El Southampton mantuvo una diferencia de un punto en la cima del Championship respecto al segundo, el West Ham. Aunque bien podrían haber sido tres si los «saints» no hubieran concedido un gol en las postrimerías del encuentro, obra del defensa Joel Ward.

 

Ambos goles llegaron a balón parado, como cabía esperar de un derbi reñido pero de poca calidad. El Southampton se puso por delante a los 63 minutos gracias a Rickie Lambert, máximo goleador de la categoría con 15 tantos, que cabeceó a la red una falta lanzada por Fox. Todo estaba listo para que los «saints» lograran su primera victoria en el campo de sus acérrimos rivales desde 1984, pero dejaron libre de marca a Joel Ward, que firmó las tablas para el Portsmouth.

 

Es cierto que los «saints» pusieron fin a la racha de dos derrotas consecutivas lejos de su estadio, pero la sensación es que dejaron escapar dos puntos. Su rendimiento fuera de casa está lastrando sus extraordinarios números como local. Solo han ganado uno de sus últimos diez partidos fuera de casa, y son el peor equipo en este capítulo de los seis primeros. En cambio, solo han dejado escapar dos puntos de St Mary’s.

 

El Portsmouth esperaba una victoria para olvidar sus problemas financieros que amenazan el futuro del club una vez más a menos que encuentren un nuevo propietario, después de que la empresa dueña del club, Convers Sports Initiatives, fuera intervenida judicialmente.

 

El nuevo técnico del Portsmouth, Michael Appleton, elogió el esfuerzo de los suyos, que llevan cuatro partidos sin perder.

 

La nota positiva fue que no se produjeron incidentes entre aficionados, como ha sucedido tantas veces en el pasado en este derbi. Los 3.000 aficionados visitantes fueron transportados en autobuses con protección y separados del resto de aficionados con vallas, además de que el encuentro contó con la presencia de 250 agentes de policía.

 

El Portsmouth intentó mover el balón, en especial por mediación de David Norris, pero sin llevar excesivo peligro a la portería defendida por Kelvin Davis. El Southampton, en cambio, optó por explotar las bandas, especialmente la izquierda, donde Adam Lallana hizo lo que quiso. Pero cuando el balón llegaba al centro, los «saints» fueron incapaces de inquietar a Stephen Henderson, el portero local.

 

Eso cambió a los 63 minutos, cuando Daniel Fox botó una falta desde la derecha con su pierna izquierda que remató Lambert superando a Jason Pearce para batir a Henderson.

 

El Southampton pudo sentenciar a los 82 minutos, cuando Lambert dejó solo a Guly do Prado, pero Henderson interceptó. Solo dos minutos después, George Thorne, cedido por el West Bromwich Albion, el club donde trabajaba Appleton, sacó un córner desde la derecha que Norris cabeceó en paralelo a la portería para que Ward, nacido en Portsmouth y aficionado del club desde la infancia, pusiera el 1-1 definitivo.

 

El mejor resumen lo ofreció Appleton. «Fue una atmósfera fantástica, pero en ocasiones hay tanta expectación que los jugadores se olvidan de jugar. Será agradable pasar un par de meses sin oír la palabra «Southampton» y seguir adelante con la liga».