Tras varios años de descensos y ascensos entre la Premier League y Championship, el West Brom logró estabilizarse en la máxima categoría del fútbol inglés de la mano de Roy Hodgson. El actual seleccionador inglés llegó tras un caótico paso por el Liverpool para sustituir a Roberto Di Matteo como entrenador de los Baggies. Hodgson salvó al equipo del descenso cómodamente tras sólo tres meses en el cargo, situándoles en una impresionante 11ª posición. La siguiente temporada batió su propia marca y condujo al equipo hasta el 10º puesto de la tabla. Sin embargo, tras acabar esa campaña 2011/2012 abandonó The Hawthorns para enrolarse en el puesto de entrenador de la selección de Inglaterra.

Pero la segunda temporada de Clarke al cargo el equipo sufrió la sensible baja de Lukaku, lo cual sería más grave de lo que se pudo anticipar. Aún así, Clarke fue capaz de mantener al equipo fuera de la zona de descenso en casi todo momento. Sin embargo, tras los recientes éxitos, mantenerse tan sólo fuera del descenso ya no era suficiente para el dueño Jeremy Peace, quien decidió despedir a Clarke el 14 de diciembre. El que había sido ayudante de Clarke, Keith Downing, asumió provisionalmente el cargo de entrenador. Los resultados experimentaron una ligera mejoría bajo la batuta de Downing pero Peace quiso incorporar a un técnico de más renombre y trajo al español Pepe Mel.
La llegada de Mel vino cargada de optimismo y esperanza, cosas que no tardaron en desvanecerse. Mel, además de tener un conocimiento muy limitado del idioma de Shakespeare tuvo bastantes dificultades a la hora de aclimatarse a la Premier League y a su estilo de fútbol. Tras pasar sus primeros siete partidos al cargo sin conocer la victoria, a la octava llegó la vencida al derrotar por 2-1 al Swansea. Esta sequía de triunfos había metido al West Brom de lleno en la lucha por no descender. Decisiones difíciles de comprender para la gente ajena al club como la de sentar en distintas ocasiones a alguien que era uno de los baluartes de la plantilla, como Youssouf Mulumbu, empezaban a pasarle factura al técnico madrileño.
La pérdida de solidez defensiva y orden táctico bajo el mandato de Mel quedaron claramente expuestos cuando el equipo perdió puntos clave en partidos que acabaron siendo auténticas locuras ante Cardiff City y Tottenham Hotspur, encuentros (ambos en casa) que terminaron con idéntico resultado de 3-3. Lo realmente grave de estos dos empates es que en ambas ocasiones el West Brom se adelantó por al menos 2-0, lo cual socavó la autoridad de Mel. Finalmente, el equipo, a pesar de sumar sólo una victoria en sus últimos cinco partidos ligueros, logró eludir el descenso y asegurarse un puesto en la siguiente edición de la Premier League. Pepe Mel se marchó tras acabar la temporada.
Tras los éxitos de Hodgson y Clarke, el club ha caído en el desconcierto
La llegada de Pulis ha desatado el optimismo en The Hawthorns
Peace confió en otro «desconocido» de la Premier League aunque no del fútbol inglés como el escocés Alan Irvine. Esta decisión de incorporar a Irvine no tuvo una gran aceptación entre la hinchada Baggie pues se consideraba como una muestra de falta de ambición por parte del club. Así las cosas, Irvine arrancó su primera campaña al frente del equipo con un solitario triunfo en los primeros cinco duelos. La aparente confirmación del joven delantero Saido Berahino fue de gran ayuda para el equipo, que sumó tres victorias consecutivas. Aún así, en los siguientes once encuentros se alzarían con tan sólo dos triunfos, lo cual dejó a Irvine muy tocado. Y en campo del Queens Park Rangers, los Baggies desperdiciaron una ventaja de dos tantos en el marcador en lo que fue la premonición de otro despido en el banquillo del West Brom. Dos derrotas más, ante Manchester City y Stoke City, sentenciaron al extécnico del Preston, que fue cesado este pasado 29 de diciembre.
