Ilie Oleart

Por qué el Arsenal podría ganar la próxima Premier League. Y el Liverpool no.

Esta no ha sido una temporada sencilla para Arsenal y Liverpool. Sin embargo, las perspectivas de futuro de uno y otro son totalmente opuestas. Mientras los “gunners” tienen motivos para mirar hacia el futuro con optimismo, los “reds” parecen alejarse un poco más cada temporada de la posibilidad de acabar con una sequía de títulos de liga que dura ya 22 años.

 
 Esta no ha sido una temporada sencilla para Arsenal y Liverpool, dos de los equipos incluidos en el tradicional “big four” de la Premier League, junto a Chelsea y Manchester United. Sin embargo, las perspectivas de futuro de uno y otro son totalmente opuestas. Mientras los “gunners” tienen motivos para mirar hacia el futuro con optimismo, los “reds” parecen alejarse un poco más cada temporada de la posibilidad de acabar con una sequía de títulos de liga que dura ya desde hace 22 años.
 
Hasta el fin de semana pasado, cuando el Arsenal cayó ante el QPR, la distancia que separaba a los “gunners” del Manchester City y el Manchester United desde mediados de septiembre era de solo cinco puntos.
 

Arsenal y Liverpool han sufrido mucho pero les espera un futuro opuesto

Desde enero, el Arsenal está a la altura de los dos equipos de Manchester

El Arsenal tuvo un mes de agosto complicado. Las marchas de Cesc Fàbregas y Samir Nasri dejaron al equipo herido. Luego se sumaron múltiples lesiones (Wilshere, Sagna, Vermaelen, Gibbs, Santos, Jenkinson), especialmente en la zona defensiva que aumentaron la fragilidad del equipo. Pero cuando a partir de enero, Wenger comenzó a recuperar a todos sus jugadores, el equipo ha exhibido un nivel equiparable al del dúo de Manchester.
 
Las opciones del Arsenal la próxima temporada dependerán en buena medida en las renovaciones de Robin van Persie y Theo Walcott. Pero las probables llegadas de Lukas Podolski y Yann M’Vila contribuirían notablemente a elevar el nivel de la plantilla. Y la reaparición de Jack Wilshere tras una temporada en blanco supondrá una inyección de moral y fútbol para el equipo.
 
El Arsenal ocupaba la 15ª plaza a comienzos de octubre. Hoy en día, la perspectiva de competir en la Champions League por 15ª temporada consecutiva parece casi una realidad.
 
Desde octubre, cuando el equipo comenzó a ganar en cohesión, el Arsenal solo ha perdido cinco partidos, contra Man City, los tres consecutivos en enero y el de la semana pasada ante el QPR. La debacle de enero se produjo cuando el equipo estuvo privado de sus cuatro lateral y tuvo que recurrir a soluciones de emergencia (Vermaelen, Koscielny, Djorou, Coquelin) para cubrir los flancos defensivos. Como dijo Wenger, “tuvimos dos malos períodos durante la temporada (agosto y enero), y solo te puedes permitir uno”.
 
Con Vermaelen, Koscielny, Sagna y Gibbs en plena forma, el Arsenal parece haber recuperado la solidez defensiva. Van Persie y Walcott están completando la mejor temporada de su carrera. Alex Song se ha convertido en un mediocentro de primer nivel y Tomas Rosicky se ha erigido en el improbable sustituto de Cesc Fàbregas. Las llegadas de Mikel Arteta y Per Mertesacker han aportado experiencia y han dotado al equipo de un pragmatismo imprescindible. Añada Podolski, Wilshere, M’Vila y Abou Diaby, y resulta casi imposible detectar una debilidad en el equipo.
 

Los «reds» llevan 22 años sin ganar un título de liga

La política de fichajes ha sido un auténtico fracaso

El Liverpool se encuentra en las antípodas. Los “reds” no han ganado ni una Premier League desde su fundación, en la temporada 1992-93. Considerando que la mejor posición que pueden alcanzar esta temporada es la 7ª plaza, su mejor temporada en liga de los últimos diez años habrá sido el subcampeonato de 2008-09. Para ahondar más si cabe en el dolor de los aficionados “reds”, el Manchester United se encamina inexorablemente hacia su 13er título de Premier League. Arsenal y Chelsea tienen tres cada uno.
 
La última etapa de éxito en Anfield se vivió con Rafa Benítez. Los “reds” alcanzaron dos finales de Champions League, conquistaron una, regresaron a la élite europea y se consolidaron de nuevo como una fuerza en la liga doméstica. Unos tiempos que no parecen cerca de regresar.
En su última temporada, Benítez finalizó en 7º lugar. Al año siguiente, Roy Hodgson duró apenas unos meses en el banquillo antes de ser reemplazado por Kenny Dalglish, que situó al equipo en sexto lugar.
 
La inversión de este verano estaba destinada a situar al Liverpool de nuevo entre los cuatro mejores de Inglaterra, pero la política de fichajes del club ha resultado desastrosa. En enero de 2011, el club compró a Andy Carroll y Luis Suárez para sustituir a Fernando Torres. El resultado es bien conocido. Carroll no ha logrado cumplir las expectativas, mientras que Suárez ha generado más titulares por sus problemas extradeportivos que por sus goles.
 
En verano, Dalglish tiró la casa por la ventana. Llegaron Jordan Henderson, Sebastián Coates, Stewart Downing y Charlie Adam. Ninguno de ellos ha sido titular indiscutible durante la temporada.
 
Y el futuro no se antoja mejor. Steven Gerrard, Jamie Carragher y Dirk Kuyt, pilares del Liverpool de Benítez, encaran la recta final de sus carreras. Y no parece que los jóvenes estén preparados para asumir el relevo. Es posible que en verano, el Liverpool vuelva a realizar una inversión monumental. Aunque tal vez ya no sea Kenny Dalglish quién tome las decisiones.
 

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Ilie Oleart