Harry Redknapp, nombrado oficialmente técnico del QPR horas antes, presenció el encuentro de su nuevo equipo desde las gradas de Old Trafford. Y seguro que aprendió una valiosa lección sobre la volatilidad de su equipo. Los Rangers resistieron las acometidas rivales durante una hora pero encajaron tres goles en siete minutos que enterraron sus ilusiones de iniciar esta nueva andadura con un resultado positivo en el teatro de los sueños.

 

El punto de inflexión del encuentro lo provocaron dos sustituciones. A la hora de juego, el amonestado Paul Scholes dejó su lugar al brasileño Anderson, que estuvo magnífico, como Ferguson reconoció tras el encuentro. Por parte de los visitantes, el lesionado Armand Traoré dejó su lugar a Anton Ferdinand y la resistencia del QPR se vino abajo.

 

La primera parte fue soporífera. El QPR se acercó una vez a la portería de Lindegaard y el centro de Cissé acabó en gol tras ser rematado de cabeza por Mackie. Sin embargo, el colegiado anuló correctamente el gol por fuera de juego.

 

No sucedería lo mismo a los siete minutos de la reanudación. De nuevo Mackie envió el balón al fondo de las mallas y esta vez el gol sí subió al marcador. Kieron Dyer, que volvía a ser titular por primera vez tras la primera jornada de la temporada pasada (cuando aguantó siete minutos sobre el césped antes de lesionarse), disparó con poco ángulo pero Lindegaard no fue capaz de bloquear el balón y Mackie, sobre la línea de gol, solo tuvo que empujarlo.

 

«Debe preocuparnos la cantidad de veces que comenzamos por detrás en el marcador», dijo Ferguson. «Aunque nuestra reacción fue fantástica. Estuvimos magníficos durante 15 minutos, pero eso fue todo. El resto del partido, estuvimos dormidos, imprecisos en el pase y el partido fue lento. Cuando empezamos a jugar, no había duda sobre quién ganaría».

 

Con el gol, Ferguson retiró a Scholes y Young, y dio entrada a Anderson y Chicharito. Hasta entonces, el United había abusado del pase en horizontal sin profundidad. Pero el partido se transformó tras el gol del empate, obra de Jonny Evans tras aprovechar una asistencia de cabeza de Welbeck tras el córner lanzado por Rooney.

 

Cinco minutos después, otro córner de Rooney fue rematado con potencia por Darren Fletcher. Fue el primer gol de Fletcher en liga en trece meses, precisamente el día en que era de nuevo titular tras un año de enfermedad. «Todos estamos encantados, ha sido un duro camino para él. Nunca nos ha fallado», dijo Ferguson sobre el escocés.

 

Y la guida llegó solo tres minutos después, cuando una combinación entre los dos sustitutos de Ferguson culminó un gol de clase de Hernández que selló los tres puntos y colocó al United como líder provisional. Mientras, el QPR sigue colista de la liga. Redknapp ya sabe lo que le espera.