Cesare Cannonieri

Previa 2015-16: Leicester City

Los Foxes vivieron una temporada de vaivenes el curso pasado, logrando salvar la categoría cuando estaban al borde del precipicio del descenso. La principal novedad del verano ha sido la marcha de Nigel Pearson, artíficie del milagro, y la llegada del veterano Claudio Ranieri.

 
El Leicester City ha sido un equipo que ha causado sorpresas, decepciones y satisfacciones desde que ascendieron a la Premier League la temporada pasada. Sorpresas como la que protagonizaron su fuerte arranque la temporada pasada, que culminó con la espectacular goleada por 5-3 ante el Manchester United. Decepciones como el bajón que sufrió el equipo a partir de aquel partido ante los Red Devils, hasta situarse al borde del descenso junto a los equipos que acabarían descendiendo, Queens Park Rangers, Burnley y Hull City. Y satisfacciones como la milagrosa recuperación final, cuando el equipo encadenó una racha final de siete victorias, un empate y una derrota (ante el campeón Chelsea) que le permitió mantener la categoría y alcanzar una cómoda 14ª posición tras haber sobrevivido la mayor parte de la temporada en el furgón de cola de la clasificación.
 

 
El factor Ranieri
 
La sorpresa llegó cuando Nigel Pearson fue despedido ya finalizada la temporada 2014-15 tras una larga serie de desavinencias con la directiva a causa de sus continuas salidas de tono (incluyendo llamar «avestruces» a la prensa o aplicar una llave de judo a James McArthur en pleno partido). La gota que colmó el vaso fue el incidente protagonizado por el hijo de Pearson y otros dos compañeros del equipo filial, que se grabaron manteniendo relaciones sexuales con varias chicas durante la gira de postemporada por Tailandia y fueron despedidos fulminantemente por el club.
 
El Leicester decidió ir a por un director técnico y encontró en Claudio Ranieri el reemplazante ideal. El italiano es un técnico reconocido a nivel mundial con una amplia trayectoria (lo cual no es sinónimo de exitosa, claro) y que regresa a Inglaterra, donde dirigió al Chelsea entre 2000 y 2004, con el que alcanzó las semifinales de Champions League.
 
Ranieri llega al Leicester City sumido entre críticas y polémicas. El italiano fue despedido de su último empleo, como técnico de la selección de Grecia, donde no se granjeó muchos amigos. Como el presidente de la federación griega, Giorgios Sarris, que calificó a Ranieri como una opción desafortunada para ser entrenador. Ranieri ha recibido incluso críticas por parte de la misma órbita de los Foxes, como es el caso de la leyenda viviente Gary Lineker, vicepresidente honorífico del club. Lineker puso en duda la elección de Ranieri como hombre idóneo para dirigir al grupo a causa de su edad y su dudoso récord en sus últimos trabajos.
 
Ajeno a todas estas polémicas, el técnico italiano ha declarado que viene con hambre de gloria dispuesto a hacer un buen trabajo. El reto que tiene por delante no será sencillo. El juego que pregona Ranieri se encuentra en las antípodas del practicado por el Leicester de Pearson en los últimos tiempos. De hecho, Ranieri ha llegado a ser calificado como el «anti-Pearson» a causa de su estilo defensivo en el cual todos los jugadores deben priorizar las funciones defensivas. Si la temporada comienza con mal pie, el italiano puede encontrarse en el paro antes de lo esperado.
 
Sistema y posible alineación
 
A nivel de sistemas, no se esperan cambios dramáticos. Ranieri es un defensor del sistema 4-4-2, que Pearson priorizó la temporada pasada, aunque alternándolo con sistemas con tres defensas centrales y dos carrileros. La principal diferencia se hallará en el estilo, como ya hemos mencionado.
 
La portería de los Foxes está reservada para el danés Kasper Schmeichel, uno de los pilares del equipo a lo largo de su recorrido desde la Championship. Como recambio del hijo de Peter Schmeichel estará el australiano Mark Schwarzer que, a sus 42 años, podría tener oportunidades en las copas domésticas.
 
La temporada pasada, el Leicester fue el cuarto equipo que encajó más goles, así que Ranieri es consciente del margen de mejora que existe en la retaguardia. Una de las claves de la salvación la temporada pasada fue la cesión del central alemán Robert Huth en enero. El exjugador del Stoke City aportó no solo protección sino también goles y ha sido adquirido de forma permanente por los Foxes este verano. Su acompañante en el eje de la zaga será el jamaiquino Wes Morgan (que alcanzó la final de la Copa Oro con su selección nacional). Se trata de una pareja con experiencia en la Premier League, un físico contundente y un gran dominio del juego aéreo aunque carentes de una salida limpia del balón.
 
En las bandas nos encontramos con un salto de calidad. La izquierda estará ocupada por un jugador multifacético como el austriaco Christian Fuchs, que ha llegado procedente del Schalke 04 alemán. Es una garantía de buena salida tanto en el lateral como en una posición más adelantada en la medular. La banda derecha es cosa de Ritchie De Laet, quien hizo una destacada campaña la temporada anterior.
 
En cuanto a la medular, Ranieri intentó convencer a la estrella del equipo, el experimentado Esteban Cambiasso, de que permaneciera en el club pero no tuvo éxito en su misión. Sin embargo, dispone de jugadores que pueden cumplir con el rol de cortar el juego rival y organizar el ataque propio. Para Ranieri resulta indispensable que en la medular hayan mediocampistas capaces de frenar los avances rivales. Así que es más que probable que el italiano confíe estas funciones en Andy King y Danny Drinkwater, con Dean Hammond en la recámara.
 
En las bandas, donde Ranieri buscará velocidad para el desborde pero también un ingente trabajo defensivo, parten como favoritos el ghanés Jeffrey Schlupp y el argelino Riyad Mahrez, dos jugadores especialmente hábiles en las transiciones. Desde las bandas, aportaron 3 y 4 goles respectivamente la temporada pasada y fueron clave en la gran escapada de los últimos dos meses. La otra opción en la banda izquierda es Jamie Vardy, otro jugador importante en la segunda vuelta con sus cinco goles. Considerando la competencia en los puestos de ataque, es posible que Ranieri utilice a Vardy en banda.
 
En cuanto al ataque, resulta complicado adivinar la dupla ideal para Ranieri. El máximo goleador del curso pasado, Leo Ulloa, debería tener el puesto asegurado. Pero su acompañante es una incógnita. El joven Andrej Kramaric, llegado el pasado mes de enero tras convencerle de rechazar la oferta del Chelsea, y el japonés Shinji Okazaki, llegado proveniente del Mainz este verano, competirán por una plaza.
 
Analizando el final de la temporada pasada, el Leicester City tiene capacidad para seguir permaneciendo en la Premier League aunque deberá sobreponerse a la ausencia de Cambiasso, el metrónomo del equipo. Otra cuestión será la forma en que Claudio Ranieri quiera materializar sus ideas y su estilo de juego en una liga que requiere algo más que once jugadores replegados y un contraataque veloz para sumar puntos. Si a eso añadimos las críticas y la animadversión que ya existe en torno al técnico italiano, las cosas se podrían poner feas en caso de mal arranque. Y las grandes escapadas no suelen venir de dos en dos.
 

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