Para Steve Kean, no existe diferencia alguna entre jugar como local o hacerlo como visitante. A pesar de que dos excelentes resultados fuera de casa ante Liverpool y Manchester United habían aliviado algo la presión constante sobre el técnico del Blackburn Rovers, los aficionados siguen sin confiar en su técnico, al que tantas veces le han dirigido el ya manido «Kean out», banda sonora de Ewoord Park.

 

El hombre del partido fue Peter Crouch, que sus goles 100 y 101 en liga en su carrera, condenó al escocés a su tercera derrota consecutiva en casa. El Blackburn fue incapaz de aprovechar la débil defensa del Stoke y de frenar al inconmensurable Crouch, que comienza a justificar el desembolso que realizaron los «potters» por él en verano.

 

El Stoke empezó mal pero se mostró un equipo más consistente y generó peligro cada vez que Crouch intervino en el juego. En prácticamente su primer ataque serio llegó el primer gol. Glen Whelan y Dean Whitehead presionaron a la defensa del Blackburn tras un mal despeje de Steven Nzonzi. Cuando el centro de Whitehead le cayó a Crouch dentro del área, Chris Samba, su marcador, perdió el equilibrio. Crouch tuvo todo el tiempo del mundo para controlar y lograr el gol número 100 de su carrera batiendo al portero por el palo corto.

 

El gol número 101 de Crouch llegó segundos antes de la pausa tras un fulgurante contraataque del Stoke. Matthew Etherington condujo el balón desde dentro del área de penalti del Stoke. Tras evitar la entrada de Grant Hanley, el extremo recorrió al sprint medio campo antes de conectar con Crouch, que se deshizo del joven defensa Adam Henley y batió a Mark Bunn.

 

El Blackburn generó poco peligro en la segunda parte, mientras el Stoke se dedicó a ralentizar el juego, ante el creciente descontento de los aficionados locales, que solo encontraron consuelo en la caída de Kean provocada por su propio jugador, Morten Gamst Pedersen. Pero la esperanza llegó cuando menos se esperaba. El sustituto David Goodwillie marcó tras un córner de Pedersen al segundo intento.

 

Yakubu, que no ha parado de marcar goles desde que llegó en verano procedente del Everton, tuvo una clara ocasión para empatar en los últimos minitos, cuando un largo saque de banda de Pedersen le cayó en los pies a pocos metros de la línea de gol. Sin embargo, su disparo rebotó en Jonathan Woodgate y le cayó al guardameta Thomas Sorensen, que recogió sin problemas. Kean y el Blackburn habían perdido definitivamente la ocasión de aprovechar la gran victoria de Old Trafford.