Me pide la gente de “La Media Inglesa” que les escriba algo acerca del Liverpool que veremos (y en mi caso, sufriremos) la próxima temporada. He aceptado esta propuesta tan descabellada, no porque piense que mi punto de vista le puede interesar a nadie, que no lo pienso, sino por deferencia con esta cuenta de Twitter que me suele resultar interesante por el humor con el que intentan ofrecer a sus informaciones. Las informaciones siempre están ahí, cualquiera con conocimientos de inglés e interés por hacerlo puede acceder a multitud de cuentas de Twitter que te ofrecen actualidad de los 92 clubes profesionales casi al instante. El factor diferenciador, en mi opinión, es la forma en que se trata esa materia prima. Y la forma con que lo hacen en LMI me resulta, como poco, divertida… menos cuando se meten con el Liverpool, claro. Voy a intentar dividir este análisis en dos partes. La primera, más corta, sobre el trabajo que el Liverpool ha hecho en este inicio de pretemporada desde un punto de vista lo más objetivo posible. La subjetiva vendrá después y no leerla supondrá un acto de cordura.
Datos objetivos
El Liverpool es el equipo inglés que mejor ha comenzado la pretemporada. Esto es un hecho objetivo. Cuando se abrió el mercado el 1 de julio, el club ya había hecho gran parte de sus deberes. Resultaba sencillo darse una vuelta por las cuentas de los seguidores rivales (Manchester United, Manchester City, Arsenal y Chelsea) para darse cuenta, a través de sus despectivos comentarios, que habíamos dado el primer golpe. Danny Ings, James Milner y Nathaniel Clyne eran pretendidos por media Premier y nos habíamos adelantado a todos. Roberto Firmino fue una sorpresa, sobre todo porque antes de esta Copa América algunos, como el que os escribe, ni siquiera sabíamos que existía. Pero los ingleses son así, si un tío es internacional… ¡y con Brasil, ni más ni menos!… no puede ser malo, ¡tiene que ser un crack! Si funciona o no en la Premier, ya será otra cosa pero, ahora mismo, parece la pareja perfecta de Philippe Coutinho para practicar el “jogo bonito”. Milner viene abalado por su trayectoria, Ings es el delantero de la selección inglesa sub-21 y Clyne es un lateral derecho que viene con muy buenas estadísticas en el apartado de pases y goles.
Llegado a este punto hay que preguntarse el porqué de esta transformación respecto a otras temporadas en las que siempre que un jugador parecía prácticamente fichado aparecían los Spurs y nos lo quitaban. Había, de hecho, un chiste en Twitter que decía: “¿Sabes cómo se llama la sala de reconocimiento médico del Tottenham? Sala de reconocimiento médico del Liverpool”. Como decía aquel axioma del humor que recitaba Tina Fey en “30 Rock” –traducida Rockefeller Plaza en España- el chiste “tiene gracia porque es verdad” (mucha para los aficionados al fútbol y muy poca para los aficionados Reds como un servidor). Ahora la cosa ha cambiado. Ha habido un trabajo previo de varios meses para que fructifiquen estos fichajes. ¿Qué es lo que ha cambiado ahora para que sean nuestros rivales los que nos miren el trasero mientras nos alejamos corriendo? Un norteamericano que no tiene ni idea de fútbol pero mucha de poner las pilas a los trabajadores del club para que espabilen con los fichajes: Billy Hogan, el tipo que los dueños del Liverpool han puesto al mando después de cosechar un éxito abrumador en los Boston Red Sox. Esta es la explicación que he recibido cuando he preguntado por las redes sociales. Y como tal os la traslado. Si luego este directivo aún no sabe si Firmino es diestro o zurdo… ¡pues bienvenido al club, porque yo tampoco lo sé! Pero sin duda es el único factor novedoso en la política errática que hemos llevado hasta este mes de julio.
Datos subjetivos
Hasta aquí los datos en frío. Comienzo con los datos en caliente. ¡Vamos a ganar la Premier! Bueno, perdón por esta “boutade” pero es algo que pienso todas las temporadas, incluso cuando fichamos a Roy Hodgson como entrenador. Mejor vamos a repasar el equipo línea por línea para ver si en esta ocasión tengo motivos reales para soñar o es una demostración más de mi falta de conocimientos balompédicos.
