareciendo abierta, aunque el City opte a cuatro trofeos y los blues solamente a dos.