Posición la temporada anterior: 10º
Pronóstico para la próxima temporada*: 16º
Probabilidades de ganar la liga: 1500/1 (bet365)
Cuando hace algo más de un año, la FA anunció que Roy Hodgson era el elegido para sustituir a Fabio Capello como técnico de la selección inglesa, la preocupación se adueñó de los aficionados del West Brom. Al fin y al cabo, Hodgson había tomado las riendas del club en febrero de 2011 tras la destitución de Roberto Di Matteo, con el club en una situación precaria en la tabla, y lo condujo hasta una más que meritoria 11ª posición. La temporada siguiente, Hodgson mejoró incluso esa plaza, situando al club en la 10ª posición.
Ante la partida de Hodgson, Jeremy Peace, dueño del club, tomó una decisión que provocó cierta expectación, por no decir asombro. Peace apostó por Steve Clarke, un cincuentón sin experiencia como técnico de un equipo de fútbol. El escocés, que se convirtió en una leyenda en el Chelsea de los 90, llegó al banquillo de The Hawthorns tras haber sido segundo entrenador en Chelsea, West Ham y Liverpool. La apuesta de Peace, contra todo pronóstico, resultó un éxito.
El West Brom de Steve Clarke estuvo buena parte de la temporada codeándose con los grandes de la liga y finalizó la temporada en 8ª posición, mejorando en dos lugares la actuación del equipo de Hodgson la temporada anterior. Además, los Baggies de Clarke practicaron un fútbol ofensivo (fueron el 8º equipo más goleador, a solo dos goles del Everton y seis por encima del Swansea, por ejemplo) y entretenido, como demuestran algunos de sus resultados: el 3-0 en la jornada inicial frente al Liverpool, 3-2 ante el QPR, 2-4 en el campo del Sunderland, 0-3 en el del Southampton o el inolvidable 5-5 de la última jornada frente al Manchester United.
Pero ahora llega la auténtica prueba de fuego para Clarke. Así como se habla del síndrome de la segunda temporada para los equipos recién ascendidos, muchos temen que algo parecido pueda suceder con el equipo de Clarke. Aunque en pretemporada el equipo no ha ofrecido signo alguno de que eso pueda suceder. El West Brom ha ganado 4 de sus 6 partidos de pretemporada (cerrará el sábado recibiendo al Bolonia), logrando 15 goles y manteniendo el espíritu ofensivo de la temporada pasada.

En el centro del campo, el argentino Claudio Yacob, la revelación de la temporada en los Baggies, y el congoleño Youssouf Mulumbu, seguirán llevando las riendas en el 4-2-3-1 favorito de Clarke. Yacob, acusado en ocasiones en Argentina de falta de espíritu y lucha, ha demostrado en su primera temporada en Inglaterra que le sobra talento como para ser indiscutible en esa posición. Su ausencia en algunos partidos por lesión supuso un duro revés para el equipo, privado del faro que ilumina su juego.

En la delantera, la baja de Romelu Lukaku una vez concluida su cesión procedente del Chelsea puede suponer un duro golpe para Clarke. El belga fue el sexto máximo goleador de la pasada edición de la Premier League con 17 goles a pesar de haber sido titular en solo 20 encuentros. Entre Shane Long, Peter Odemwingie y James Morrison sumaron solo uno más que el belga. Para cubrir su marcha, Clarke ha contratado a un viejo rockero de la Premier League: Nicolas Anelka. A sus 34 años y tras haber pasado por diez equipos, el francés parece haber llegado en plena forma, como atestiguan sus seis goles en pretemporada.
En caso de que Clarke apueste por el 4-2-3-1, Anelka deberá pelear por el único puesto en la delantera con Shane Long. El irlandés llegó procedente del Reading hace dos veranos como una de las grandes promesas del fútbol británico pero no ha acabado de explotar. Long repitió la temporada pasada los 8 goles en liga logrados en su primer curso en la élite. Clarke espera que esta temporada sea capaz de romper la barrera de los diez goles para contribuir a suplir la aportación goleadora de Lukaku.
Más allá del 4-2-3-1, Clarke utilizó la temporada pasada otras opciones, como el 3-5-2 o el clásico 4-4-2 favorito de su predecesor en el cargo. Esas alternativas permitirían alinear juntos a Long y Anelka, aunque obligarían a retirar a uno de las medias puntas, Dorrans con casi total seguridad.
Nadie esperaba nada del West Brom la temporada pasada y Clarke utilizó esa falta de expectativas en su beneficio. El equipo jugó sin presión y se convirtió en uno de los conjuntos más entretenidos de la liga. Esta vez las cosas han cambiado. Los rivales de la zona media, comenzando por Swansea, Sunderland y Norwich, se han reforzado mucho y bien. Además, ya todos conocemos a Clarke y a su equipo. Lograr finalizar entre los diez primeros clasificados en esta ocasión será mucho más difícil.
Nadie esperaba nada del West Brom la temporada pasada y Clarke utilizó esa falta de expectativas en su beneficio. El equipo jugó sin presión y se convirtió en uno de los conjuntos más entretenidos de la liga. Esta vez las cosas han cambiado. Los rivales de la zona media, comenzando por Swansea, Sunderland y Norwich, se han reforzado mucho y bien. Además, ya todos conocemos a Clarke y a su equipo. Lograr finalizar entre los diez primeros clasificados en esta ocasión será mucho más difícil.
* Esta posición no es necesariamente la opinión del autor, sino la media de las personas que han escrito las previas.