Gonzalo Leiva

Previa 2013-14: Tottenham

El Tottenham se ha convertido en el equipo que siempre se queda a un punto del objetivo. ¿Podrá esta campaña por fin terminar entre los cuatro primeros? ¿O incluso un poco más arriba? La respuesta dependerá en buena medida del destino de Gareth Bale.

 
Posición la temporada anterior: 5º
Pronóstico para la próxima temporada*: 4º
Probabilidades de ganar la liga: 33/1 (bet365)
 
Los Spurs sufrieron un gran cambio cuando un tal André Villas-Boas llegó a White Hart Lane un 3 de julio de 2012. El portugués llegó tras haber decepcionado en Chelsea, donde acabó siendo despedido como tantos otros antes que él. Su tarea representaba un desafío monumental, reemplazar a Harry Redknapp y conducir a los Spurs hasta la Champions League. Muchos consideraron que se trataba de una hazaña imposible y rápidamente se convirtió en un blanco para los medios. Sin embargo, una temporada después ha revertido totalmente su situación: es uno de los únicos dos entrenadores dentro de los primeros cinco puestos que sigue con su empleo (su vecino Arsène Wenger es el otro), consiguió 72 puntos en liga, lo cual supone un récord histórico para Tottenham (y también para un equipo fuera de los cuatro primeros puestos), y convirtió a un muy buen jugador en una superestrella mundial a la altura de Leonel Messi y Cristiano Ronaldo.
 
Se podría decir que los Spurs son un equipo temperamental. Son capaces de jugar el mejor fútbol del mundo y luego marcar en propia meta dos segundos después. La falta de consistencia en su juego es el mayor desafío para Tottenham y Villas-Boas lo sabe. Si hay alguien capaz de revertir esta mentalidad es el portugués. Decimos esto considerando el cambio rotundo que experimentó la defensa de Tottenham en la primera parte de la temporada pasada. En varios partidos, los rivales marcaron goles tardíos por culpa de la falta de concentración defensiva y eso le costó puntos a los Spurs. Para que esto no sucediera, Villas-Boas hizo que la última parte del entrenamiento requiriera más concentración y esfuerzo, y de este modo pudo cambiar esa situación. A partir de entonces, los Spurs pasaron meses sin encajar un gol en los últimos diez minutos. Si bien este es solo un ejemplo, demuestra la capacidad de Villas-Boas para solucionar problemas en la cancha a través de sus tácticas y entrenamientos. Otro problema es la caída anímica del equipo los primeros partidos de la temporada y sobre todo los últimos. Esta temporada, deberá conseguir mantener el ánimo en alto en ese período clave.
 
En materia de transferencias, este año ha sido un año totalmente descomunal y todo gracias al italiano Franco Baldini, el nuevo director deportivo que ha llegado este verano procedente de la Roma. El presidente Daniel Levy lo dispuso para que se asegurara de dar a Villas-Boas lo que pedía y vaya si lo ha hecho: Paulinho, Nacer Chadli y Roberto Soldado ya han sido presentados, mientras que el francés Étienne Capoue está muy cerca y ya lo ha confirmado el presidente de su club, el Toulouse. Esto representa un gasto de más de 50 millones de libras, un dispendio poco común en Levy. Sólo se han ido Steven Caulker al Cardiff City por cerca de 10 millones y Clint Dempsey al Seattle Sounders por cerca de 6. Es decir, que no se han vendido a importantes jugadores del once inicial. No cabe duda de que los Spurs son mucho más fuertes hoy que un año atrás, lo cual significa que ha reducido las distancias con equipos como Manchester United o Arsenal.
 
Si hablamos de profundidad de plantilla, Tottenham solo debe reforzarse en un área desesperadamente, la defensa. La causa principal de los problemas la pasada temporada fue esta área. El belga Jan Vertonghen es sin duda la roca en la defensa de Tottenham pero se lesionó esta pretemporada en un partido (¿o era una guerra naval?) contra Sunderland a los pocos minutos de entrar y es duda para el primer partido de liga contra Crystal Palace. Caulker fue vendido para sorpresa de muchos. Se trata de un joven con mucho potencial pero que raramente rindió al nivel esperado cuando tuvo la oportunidad. Younes Kaboul recién vuelve de una lesión que lo mantuvo apartado por todo un año, así que habrá que esperar que recupere la forma de competición. Tottenham debe comprar por lo tanto al menos un central (Villas-Boas prefiere tener solo a cuatro centrales para esos dos puestos). Se habló del rumano Vlad Cheriches, el defensa central del Steaua de Bucarest, pero no se concretó un trato. Otra posibilidad es Toby Alderwiereld, otro belga que juega en el Ajax, como Vertonghen. El flanco derecho está bien guardado por Kyle Walker y Kyle Naughton. El izquierdo, sin embargo, es una incertidumbre. Danny Rose quiere ser titular pero está Benoît Assou-Ekotto. Es probable que uno de ellos sea vendido y se traiga a otro, o se promueva a Ezekiel Fryers quien ha impresionado en los amistosos.
 