De nuevo había que salir en busca de un entrenador y, tras un par de días de negociación, en la despedida del año 2014 se confirmó: Tony Pulis era nombrado nuevo entrenador del West Brom. Una incorporación que sí puede dar esperanzas los fieles aficionados del West Brom de que su equipo puede volver a aspirar a cotas más altas. Pulis es un técnico más que contrastado en la Premier League, liga de la nunca ha descendido.
Pulis ascendió a la Premier por primera vez en el año 2008 con el Stoke City. Y no sólo les ascendió sino que asentó al equipo en la división desde la primera temporada, llegando también a la final de FA Cup del 2011 y a la consiguiente participación en competición europea. Tras cinco fantásticas temporadas a los mandos de los Potters, la segunda era de Tony Pulis en el equipo finalizó. Sin embargo, no tardó demasiado tiempo en encontrar un nuevo trabajo en la Premier League. En este caso con el Crystal Palace. Tomó las riendas de un equipo que, por plantilla, parecía condenado a descender a Championship a las primeras de cambio y los aupó hasta una impresionante 11ª posición. Algo impensable cuando aterrizó en Selhurst Park. A pesar del gran éxito cosechado, desavenencias con el propietario Steve Parish le hicieron dejar el puesto de entrenador justo antes de dar comienzo la temporada.
Pulis estaba de nuevo libre pero esta vez con un cartel todavía mejor que cuando dejó Stoke, lo que le supuso ser prácticamente el primer nombre que sonaba para ocupar cualquier vacante de entrenador tanto en Premier League como en Championship. Finalmente ha regresado a la dirección técnica de la mano del West Brom aunque con una principal condición. El galés desea asumir el control casi total de los fichajes del equipo.

La zona del centro campo ha ido variando bastante más a lo largo del curso. La pareja de medios centros ha tenido multitud de protagonistas, siendo Craig Gardner el que ha contado con más minutos. Después, James Morrison y Graham Dorrans han alternando sus demarcaciones en diversas ocasiones, siendo a veces uno el jugador de banda derecha y el otro el medio centro que acompaña a Gardner y viceversa. En el partido frente al West Ham, la dupla en la medular la formaron Morrison y Mulumbu, mientras que Yacob tuvo minutos al final pero no parece que ese sea el último giro de tuerca que vaya a experimentar el centro del campo.
En la media punta, Stéphane Sessegnon ha sido prácticamente inamovible. Su calidad en tres cuartos, para jugar entre líneas y dar el último pase son algunos de los motivos por los que ha sido fijo en el puesto. Sebastián Blanco es en principio su reemplazo natural. En la banda izquierda ha sido fijo Chirs Brunt, un extremo puro que se ha ganado el puesto a pulso y que debería encajar muy bien con las exigencias de Pulis. Silvestre Varela y Georgios Samaras son otras dos opciones de buen nivel para ocupar las bandas.
Y en punta, Berahino se postula para ser el titular. A pesar de haber perdido el puesto en algunos partidos en beneficio del gran fichaje veraniego Ideye Brown, lo normal es que el ex del Peterborough United sea el delantero titular para Pulis. Aunque el hacer rendir a Brown será una de los principales retos para el técnico, ya sea de revulsivo, acompañando a Berahino o directamente de titular. Victor Anichebe sería una tercera opción.
Pulis, tanto en el Stoke City como en el Crystal Palace, se ganó el cariño y el apoyo de la afición, lo que le debería de ayudar con los seguidores Baggies que habitualmente llenan las gradas de The Hawthorns. Su estilo de juego directo y de gran orden táctico que hizo al Stoke asentarse y al Palace salvarse la pasada temporada no debería tardar en imponerse en West Brom y, probablemente, como ya ha sucedido en el pasado, produzca de nuevo muchos halagos. El objetivo principal de esta temporada debe ser la salvación y la próxima mirar hacia cotas más altas. Como, por ejemplo, repetir la séptima posición que consiguieron dos temporadas atrás. Ganar una de las copas o llegar a jugar Europa se podrían incluir en los sueños del West Brom ya que Pulis ha sido capaz de conseguirlo o al menos de acercarse a ello en el pasado. Porque con Tony Pulis se pueden llegar a cosas muy grandes.