Emmanuel Eboue dio un paso más hacia la salida del Arsenal con su pifia del domingo ante el Liverpool, que le costó a los «gunners» dos puntos definitivos en la lucha por el título.
Ya se rumoreaba que el marfileño no entraba en los planes de Arsene Wenger para el año que viene. Pero esta última acción, la clarísima falta sobre Lucas Leiva que permitió a Dirk Kuyt empatar el partido en el tiempo añadido, parece haber sellado el futuro de Eboue.
El entrenador francés respaldó al jugador después del partido pero su paciencia parece haberse terminado. Ningún jugador del Arsenal fue a consolar al marfileño, de 27 años, o a protestar al árbitro.
Y con los «gunners» a punto de concluir su sexta temporada sin títulos, su compañero Johan Djourou fue claro: «Si no ganamos la liga, solo podremos culparnos a nosotros mismos», dijo antes del choque de mañana ante el Tottenham. «Podríamos haberla ganado hace mucho tiempo y tenemos que aprender de esto». El problema es que ya son muchos años de aprendizaje para el Arsenal y algunos parece que no aprobarán ni en septiembre.