Los arqueros no son problema, al tener a Hugo Lloris como titular y a Brad Friedel como suplente. Heurelho Gomes casi seguro será vendido ya que solo le queda un año de contrato y hay dos arqueros jóvenes que compiten por el puesto de tercer arquero, el inglés nacionalizado chileno Lawrence Vigouroux y Jordan Archer. Lo complicado en ésta área será lograr un equilibrio entre darle minutos a Friedel y darle minutos a los jóvenes que lo reemplazarán para que vayan adquiriendo experiencia. La otra alternativa sería preocuparse la próxima temporada por ello y si es necesario comprar otro arquero entonces. También Villas-Boas deberá decidir qué hacer en Europa League, puesto que poner a Friedel en etapa de eliminación no fue la decisión más sabia. El abuelo, digo, el arquero, no logró mantener la valla en cero en ningún partido y eso le terminó costando, y mucho, a los Spurs.
 
El mediocampo es el sector más poblado de Tottenham y generará un “placentero” dolor de cabeza a Villas-Boas. El mediocampo titular estará formado casi con total seguridad por Moussa Dembélé, Sandro y Paulinho, aunque muchos jugadores pueden jugar en esos puestos. Contemos: Gylfi Sigurdsson, Lewis Holtby, Jake Livermore, Tom Carroll, Tom Huddlestone y Scott Parker. Sumemos a Capoué quien parece tener todo arreglado con Tottenham. De ellos eliminemos a Sigurdsson que es visto como volante por izquierda y saquemos a Huddlestone quien quiere ser titular desesperadamente y no lo conseguirá en Tottenham por lo que su futuro parece estar lejos de White Hart Lane. Livermore y Parker también podrían salir al querer Villas-Boas darle más minutos a la joven promesa, Carroll. Así que nos quedan cuatro suplentes: Capoue, Holtby, Carroll y Parker/Livermore/Huddlestone (al menos uno de ellos debería permanecer en el club).
 
En bandas hay también muchas opciones y tal vez alguna salida. Sigurdsson, Holtby, Chadli, Lennon, Bale y Townsend son los jugadores más propensos a jugar por bandas. Sin embargo, como todos los jugadores de Villas-Boas, la mayoría puede adaptarse a otras posiciones en el campo. Tal es el caso de Sigurdsson y Holtby que pueden jugar (y tal vez mejor) como enganches; o Townsend y Bale que pueden jugar por ambas bandas. Incluso Bale y Chadli pueden jugar de delanteros. Lo cual nos lleva al último sector de la cancha.
 
La delantera fue el área más decepcionante de Tottenham la pasada temporada. No se respaldó a Villas-Boas ni a principio ni a mediados de temporada y el equipo lo sufrió. Jermain Defoe venía en muy buena racha hasta que se lesionó y justo en la época en la que Emmanuel Adebayor (quien estuvo lesionado la primera parte de la temporada) decidió partir a jugar la Copa de África. Aún cuando volvió, el togolés estuvo muy lejos del nivel que mostró la temporada anterior, cuando marcó 17 goles en liga. Con el objetivo de paliar esa carencia se fichó al español Roberto Soldado procedente del Valencia, donde ha logrado 59 goles en liga las tres últimas temporadas. Se trata de un delantero con experiencia que siempre ha marcado, tanto en Osasuna como en Getafe o Valencia. El único problema es que la mayoría de goles de Soldado se producen desde dentro del área, un lugar donde al Tottenham le cuesta mucho hacer llegar la pelota. Por eso el sector de enganche será tan vital para los Spurs.
 
Párrafo aparte hay que dedicarle a Gareth Bale. Un jugador increíble que es pretendido por el Real Madrid. A pesar de lo que afirman los medios de comunicación, no parece probable que el galés se marche esta temporada. Su estrecha relación con Villas-Boas quedó de manifesto en su transformación en un gigante en frente del gol y el galés siente sentido de pertenencia, lealtad y amor hacia el club que lo vio crecer. Aún cuando estos sentimientos desaparecieran, queda un obstáculo más por salvar y no pequeño: Daniel Levy. Si bien el presidente de Tottenham es un hombre de negocios, cuando dice que no, es que no. Y sino, pregúntenle a Luka Modric, que tuvo que esperar un año para abandonar White Hart Lane a pesar de tener una oferta de 40 millones de libras del Chelsea para irse. Para cerrar el fichaje de Bale, Real Madrid deberá pagar 100 millones de euros, una cifra que Florentino Pérez ya consideró como “demasiado”. Y sí, es demasiado, porque es una cifra para ahuyentarlos.
 
La realidad es que Tottenham ve esta temporada como una oportunidad única para romper sus barreras. Manchester City, Manchester United y Chelsea han cambiado de técnico, mientras que el Arsenal sigue sin reforzarse a falta de una semana para que arranque la Premier League. Si Bale se queda en el club, el Tottenham será sin duda el equipo de los cinco de arriba que más y mejor se habrá reforzado. Con un par de fichajes más en defensa, este Tottenham puede hacer historia y regresar de nuevo a la Champions League. Con Villas-Boas en la banda, y Lloris, Vertonghen, Dembele, Paulinho, Bale y Soldado sobre el césped, no suena tan descabellado, ¿no?
 
* Esta posición no es necesariamente la opinión del autor, sino la media de las personas que han escrito las previas.
 

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Gonzalo Leiva