1) La portería. Aquí la mejora es considerable. El portero húngaro que hemos fichado, Adam Bogdan, es uno de los que más me gustó la temporada pasada cuando jugamos contra él. Tampoco es que el año pasado fuera muy complicado frenar el ataque de los Reds, pero me quedó un impresionante recuerdo de aquel guardameta pelirrojo del Bolton. Y como dato demostrable os adelanto que yo carezco memoria. Recordarle, para mí, no es moco de pavo. Su rival, Simon Mignolet, no es tan bueno como pareció en la segunda vuelta de la pasada temporada ni tan malo como en la primera. Pero alcance al nivel que alcance, el belga necesita competencia en el banquillo y Brad Jones era un chiste. Este húngaro viene a jugar y, si lo hace, será porque lo merece. Y yo eso lo aplaudo hasta que me arden las manos.
2) La defensa. Reforzado el lateral derecho con Clyne (entre Javier Manquillo y Glen Johnson me quedo con el gin-tonic que me ponen en el pub donde veo los partidos), parece claro que Brendan Rodgers confía en sus centrales. Yo no. Es la parte más débil del equipo. Pero ahora mismo hay pocas dudas de que Skertel y Sakho serán los centrales con Moreno y Clyne en los laterales. Aunque con Brendan nunca se sabe. No hay nada peor que un entrenador que juega a serlo, y a él le gusta mucho presentarse ante los medios como el descubridor de la gaseosa.
3) Centro del campo. Aquí viene un tema complicado. Cómo hacerlo sin hablar de la marcha de Steven Gerrard. Como no quiero usar la palabra «irreemplazable» voy a imaginar que hablo del West Ham. Y que tengo de centrocampistas a Emre Can, Lucas Leiva, Jordan Henderson, James Milner y Joe Allen. Y digo eso tan inglés de “not too bad”. A mí me vale. ¿Qué si me gustaría tener un medio centro del nivel de Xabi Alonso? Tanto como que me tocara la lotería. Pero ambas cosas parecen muy improbables. Y si vivo bien sin ser millonario, también creo que podré ser competitivo con una media tan respetable.
4) El ataque. Aquí me pasa lo mismo que me pasaba con Gerrard, pero por motivos diferentes. Si no quería hablar de Stevie G. por una mezcla de tristeza, añoranza e “irreemplazabilidad”, “palabro” que supongo no existe y que por tanto inauguro en nuestro diccionario, en el caso de Raheem Sterling se convierte en una mezcla de “que te vaya bonito”, “tú sabrás qué haces” y, como decía un tuitero inglés el otro día “te deseo toda la suerte del mundo… en Newcastle en la 2018/19”. Como hincha, no entiendo que quiera dejarnos. Pero como aficionado al fútbol, creo que es demasiado joven todavía para costar ese precio y cargar con esa responsabilidad. Raheem aún necesita un entrenador que le enseñe aspectos que su fútbol todavía no posee; detallitos como lo de levantar la cabeza y mirar antes de centrar. Pero quiero ser justo con él: la velocidad, la habilidad y, sobre todo, el descaro, lo tiene de sobra. Seguramente por ese descaro tan juvenil va a jugar de celeste la temporada que viene. Eso sí, en su caso, creo que este jugador sí que es reemplazable. Y, si no lo reemplazamos, creo que con Coutinho, Firmino, Lallana, Ings, Origi y Sturridge, vamos servidos. Obviamente, espero que vendamos a Fabio Borini y no creo que, a no ser vía una cesión, podamos colocar a “Malotelli” (mezcla aleatoria resultante de unir la “m” de Mario y el resto de su apellido, no seáis mal pensados). Y aquí viene la guinda del pastel: Christian Benteke. Ha costado un dinero que no merece ni el delantero más en forma del momento pero el belga ha demostrado ser una garantía goleadora en el Aston Villa. El año pasado, la delantera fue un chiste. Muy mal tendría que hacerlo Benteke y compañía para no mejorarlo.
Y, obviamente, y ahora ya vuelvo a la objetividad con la que empecé, no creo que ganemos la Premier. Chelsea es mi favorito indiscutible, seguido de Manchester City, y dos equipos que ocuparán la tercera y cuarta posición que saldrán de la terna Arsenal, Manchester United y Liverpool. No creo que la cosa dé para más. Encima todo se complica con el calendario que nosotros mismos hemos solicitado a la Premier para intentar tener el nuevo Main Stand, el lateral derecho de Anfield según miramos hacia The Kop, construido y listo para la segunda vuelta de la temporada (con 59.000 asientos totales) y poder recibir así a los cinco grandes en Anfield y vender mucha taquilla. Pero en la primera vuelta visitaremos a todos los grandes a domicilio. Huele a masacre. Ahora bien, si la lotería no acaba por tocarme pero se produce otro milagro y acabamos fichando a Marco Reus… ¡id descorchando la botella de champán para celebrar nuestra liga inglesa número 19!